Nos estamos acostumbrando a realizar varias cosas a la vez y los consideramos como normal. Ahora bien se convierte en un hábito diario que explica porque estás tan agotado. La multitarea se ha convertido en una habilidad valorada en la vida moderna, donde a menudo se espera que las personas manejen varias responsabilidades al mismo tiempo. Ya sea responder correos electrónicos mientras se atienden llamadas o trabajar en varios proyectos simultáneamente, la capacidad de realizar múltiples tareas parece ser una forma eficiente de aprovechar el tiempo. Sin embargo, investigaciones de la Universidad de Cambridge sugieren que esta práctica, aunque aparentemente productiva, tiene efectos negativos en nuestra salud mental, ya que contribuye a un aumento significativo del estrés. A largo plazo, la multitarea puede reducir la concentración y disminuir el rendimiento, y permanecer siempre agotado.
La multitarea puede ofrecer ciertas ventajas en situaciones específicas, como en entornos laborales dinámicos donde se requieren respuestas rápidas. Entre sus beneficios, se encuentra la capacidad de manejar varias tareas en un corto período, lo que puede dar la sensación de eficiencia. Además, la multitarea puede mejorar la adaptabilidad de las personas, ayudándoles a reaccionar con rapidez ante cambios o emergencias. No obstante, estas ventajas a menudo se ven ensombrecidas por sus desventajas, como estar agotado. Estudios de la Sociedad Española de Psicopatología y Psicología Clínica han demostrado que intentar hacer múltiples cosas al mismo tiempo disminuye la calidad de cada tarea, aumenta la probabilidad de errores y, en lugar de ahorrar tiempo, puede provocar retrasos debido a la falta de atención plena. Además, la multitarea genera mayor fatiga mental, ya que el cerebro necesita reiniciarse cada vez que cambia de actividad, lo que incrementa los niveles de estrés diario.
Ventajas, desventajas del hábito que te deja agotado
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Aunque la multitarea es vista como una forma de trabajar más rápido y eficientemente, la realidad es que el cerebro humano no está diseñado para realizar varias tareas al mismo tiempo de manera efectiva.
Cada vez que alternamos entre tareas, nuestro cerebro experimenta una especie de «apagado» temporal, lo que ralentiza nuestra capacidad de completar las actividades de manera eficiente. Según estudios de la Universidad de Londres, este cambio constante entre tareas puede reducir temporalmente el coeficiente intelectual, lo que equivale a haber perdido varias horas de sueño.
Este proceso de “cambio de contexto” no solo agota los recursos cognitivos, sino que también genera una sensación de sobrecarga, lo que aumenta los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Además, la multitarea afecta nuestra capacidad de recordar detalles y tomar decisiones. Cuando intentamos abarcar varias tareas simultáneamente, nuestra mente se ve forzada a dividir su atención, lo que resulta en una disminución en la retención de información a largo plazo.
Esta sobrecarga de información no procesada completamente genera ansiedad, especialmente en situaciones laborales donde se requieren decisiones rápidas y precisas. Y un cansancio permanente para estar agotado.
La falsa sensación de control
La multitarea a menudo nos brinda una falsa sensación de control sobre nuestro tiempo. Creemos que al abordar varias tareas simultáneamente, estamos siendo más eficientes y logrando más en menos tiempo.
Sin embargo, esta percepción es engañosa. En realidad, el estrés acumulado por intentar mantener el ritmo y la atención en múltiples tareas crea una presión interna que puede desencadenar agotamiento mental y físico.
Según la Asociación Europea de Neurociencia Cognitiva, la multitarea prolongada está relacionada con un mayor riesgo de trastornos de ansiedad y fatiga crónica, ya que el cerebro no tiene tiempo suficiente para recuperarse de las constantes interrupciones.
Cómo reducir el estrés y estar agotado causado por la multitarea
La clave para disminuir el estrés que provoca la multitarea radica en enfocarse en una tarea a la vez. Adoptar un enfoque más consciente, como el método de gestión del tiempo conocido como «monotarea», permite concentrarse plenamente en una actividad antes de pasar a la siguiente.
Este enfoque no solo reduce el estrés, sino que también mejora la calidad del trabajo y la satisfacción personal al completarlo.
Otra estrategia efectiva es organizar el día en bloques de tiempo específicos para cada tarea. Esto ayuda a evitar las constantes interrupciones y promueve una mayor concentración en cada actividad. Al planificar las tareas de manera más eficiente, es posible reducir la presión y el estrés diario.
En resumen, la multitarea puede ofrecer ciertas ventajas en términos de flexibilidad y respuesta rápida a diversas situaciones, especialmente en entornos laborales donde las demandas pueden cambiar constantemente.
No obstante, sus desventajas a largo plazo no deben subestimarse. Si bien nos puede hacer sentir más productivos en el momento, la realidad es que la multitarea genera más errores, reduce significativamente la capacidad de concentración y aumenta los niveles de estrés, lo que a largo plazo puede afectar tanto nuestra salud mental como física.