Contenido
- 0.1 Ni ciencia ni matemáticas: la asignatura que afila el cerebro de los niños y a menudo olvidamos en España
- 0.2 Pocos se animan, pero este es el mejor pasatiempo para que los mayores de 65 se vean útiles y activos mentalmente
- 0.3 Ni gimnasia ni música: la actividad que mejora la concentración infantil pero apenas trabajan las escuelas españolas
- 1 Qué significa que tu hijo tenga una capacidad cognitiva inferior a la media
- 2 Cómo detectar que mi hijo tiene más dificultades en el colegio que el resto
- 3 Qué papel juega la familia en el desarrollo cognitivo del niño
Hay asignaturas que ayudan a afilar la mente de los más pequeños, pero hay en ocasiones donde parece que nada funciona: simplemente da la sensación de que nuestro hijo es más lento a la hora de asimilar ideas, resolver ejercicios de lógica o resumir textos.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), hay ocasiones donde si tu hijo presenta estos signos en el colegio podría ser una señal de que tiene una capacidad cognitiva inferior a la media.
No te asustes, no es el fin del mundo. Si se pone el foco en la detección precoz y con el apoyo adecuado, los niños podrán avanzar en su aprendizaje.
Qué significa que tu hijo tenga una capacidad cognitiva inferior a la media
Según los pediatras, se considera que un niño tiene baja capacidad cognitiva o capacidad límite cuando, tras una evaluación psicológica, su cociente intelectual se sitúa en torno a 70 o por debajo.
Este tipo de diagnóstico no implica que otras habilidades estén mermadas, pero sí que existen dificultades claras en áreas como el razonamiento lógico, la comprensión lectora o la síntesis de ideas.
A menudo, son los padres o los profesores del colegio los primeros en notar que algo no va bien. Un niño que necesita más tiempo que el resto para entender los contenidos, que se pierde en tareas simples o que se agobia fácilmente ante los deberes, podría requerir una evaluación psicopedagógica.
Cómo detectar que mi hijo tiene más dificultades en el colegio que el resto
El primer paso es descartar otros factores que podrían estar influyendo. Por ejemplo, problemas sensoriales, trastornos emocionales o falta de atención. Una vez que se ha identificado la causa, el equipo de orientación del colegio realiza un informe detallado y propone medidas concretas.
Entre ellas, suele figurar la asignación de profesorado de apoyo. Estos docentes trabajan con los alumnos en grupos reducidos o de forma individual, reforzando las materias instrumentales como matemáticas y lengua.
Además, los profesores titulares pueden adaptar la metodología para hacer las clases más accesibles y motivadoras para estos niños.
El sistema educativo contempla evaluaciones ajustadas para estos casos. Si el niño no puede seguir el ritmo general, se puede optar por objetivos mínimos que le permitan progresar sin quedarse atrás. Lo importante es no generar rechazo hacia el aprendizaje.
Qué papel juega la familia en el desarrollo cognitivo del niño
En casa, los padres deben convertirse en aliados del proceso educativo. No basta con revisar los deberes: es necesario reforzar diariamente los contenidos, mantener una comunicación fluida con el colegio y, sobre todo, aceptar con naturalidad las limitaciones del niño.
Los juegos también son grandes aliados. Actividades como sopas de letras, crucigramas, el ajedrez o incluso los videojuegos ayudan a estimular la memoria, la atención, el cálculo o la organización espacial
Cuando el nivel cognitivo no permite al niño hacer las tareas solo, conviene simplificarlas. Por ejemplo, los problemas de matemáticas se pueden representar con dibujos o piezas manipulables.
O también para resumir un texto, lo ideal es leerlo por párrafos e ir destacando lo esencial en cada uno. Así se facilita la comprensión y se reduce la frustración.