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Debemos nutrirnos de una alimentación saludable. Si incorporamos, por ejemplo, alimentos como nueces a media mañana porque aportan excelentes beneficios al organismo. Las nueces contienen una combinación única de nutrientes esenciales que no solo benefician al cuerpo, sino también a la mente. En este sentido, investigaciones e instituciones médicas destacan que este fruto seco puede ayudar a mantener estables los niveles de energía, controlar el apetito y favorecer la salud cardiovascular. El consumo de este fruto seco puede representar una mejora sustancial en el rendimiento diario tanto físico como mental.
La elección de alimentos para ingerir entre el desayuno y el almuerzo es importante. Un estudio publicado en la revista científica Food & Function evaluó los efectos de una dieta rica en nueces en adultos jóvenes. Según los informes elaborados por especialistas, quienes consumieron nueces durante el desayuno y a media mañana obtuvieron mejoras notables en pruebas de memoria, velocidad de procesamiento y concentración sostenida. A través de imágenes por resonancia magnética funcional, se comprobó una mayor activación cerebral en áreas asociadas con la atención y la memoria de trabajo. A su vez, destacan que los efectos positivos no se limitaron al momento inmediato tras la ingesta, sino que se mantuvieron a lo largo del día. De este modo, “incluir un puñado de nueces en la rutina matinal no es solo una decisión alimentaria inteligente, sino una estrategia respaldada por la ciencia que potencia la agudeza mental y el bienestar integral”, según los expertos.
¿Qué nutrientes esenciales aportan las nueces?
Las nueces se destacan por su valioso perfil nutricional. Son especialmente ricas en ácidos grasos poliinsaturados, en particular el ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de omega-3 de origen vegetal con propiedades antiinflamatorias.
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), también aportan proteínas vegetales, fibra, vitamina E, ácido fólico, magnesio y compuestos antioxidantes como los polifenoles. «Esta combinación las convierte en un alimento funcional que no solo nutre, sino que protege frente al envejecimiento celular y el deterioro cognitivo».
Además, explican que el 68% de las grasas de la nuez corresponden a ácidos grasos poliinsaturados, con un 14% de proteínas y una importante presencia de minerales como hierro, zinc, potasio, fósforo, selenio y magnesio. «Las nueces son fuente de vitaminas B1, B3, B6 y folatos, fundamentales para el metabolismo energético y la salud del sistema nervioso», aseguran.
La estabilidad energética y el control del apetito
Los expertos de FEN sostienen que una de las ventajas más valoradas de consumir nueces a media mañana es su capacidad para ofrecer saciedad sin generar picos de glucosa.
Por lo tanto, a diferencia de las galletas, barras dulces o snacks ultraprocesados, las nueces ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en sangre. “Se logra una mayor concentración y productividad y se previene el bajón energético que muchas personas experimentan antes del almuerzo”, detallan.
La doctora Sushma, dietista clínica en los Hospitales CARE de la India, afirma que las nueces ofrecen numerosos beneficios para reducir el colesterol, promueven la salud cardiovascular, favorecen la saciedad y protegen contra el estrés oxidativo.
«Aunque son calóricas, su consumo moderado no implica un aumento de peso, ya que su riqueza en fibra y grasas saludables genera sensación de plenitud y reduce la necesidad de comer en exceso en las siguientes comidas», asegura.
¿Cuáles son las mejoras de las nueces en la función cerebral?
El aporte de nutrientes que realizan estos alimentos tiene una conexión directa con la salud cerebral. “Los ácidos grasos omega-3, en particular el ALA, han demostrado ser esenciales para el desarrollo y la protección del sistema nervioso central”, según informes de Food & Function.
A su vez, la investigación revela que el consumo regular de estos frutos secos reduce el deterioro cognitivo, mejora el desarrollo en tareas ejecutivas y permite una mayor capacidad de concentración.
Esta activación se traduce en una mayor eficiencia en tareas cognitivas exigentes, lo que hace de las nueces un alimento sencillo, pero poderoso para estudiantes, profesionales o cualquier persona que necesite mantenerse alerta.
Un alimento práctico y accesible
Además de sus beneficios fisiológicos y cognitivos, se trata de un fruto seco práctico, que no requiere refrigeración, es fácil de transportar y puedes consumir en cualquier lugar.
«Un puñado diario (aproximadamente 30 gramos) es suficiente para obtener sus beneficios, y puede incorporarse en múltiples formatos: solo, mezclado con yogur, en barritas caseras o con frutas deshidratadas», según los expertos de la FEN.
El consumo de nueces a media mañana es una decisión nutricional acertada, avalada por evidencia científica y recomendada por profesionales de la salud. «Su consumo cada día mejora el estado físico y mental, y permite construir un hábito saludable y sostenible en el tiempo», asegura la dietista Sushma.