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Las personas nos relacionamos y vinculamos para generar procesos sociales que nos permitan desarrollarnos y construir proyectos en común. Ya sea en un entorno familiar, grupos de amistades, compañeros de trabajo o parejas. A través de dichas interacciones, es posible identificar una amplia variedad de perfiles, actitudes y personalidades que pueden expresar mayor confianza, determinación, resolución, así como también existen personas más tímidas, inseguras, vulnerables y aisladas. Un aspecto central es que las personas logren reconocer e identificar las actitudes que les generan relaciones saludables y, a la vez, visualizar si hay comportamientos que desencadenan inconvenientes y conflictos. Hay determinados signos que determinan que eres una persona insegura.
El Centro Manuel Escudero plantea que la inseguridad emocional es una sensación de nerviosismo, malestar o temor asociado con diversas situaciones, tanto sociales como de toma de decisiones. En este sentido, comentan que esta característica puede ser desencadenada por la percepción de uno mismo como vulnerable o una sensación de inestabilidad emocional que amenaza la propia autoimagen. «La inseguridad puede promover estados de timidez, paranoia o aislamiento social. Puede estimular conductas compensatorias, como la agresividad, la arrogancia o el narcisismo», aseguran desde el centro psicológico. Los profesionales del Centro Manuel Escudero consideran que la inseguridad emocional es un rasgo muy frecuente que aparece en todas las personas en algún momento de la vida. La mayor diferencia que identifican está en la frecuencia en la que aparece y la intensidad con la que se manifiesta el síntoma en cada persona. El conocimiento de las características de las personas inseguras es un primer paso para comprender cómo acompañarlas o si sientes que atraviesas rasgos de inseguridad, saber de qué manera trabajarlos.
¿Cuáles son las características que determinan que eres una persona insegura?
La Federación de Enseñanza de la USO Andalucía cuenta en su equipo con Imma Badia Camprubí, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral, quien desarrolla una serie de características de las personas inseguras.
En este sentido, se identifican baja autoestima, pesimismo, desesperanza, escasa motivación ante la vida, poca sociabilidad, actitud pasiva, racionales y baja expresividad emocional.
También aparecen rasgos de indecisión, hiperventilación, sudoración excesiva, aumento del ritmo cardíaco, temblores, llorar de forma habitual, celos y pueden llegar a tener ideas e intentos de suicidio cuando se sienten en una situación límite. Esto puede desencadenar en un proceso de ansiedad o de otra enfermedad mental si no se trata a tiempo.
Si analizamos las causas, motivos y razones de las características de una persona insegura, Camprubí menciona que las más comunes son las siguientes:
- Autoestima baja: la persona no es capaz de confiar en sus capacidades, virtudes y tiende a remarcar o exagerar aspectos que considera negativos de sí misma.
- Niñez algo exigente: las personas inseguras tienen tendencia a manifestar patrones educacionales exigentes en los que se desarrollan sentimientos de incapacidad para afrontar las diferentes situaciones de la vida cotidiana.
- Experiencias traumáticas: algunas inseguridades se gestan posterior a una toma de decisiones que produjo consecuencias negativas para la propia persona o su entorno. Tras el episodio que ha causado esta inseguridad constante, la persona asocia y siente que su criterio para la toma de decisiones no es fiable.
- Perfeccionismo y autoexigencia: se trata de dos variables que dan lugar a una visión dicotómica de las cosas: solo pueden ser catastróficas o perfectas. Al respecto, creen que la toma de decisiones opera de la misma manera: tomar malas decisiones y tener resultados caóticos o tomar buenas decisiones y tener resultados inmejorables.
¿Cómo trabajar y superar la inseguridad?
Una de las herramientas para acompañar el proceso si eres una persona insegura es mejorar sus habilidades sociales, desarrollar la empatía, y aprender conductas y respuestas asertivas. El camino que permite trabajar y superar la inseguridad es a través del área de la psicología.
«En caso de que la inseguridad vaya asociada a alguna patología, como la fobia social o el trastorno por evitación, habrá que tratar este problema. La inseguridad mejorará conforme vaya mejorando la patología primaria», según indica la secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de la Federación de Enseñanza de la USO Andalucía.
Al respecto, la profesional menciona que la inseguridad puede ser superada con éxito a través de una terapia cognitiva. A su vez, añade como tratamiento que la autoestima y la seguridad en uno mismo son, únicamente, una cuestión de perspectiva, la opinión subjetiva de uno mismo y un problema puramente psicológico.
¿Qué objetivos terapéuticos hay para el control de la persona insegura?
La terapia busca generar procesos que permitan implementar una serie de objetivos para favorecer que las personas inseguras puedan así hacer frente a este problema. Porque les puede acompañar a lo largo de su vida e impedir que desarrollen correctamente experiencias sociales, trabajos, y otros. Por lo tanto, se definen los siguientes:
- Reestructuración cognitiva: se abordan los pensamientos negativos que la persona tiene sobre sí misma y “se reestructuran para que se enfoquen desde una perspectiva más racional y positiva”.
- Definir el autoconcepto: consiste en redefinir la imagen que tenemos de nosotros mismos. Apunta a buscar el origen de las inseguridades y realizar ejercicios que nos permitan cambiar la imagen que tenemos de nosotros mismos. Quererse a uno mismo hace que aumente esta seguridad para poder realizar tareas a diario.
- Estrategias de comunicación asertiva: las personas inseguras presentan un estilo pasivo de comunicación por miedo a ser juzgadas.
Hay muchas características que definen que una persona es insegura. Como hemos visto, están, entre otras la baja autoestima, pesimismo, desesperanza, escasa motivación ante la vida, poca sociabilidad, actitud pasiva, son racionales y tienen baja expresividad emocional.
Esto puede irse mitigando con el tiempo, la experiencia y al coger madurez, pero puede estancarse y quedarse ahí, siendo un problema presente y futuro de la persona.
En este sentido, es entonces necesario acudir a terapia para poder trabajar esta condición y establecer un tratamiento a medida. El objetivo es siempre generar procesos de mayor confianza, seguridad y determinación. Con el tiempo, la seguridad será una condición más de la persona y le va a poder permitir avanzar en el tiempo.