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Nadie duda de los cuantiosos beneficios de una alimentación variada, pero probablemente te preguntes cuándo deberías comer cada tipo de comida para poder aprovecharlas al máximo. Por ejemplo, ¿sabes cuál es el mejor momento para tomar la fruta? Hay ciertas cuestiones que tienes que considerar para saberlo: por ejemplo, si es por la mañana o la noche.
¿Conviene tomar fruta en cualquier momento del día? ¿Hay algunas que son más recomendables por las mañanas, y otras que lo son por las noches?
¿Cuál es el mejor momento para tomar la fruta?
En principio, los nutricionistas coinciden en que el mejor momento para comer frutas es tan importante como el propio acto de comerla. Sólo así podemos garantizarnos que se digieran correctamente.
Aunque por lo general se suele decir que el momento óptimo para consumir frutas es al atardecer, especialmente antes o después de entrenar, la respuesta más precisa es que todo dependerá de qué fruta sea y qué objetivo tengamos.
Los expertos explican que la ingesta de las frutas adecuadas de forma constante puede contribuir a un estilo de vida más saludable, al maximizar los beneficios propios del resto de los alimentos que constituyen la dieta.
Las frutas ayudan a la digestión de los nutrientes sobre todo durante las horas de mayor actividad. Quienes suelen hacer bastante ejercicio sabrán que un plátano antes de practicar running o ir al gimnasio, o al volver, puede darles la energía que hace falta para el entrenamiento.
Durante la mañana
Lo ideal en las primeras horas del día, cuando muchas frutas pueden llegar a sentarnos mal, es decantarnos por aquellas que contienen energía y diversos antioxidantes. Las bayas, los plátanos y los cítricos ricos en vitamina C son las mejores alternativas por las que puedes optar.
Integrantes de la Clínica Mayo argumentan que esta vitamina «es un antioxidante que protege las células contra los radicales libres, las moléculas que se producen cuando descomponemos los alimentos».
Ellos mismos recuerdan que «los radicales libres pueden desempeñar un papel en las enfermedades cardíacas, el cáncer y otras enfermedades», por lo que tiene sentido recibir la vitamina C cuando el estómago está vacío. Como observaremos a continuación, no pasa lo mismo con otros nutrientes de las frutas.
Por la tarde
A mitad del día casi no existen restricciones en cuanto a las frutas que puedes consumir. Sí debes asegurarte la ingesta de una o dos piezas de fruta en ese período que comprende entre el almuerzo y la cena.
Éstas favorecerán la digestión sin sobrecargar tu organismo antes de acostarte. Hay varias frutas que podríamos aconsejar, pero las peras y las manzanas son las que más destacan. Y como se comen con piel, puedes disfrutarlas donde te encuentres.
Recuerda que antes de ir a dormir es mejor no comer de forma abundante, hacer cenas copiosas, picantes, y que lo normal es cenar unas dos horas antes de irnos a la cama.
Durante la noche
Si vas a comer frutas tras la cena, fíjate en aquellas que tienen propiedades para inducir el sueño. Los kiwis, las cerezas y las chirimoyas son frutas interesantes desde este punto de vista.
Todas ellas te aseguran un sueño profundo y reparador, de forma que al día siguiente te despiertes con energía.
La Universidad de Alcalá, en Madrid, añade que los estudios realizados han detectado una serie de alimentos que facilitan el sueño como pueden ser los cereales y derivados, las legumbres -la soja y sus derivados, como el tofu-, las verduras y hortalizas, los pescados como el bacalao, y los frutos secos.
Pero particularmente creen indispensable la presencia de frutas como las ya citadas, la piña, el plátano y el aguacate. Y sabes que tales frutas tienen cantidad de propiedades y nutrientes de los que te puedes beneficiar.
A primera hora, ¿buen momento para tomar la fruta?
Quitando la excepción de las frutas abundantes en antioxidantes o vitamina C, las primeras horas del día no son el mejor momento para el consumo de frutas.
Una ingesta de dos o tres frutas tan pronto te levantas puede causar un rápido aumento de los niveles de azúcar en la sangre. La fructosa que poseen estos alimentos no es dañina, como la de los ultraprocesados, pero aún así deberías ser precavido y evitar abusar de las frutas con el estómago vacío.
Procura incorporar antes algunas grasas o proteínas, lo que estabilizará tu azúcar en la sangre e impedirá que las frutas provoquen picos de glucosa. Aún incluso todas aquellas que sobresalen por su contenido de fructosa, como pueden ser los dátiles, los higos, las pasas, las chirimoyas, las manzanas, las peras y las uvas.
En general siempre es mejor no abusar de las frutas por la noche y a últimas horas tras cenar, es mejor hacerlo durante la cena y con esas dos horas antes de irse a dormir para realizar una correcta digestión.