La educación de los niños es uno de los temas que más pueden preocupar a las familias. De los primeros años se construyen la autoestima, la capacidad de atención e incluso la manera en la que los niños se relacionan con el entorno.
Durante ese proceso, hay métodos que ayudan más que otros en esa etapa, y uno, en concreto, destaca por sus resultados, aunque sigue siendo poco común encontrarlo en las aulas públicas españolas.
Este es el sistema educativo que mejora la infancia pero se ignora en España
Un reciente estudio liderado por Angeline S. Lillard, profesora de Psicología en la Universidad de Virginia, asegura que el enfoque Montessori mejora significativamente la lectura, la memoria y las habilidades cognitivas clave en niños de tres a seis años. Y lo hace a menor coste que los programas tradicionales. En Estados Unidos ya lo han incorporado más de 600 escuelas públicas. En España, sin embargo, apenas se explora.
El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), es el primero en analizar a escala nacional el impacto real del método Montessori en escuelas públicas. La investigación siguió a 588 niños en 24 centros públicos desde los tres años hasta el final de Infantil.
El resultado es que quienes pasaron por aulas Montessori sacaron mejores puntuaciones en lectura, memoria a corto plazo, función ejecutiva y comprensión social. Además, esos avances no se perdieron al llegar a Primaria, como suele ocurrir con otros modelos de preescolar.
Según los datos, los niños que accedieron por sorteo a una plaza en Montessori terminaron con un nivel de lectura y habilidades cognitivas hasta un 20 % superior. El impacto fue todavía mayor entre los que mantuvieron la metodología durante los tres cursos. Y todo ello, con un coste por alumno unos 12.000 euros menor que en el sistema tradicional, gracias a ratios más altas y un aprendizaje más autónomo.
Lo que hace especial al enfoque Montessori no es un material concreto, sino la forma distinta de mirar al niño: como alguien capaz de aprender por sí mismo, si se le da el entorno adecuado. Sin castigos, sin premios artificiales, sin interrumpir su concentración. La clase es un espacio ordenado y atractivo donde cada objeto tiene un propósito, y el adulto observa, apoya y propone, pero no dirige.
Cómo aplicar este sistema educativo en casa
Para empezar con este método Montessori en casa, lo primero es preparar el ambiente. Esto significa crear un espacio ordenado, accesible y adaptado a la altura del niño, con materiales reales (no de juguete) que pueda manipular, explorar y devolver a su sitio.
La autonomía se construye en los detalles, dejar que el niño se sirva el agua, que participe en tareas del hogar, que elija su ropa entre dos opciones, que se equivoque sin que nadie le corrija de inmediato. Nada de interrumpir su concentración para hacerle «saludar» o «dar las gracias».
Tampoco hace falta gastar en materiales de diseño, un cuchillo de plástico para pelar fruta, una alfombrilla que pueda enrollar solo o un taburete para alcanzar la encimera bastan para despertar la independencia. Lo importante es respetar su ritmo y confiar en que, con las condiciones adecuadas, los niños saben avanzar por sí mismos.
