Los avances de internet en la era digital del siglo XXI lograron generar múltiples ventajas y beneficios a la humanidad. Ya sea desde asuntos técnicos y operativos para empresas, organizaciones y fábricas como también el acceso a información, saberes y conocimientos para la población en instituciones educativas. En este sentido, también, permiten realizar comunicaciones entre personas que se encuentran en distintos puntos del planeta. Una de las revoluciones más rotundas del universo digital en los dispositivos tecnológicos y portátiles son las redes sociales, plataformas muy utilizadas para interactuar a través de internet y visibilizar diferentes prácticas sociales, culturales, hábitos, costumbres y consumos. Sin embargo, este fenómeno presenta ciertos efectos y consecuencias, por eso veremos a continuación el hábito de Julia Roberts para llevar una vida más relajada y tranquila y que ella también se encargada de dar a conocer.
Con el aumento de las plataformas y redes sociales se produjo una enorme transformación en los modos y formas de vincularse de las personas. A su vez, el tiempo de conectividad y uso de estas redes genera problemas de adicción, autoestima y alteraciones en conductas y hábitos de sueño. El aumento de las frecuencias y períodos de conexión muestran como resultado que muchas personas enfrentan una constante necesidad de validación, aprobación y reconocimiento virtual por parte de usuarios que pueden ser conocidos como también desconocidos. La presencia en redes también genera un vacío de tiempo para dedicarle a las actividades que benefician a las personas como puede ser la práctica de deportes, ejercicios y entrenamiento, el encuentro personal para compartir una conversación, disfrutar un paseo al aire libre o leer un libro. Por todas estas cuestiones, el hábito de Julia Roberts se vuelve tan valioso y necesario de implementar con la finalidad de lograr un estilo de vida tranquilo, sereno y saludable desde lo físico, psicológico y emocional.
El hábito de Julia Roberts con el que serás feliz
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De acuerdo a un informe del Colegio Cristiano Australiano, si pasas mucho tiempo con el teléfono, tienes menos tiempo para actividades que pueden generar confianza, sensación de logro y conexión. «Se obtiene una pequeña descarga de dopamina cada vez que recibes una notificación, o un “me gusta» en una foto, o una solicitud para seguirte. Pero esas cosas son adictivas sin ser satisfactorias», advierten desde la institución.
Un estudio de la Universidad de Córdoba informa que «entre los jóvenes, los efectos negativos de la publicidad en las redes sociales sobre la autopercepción de la imagen corporal y la consiguiente pérdida de autoestima son directamente proporcionales al tiempo dedicado a estos medios y al grado de exposición a los mismos». Además, el equipo de investigación de la Universidad de Córdoba constató que los efectos negativos son más acusados entre las mujeres.
El estudio exploró la frecuencia de publicación de videos e imágenes en redes sociales como Twitter, Instagram, Youtube y Facebook, con el fin de determinar su repercusión en la vida diaria de los usuarios. “En términos cualitativos, se encontró que estos productos promueven una percepción estereotipada de la belleza, y especialmente de la belleza femenina”, informaron los profesionales.
Tras la publicación de la popular actriz Julia Roberts de una imagen en su cuenta personal de Instagram en 2018, los comentarios negativos y las duras críticas no tardaron en llegar. A pesar de su convicción y seguridad sobre quién es, su destacado recorrido profesional y cómo se siente consigo misma, la actriz manifestó que esos comentarios hirieron sus sentimientos.
A partir de esta vivencia, el análisis acerca de las redes sociales la condujeron a pensar y reflexionar en la importancia de la educación y prevención sobre el uso que se realiza de las plataformas y cómo pueden perjudicar a la salud de las personas. Por lo tanto, el hábito de Julia Roberts busca ofrecer una serie de prácticas de cuidado y protección.
La decisión de la actriz parte tras la lectura de “La generación ansiosa”, el último libro de Jonathan Haidt, psicólogo social y profesor de la Universidad de Nueva York. Para el autor, las redes sociales producen la comparación social visual y el perfeccionismo que produce efectos en las personas y, en especial, en las mujeres.
En dichas plataformas hay una permanente comparación a partir de mostrarse cánones de belleza que se tornan imposibles y aspiraciones a un estilo de vida que no existe. Como consecuencia de estos mecanismos, la depresión, los trastornos de ansiedad y alimenticios y pensamientos suicidas se vuelven una realidad.
Y parece que están creciendo precisamente por el mal uso que hacemos en Internet. Y está calando más en grupos de población más jóvenes.
El hábito de la actriz Julia Roberts ante los ataques, críticas y publicaciones negativas acerca de su imagen es «vivir más el presente, ser agradecida con lo que tengo, aprovechar cada momento con mi familia, dejando de lado las redes sociales como Instagram y evitando comparar las vacaciones con las de otras personas donde los destinos exóticos y el lujo tomarán todo el protagonismo».
En conclusión, lo que profesa la actriz apunta a promover una autoestima más fuerte, segura y saludable para que las publicaciones que circulan en las redes sociales no generen situaciones problemáticas en la salud mental como el estrés, la angustia o la depresión.
En Mentes Abiertas Psicología dan a conocer cuáles son los peligros más claros derivados de ese mal uso:
Presión de grupo
Si no utiliza determinada red social, el adolescente puede llegar a sentirse excluido. Hasta cierto punto puede ser un fenómeno normal, pero este tipo de presión puede generar trastornos relacionados con una autoestima baja.
El adolescente puede interiorizar la idea de que las relaciones que tiene a través de las redes sociales pueden reemplazar a las que se producen en persona.
Cyberbullying
Este acoso virtual, es una moderna y potente forma de violencia psicológica que se produce a través de las nuevas tecnologías. Tengamos en cuenta que en las redes sociales pueden coordinarse un montón de perfiles para ejercer ese acoso contra un solo usuario.
Baja autoestima
Las redes sociales están llenas de imágenes de modelos, muchas veces retocadas o pasadas por filtros, o de influencers que exhiben sus cuerpos. Esto puede influir sobre la autoestima de los adolescentes en un momento de su vida en el que son más vulnerables emocionalmente.
Dependencia
Hay muchos adolescentes adictos al “like”, que pasan todo el día conectados.
Radicalización política y discursos de odio
La personalidad del adolescente todavía no está formada y en este momento de su vida resulta muy influenciable. Determinados grupos en redes sociales fomentan la polarización y promocionan discursos de odio, tratando de buscar adeptos.