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Durante el verano necesitamos hábitos saludables de alimentación e hidratación. Tomar esta bebida puede reducir nuestro calor, ahora bien, ¿es realmente eficaz? El agua de sandía es una opción que aporta múltiples beneficios ante las temperaturas elevadas. Se trata de una fruta refrescante y jugosa cuyo consumo es recomendado por médicos clínicos por ser una fuente natural de hidratación, antioxidantes y beneficios nutricionales. La sandía presenta un alto contenido en agua (más del 90 % de su peso), es una excelente aliada contra la deshidratación y sus compuestos bioactivos protegen los sistemas del cuerpo humano.
Durante el verano, el calor extremo puede producir malestar, cansancio, agotamiento y deshidratación. Por lo tanto, la sandía es una opción ideal en temporadas donde el organismo necesita reforzar su resistencia al calor y mantenerse fresco. Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), la sandía es la fruta con mayor cantidad de agua y se destaca también por su bajo contenido calórico. Además, aporta nutrientes claves como carotenoides (especialmente el licopeno), vitaminas, fibra y minerales como el potasio. A su vez, centros médicos como el Hospital Sahyadri remarcan su poder hidratante, desintoxicante y protector frente a trastornos como el golpe de calor, el agotamiento físico y las alteraciones cardiovasculares. Entre los beneficios principales, su alto índice de agua resulta un tentempié elemental para proteger tu salud durante los meses más cálidos. «La principal virtud de la sandía es su capacidad para hidratar el cuerpo de forma natural. Compuesta en un 93 a 95 % por agua, ayuda a reponer líquidos perdidos por el sudor y la exposición al sol», segun los expertos del Hospital Sahyadri.
La bebida con nutrientes contra el calor
El consumo frecuente de sandía contribuye a mantener el equilibrio electrolítico y a prevenir síntomas de deshidratación como la fatiga, los mareos y la debilidad muscular. “Al contener potasio, su efecto se potencia, ya que este mineral ayuda a regular los niveles de agua en el organismo y a mantener la presión arterial estable”, dicen los médicos.
Quienes toman agua de sandía prometen diversos beneficios. Es favorable para hidratarnos durante el verano mientras que aportan todos aquellos nutrientes que tiene la sandía, minerales y vitaminas. Además, también es baja en calorías, algo importante, al contar con 29 por cada 100 gramos, y te produce mucha saciedad.
En general, la sandía es una de las frutas más recomendables en dietas de control de peso y 100 gramos de sandía aportan solo 20,3 calorías.
No nos adelgazará
Ahora bien, esta bebida no hará que adelgacemos antes y acabemos con la grasa como si de un milagro se tratara. Sí nos va a llenar antes porque es agua y de una de las frutas con que más sacian y esto hará que no tengamos más hambre de inmediato.
Las propiedades de la sandía
Es una fruta muy rica en licopeno, que es el que le da el color rojo tan característico y apetecible. Y a este antioxidante se le relaciona con la reducción del colesterol, la prevención algunos tipos de cáncer, la disminución de la presión arterial y el colesterol malo… pero no existe evidencia científica alguna que pueda sostener estas afirmaciones.
«Su volumen y contenido de agua genera una sensación de saciedad significativa, lo que ayuda a evitar el consumo excesivo de otros alimentos más calóricos», explican miembros de la Fundación Española del Corazón. Además, destacan que su fibra favorece el tránsito intestinal y la eliminación de toxinas.
El aumento de vitaminas y antioxidantes para el organismo
La sandía es rica en micronutrientes. Su consumo regular es esencial contra el calor porque aporta vitamina C para el sistema inmunológico y la salud de la piel. A su vez, la vitamina A es clave para la visión y el mantenimiento de las mucosas. «El grupo de vitaminas B como la B1, B2 y B6 de la sandía intervienen en funciones neurológicas y metabólicas», según expertos.
Según autoridades de FEN, su contenido en licopeno, un antioxidante que le da su color rojo característico, se encuentra en niveles superiores a otras frutas, con 2.454 µg por cada 100 gramos.
Un alimento clave para el corazón y el sistema nervioso
La sandía contiene citrulina, un aminoácido que se transforma en arginina en el organismo y contribuye a la producción de óxido nítrico. Se trata de una sustancia que relaja los vasos sanguíneos y mejora la circulación para lograr una mayor protección cardiovascular.
Bebida: regula la temperatura corporal
Desde la Fundación Española del Corazón indican que la sandía no solo hidrata, sino que también ayuda a regular la temperatura corporal. «Se le considera un alimento refrescante, ideal para prevenir golpes de calor, erupciones cutáneas y fatiga térmica», mencionan.
A su vez, los expertos nombran que consumir sandía fría tras una exposición solar intensa puede ser una forma eficaz y natural de recuperar el equilibrio interno. Por lo tanto, beber su agua o comerla en trozos más pequeños tiene un efecto inmediato sobre la sensación térmica y es una alternativa saludable frente a las bebidas industriales azucaradas o con cafeína.