Ni tejer ni jugar a las cartas: la afición que mantiene activos a los mayores de 60 y reduce el deterioro cognitivo

Pocas personas la conocen, pero esta actividad es de las más poderosas para mantener la mente activa

Mujer, afición, actividades

Mujer con el móvil en la mano.

A partir de los 60, es normal notar ciertos cambios: más lentitud al pensar, dificultad para recordar palabras, pérdida de iniciativa, o incluso transformaciones en la personalidad. Es parte del envejecimiento.

Pero ese deterioro cognitivo no es inevitable ni irreversible. No existe una pastilla mágica que lo frene, pero sí hay actividades que ayudan a mantener la mente activa, viva y creativa.

Esta es la afición que mantiene la mente despierta y activa después de los 60 años

Una de ellas, poco conocida pero muy poderosa, es la creación audiovisual amateur, como el cine casero y los cortometrajes.

La creación audiovisual a través del cine amateur ofrece algo más que entretenimiento: activa la mente, despierta la creatividad y fomenta la conexión social. En un estudio publicado por el Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos, se afirma que participar en cualquier actividad artística propicia beneficios tangibles para el envejecimiento. Ya no se necesita un gran estudio para contar una historia en video. Hoy, con un móvil y una buena idea, cualquier persona puede convertirse en creador.

Beneficios de la creación audiovisual

Cómo empezar a hacer tu propio cortometraje

No necesitas experiencia previa. Sólo ganas de contar algo y seguir unos pasos básicos:

  1. La idea y el guion: Encuentra una buena historia: puede ser algo que viviste, imaginaste o te contaron. Escribe el guion: estructura, personajes, diálogos y descripción visual.
  2. La planificación (preproducción): Reúne un equipo, busca gente con la que te lleves bien y comparta el interés. Planifica la grabación: haz un calendario con fechas, lugares y tareas. Prepara el material: cámaras, micrófonos, iluminación… Logística básica: agua, comida, asientos y silencio para grabar cómodamente.
  3. El rodaje (producción): Graba el corto: sigue el plan, repite escenas si es necesario y disfruta del proceso.
  4. La edición y postproducción: Monta el corto: selecciona las mejores tomas, añade música y sonido. Revisa bien, asegúrate de que todo está claro y que transmite lo que querías decir.
  5. La distribución: Compártelo, súbelo a YouTube, redes sociales o muéstralo en reuniones familiares o comunitarias.

Una de las claves es tomárselo con calma. Aprende en cada proyecto, no hay errores, sólo formas de mejorar. Y a los 60, no se trata de presionarse, sino de disfrutar, expresarse y aprender a tu propio ritmo.

¿De qué se puede hacer un cortometraje amateur?

Con este tipo de aficiones no hay límites. Lo importante es que el tema te motive y conecte contigo. Aquí van algunas ideas que pueden inspirarte.

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