Es curioso cómo algunos niños que parecen ángeles con sus abuelos se transforman en pequeños torbellinos en casa. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué cambia cuando están con papá y mamá? Según psicólogos expertos en comportamiento infantil, este fenómeno tiene una explicación que va más allá de la confianza o de saber que los padres los quieren incondicionalmente.
La razón detrás de este comportamiento revela detalles sorprendentes sobre la dinámica emocional que se crea en el hogar y cómo los niños perciben la autoridad, el cariño y la estabilidad emocional en sus entornos más cercanos. Y aunque, a veces, puede resultar frustrante para los padres, conocer los motivos de esta diferencia de actitud es clave para mejorar la convivencia y entender mejor las necesidades afectivas de sus hijos en el día a día.
El motivo por el que los hijos se portan peor con sus padres
La diferencia de comportamiento entre los hijos hacia sus padres y sus abuelos es un fenómeno común que ha intrigado a psicólogos y educadores. Una de las razones principales es que los abuelos suelen ser vistos como figuras de apoyo emocional menos exigentes. Mientras que los padres imponen normas y responsabilidades, los abuelos suelen ofrecer un entorno más relajado y permisivo. Esto les permite a los niños comportarse de una manera más libre y menos restringida.
Según informan en Guía Infantil, a los nietos les agrada mucho que los abuelos sean más tolerantes y pacientes. Con los padres, según estos expertos «casi siempre sucede lo contrario».
Además, añaden lo siguiente: «No es por justificar a los padres, pero recuerden que ellos vienen de una jornada de trabajo de varias horas, con muchas situaciones quizás estresantes, que les produce una tensión nerviosa a veces difícil de controlar y si el niño se comporta inquieto o desobediente, muchas veces terminan con un grito«.
Los abuelos tienen más tiempo para dedicar a sus nietos y, a menudo, están más dispuestos a jugar y participar en actividades que los padres consideran menos prioritarias debido a sus responsabilidades diarias. Este contexto puede hacer que los niños se sientan más cómodos.
Los padres suelen ser quienes establecen las reglas y límites, lo que inevitablemente puede llevar a un mayor conflicto. Los niños, a veces, no entienden por qué se imponen ciertas normas. Esto puede generar en mal comportamiento. En cambio, los abuelos, al no estar involucrados en la crianza diaria, actúan más como mediadores en la diversión.
Así puedes mejorar el comportamiento de los niños
Los expertos de Guía Infantil dan una serie de recomendaciones para mejorar el comportamiento de los hijos con los padres. Éstas son algunas de ellas:
- Los padres deben reconocer y entender las carencias que puedan sentir sus hijos y tratar de cubrirlas.
- Hablar con los niños y explicarles el por qué de la ausencia durante el día. Así evitarás que se sientan abandonados o descuidados.
- Charlar con los abuelos para limitarles la permisividad y el consentimiento excesivo. Por otra parte, es importante hablar con ellos para que no te lleven la contraria delante del niño o en las reglas que les impones a tus hijos.
- Darles amor, cariño y atención a tus hijos para que se sientan atendidos y comprendidos.
En definitiva, la diferencia en el comportamiento de los hijos hacia sus padres y abuelos se debe a una combinación de factores emocionales y psicológicos. Mientras que los padres establecen normas y límites, los abuelos suelen representar un espacio más relajado, cariñoso y comprensivo.