La búsqueda de la felicidad es algo que ansiamos todos durante la vida. de hecho han aparecido diversos métodos que ponen de manifiesto cómo ser más felices y estudios que nos dan consejos sobre cómo hacerlo. Entre estos podemos destacar el método del tren. Que se basa en establecer relaciones para encontrarnos mejor. Pues la soledad está siendo una de las lacras de este siglo.
Diversas investigaciones como las establecidas por Harvard establecen que conectarse con otros aumenta la felicidad, pero los extraños que se encuentran cerca se ignoran rutinariamente. Esto tiene lugar, según este estudio, por dos razones: o la soledad es una experiencia más positiva que interactuar con extraños, o la gente no entiende las consecuencias de las conexiones sociales distantes. Para examinar la experiencia de conectarse con extraños, el estudio hizo que diversas personas viajasen en trenes y autobuses para conectarse con un extraño cerca de ellos, a diferencia de viajar desconectados que es lo que suele suceder normalmente.
En qué consiste el método del tren para ser más felices
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Como conclusiones, los participantes informaron de una experiencia más positiva (y no menos productiva) cuando se conectaron con el resto de personas que cuando no lo hicieron. Sin embargo, los participantes separados en cada contexto esperaban precisamente el resultado opuesto, prediciendo una experiencia más positiva en soledad.
Esta preferencia errónea por la soledad se debe en parte a subestimar el interés de los demás en conectarse, lo que a su vez impide que las personas aprendan las consecuencias reales de la interacción social. El placer de la conexión parece contagioso: en una sala de espera de laboratorio, los participantes a los que se les habló tuvieron experiencias igualmente positivas que aquellos a los que se les pidió que hablaran.
Según los investigadores de Harvard, los seres humanos son animales sociales. Aquellos que no comprenden las consecuencias de las interacciones sociales pueden no ser, al menos en algunos contextos, lo suficientemente sociales para su propio bienestar.
Por tanto, las relaciones sociales son perfectas para ser más felices. Relacionarse con el resto de personas combate la soledad y aparece la hormona de la felicidad para encontrarnos mucho mejor.
La soledad y enfermedades adyacentes
Según la OMS, el aislamiento social y la soledad, que aquejan a cerca de una cuarta parte de las personas mayores, son factores de riesgo clave para padecer afecciones de salud mental en etapas posteriores de la vida.
También lo es el maltrato a las personas de edad, que incluye cualquier tipo de abuso físico, verbal, psicológico, sexual o económico, así como el abandono. Uno de cada seis adultos mayores sufre malos tratos, a menudo por sus propios cuidadores. El maltrato de los adultos mayores tiene graves consecuencias y puede conducir a la depresión y la ansiedad.
Muchas personas mayores son cuidadoras de cónyuges con afecciones crónicas, como la demencia. Las responsabilidades de estos cuidados pueden ser abrumadoras y afectar a la salud mental del cuidador.
Algunos adultos mayores corren un mayor riesgo de sufrir depresión y ansiedad, debido a las pésimas condiciones de vida, la mala salud física o la falta de acceso a apoyo y servicios de calidad. Esto incluye a los adultos mayores que viven en entornos humanitarios y a los que padecen enfermedades crónicas (como cardiopatías, cáncer o ictus), afecciones neurológicas (como demencia) o problemas de abuso de sustancias.
De hecho, un nuevo informe de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM) indica que más de una tercera parte de los adultos de 45 años o más se sienten solos, y se considera que casi una cuarta parte de los adultos de 65 años o más están socialmente aislados.
Los adultos mayores están en mayor riesgo de soledad y aislamiento social porque es más probable que enfrenten factores como vivir solos, perder familiares o amigos, tener enfermedades crónicas y pérdida auditiva.
Cómo ser más felices
Aunque depende de cada persona porque no ha todos nos hacen felices las misma cosas, podemos aplicar algunos hábitos para alcanzar la felicidad.
El Prado Psicólogos establece una serie de puntos:
Elige conscientemente la felicidad
No basta con decir: “quiero ser feliz”, es necesario que asumas la felicidad como una meta. Muchas personas afirman que desean ser felices pero no hacen nada para lograrlo, continúan aferrados a sus viejos hábitos y no hacen nada para salir de su zona de confort. Sin embargo, la felicidad no es algo que ocurre al azar, es un estado que necesita ser cultivado día tras día.
Potencia la resiliencia
El opuesto de la depresión no es la felicidad sino la resiliencia. La habilidad para lidiar con los problemas y salir fortalecidos de estos nos permite ser felices incluso cuando las cosas no van como esperábamos.
Cultiva la gratitud
Desarrollar el hábito de dar las gracias por lo que tenemos, en vez de quejarnos por lo que no tenemos implica un cambio radical en nuestra forma de enfrentar la vida, un cambio que nos hará sentirnos más satisfechos y, a la larga, más felices.