Contenido
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- 0.2 Test de personalidad: dime cuál es tu rey mago favorito y averigua en 30 segundos cómo te perciben los demás
- 0.3 ¿Por qué las mujeres son más felices a medida que cumplen años? Esta neuropsiquiatra tiene la respuesta
- 1 La crítica constante: un mal hábito de la gente tóxica
- 2 ¿Por qué las personas tóxicas se hacen la víctima?
- 3 Sé agradecido para no parecer una persona tóxica
La gran mayoría de personas intentamos actuar lo mejor posible y ayudar a los demás, pero no siempre lo conseguimos. Aunque cada vez somos más capaces de detectar a la gente tóxica, muy rara vez nos damos cuenta de que en algunos contextos somos nosotros el problema.
No significa que seamos malas personas ni que odiemos al resto del mundo. Simplemente hemos adquirido una forma de comportarnos que, sin pretenderlo, puede perjudicar a la salud y a la estabilidad mental de la gente que nos rodea.
Por ello, es importante que intentemos fijarnos en cómo nos comportamos con los demás, qué críticas nos suelen hacer y en qué aspectos tenemos margen de mejora. Como ejercicio, te hemos resumido los tres hábitos que suelen hacer las personas tóxicas.
Identifica si tú también los haces y, en caso de que sea así, fíjate en los consejos que aportan los expertos para mejorar en esos apartados.
La crítica constante: un mal hábito de la gente tóxica
Uno de los hábitos más comunes y perjudiciales de la gente tóxica es la crítica constante. Si pasas gran parte de tu tiempo señalando errores de los demás, ya sea en casa, en el trabajo o con amigos, podrías estar creando un ambiente de tensión y desconfianza.
Hay que saber diferenciar entre las críticas constructivas y las destructivas. No sólo afecta a quienes te rodean, sino también a ti mismo, ya que refuerza una mentalidad negativa. A veces, lo que a ti te parece un consejo puede que realmente sea un insulto.
Como consejo, intenta cambiar tus comentarios negativos por opiniones que intenten aportar un valor añadido a los demás. En lugar de resaltar lo que está mal, enfócate en proponer soluciones o destacar los aspectos positivos. La empatía y la comprensión son herramientas clave para fomentar relaciones saludables.
¿Por qué las personas tóxicas se hacen la víctima?
Otro hábito que puede hacerte tóxico sin que te des cuenta es el victimismo. Si sueles culpar a las circunstancias, al entorno o a las personas por tus problemas, podrías estar adoptando una actitud pasiva y manipuladora. Este comportamiento no solo te impide crecer y avanzar, sino que también cansa a quienes intentan apoyarte.
Para solucionarlo debes cambiar tu actitud frente a los problemas. En vez de enfocarte en lo que no depende de ti, céntrate en todo lo que esté en tu mano. Es muy importante que te responsabilices de tus acciones y busques soluciones en lugar de quedarte quieto pensando en las dificultades.
Sé agradecido para no parecer una persona tóxica
La falta de gratitud es otro hábito que puede deteriorar tus vínculos y contribuir a una percepción tóxica de tu personalidad. Cuando no valoramos los gestos, el tiempo o el apoyo de los demás, las personas a nuestro alrededor pueden sentirse infravaloradas e incluso utilizadas.
Para evitarlo no olvides dar las gracias siempre que alguien te ayuda o dedica parte de su tiempo a ti. Debes reservar unos minutos todos los días, para pensar en las cosas buenas que te suceden y en quiénes participan en ello.