El consumo de agua es esencial para el funcionamiento del cuerpo humano, ya que de ella dependen muchos de los procesos que tienen lugar tanto a nivel digestivo como celular. En ese sentido, cada vez son más las ofertas de aguas que existen en el mercado, por lo que es importante conocer las principales cualidades de cada una de ellas para elegir la más adecuada para ti. Conoce cuál es la mejor agua que podemos comprar en el supermercado para mantenerse hidratado y aprovechar al máximo los beneficios de consumir agua envasada. Cabe destacar que el agua mineral otorga oligoelementos y minerales que el cuerpo pierde, por ejemplo, al sudar durante el día.
Lo primero que hay que saber es que existen distintos procesos que se le pueden hacer al agua para aprovechar cada una de las propiedades con las que cuenta. Por ejemplo, se puede hacer una filtración de la misma, para eliminar sedimentos, impurezas y contaminantes del agua; o bien una mineralización, que se utiliza para sumar o mantener los minerales como el magnesio, calcio o potasio lo que mejora significativamente el valor nutritivo de la misma. También se puede ionizar, que es una alcalinización del agua, para regular su PH; o bien se puede destilar para eliminar minerales, sales e impurezas, aunque éste último proceso generalmente se hace para agua que se utilizará en determinados elementos, como la plancha o el auto. Descubrí cuál de todos estos procesos es el que mejor le sienta al cuerpo y cómo llegar a consumir ese agua para contar con todos los beneficios de la hidratación.
La mejor agua que puedes comprar
Lo importante es saber cuál de todos estos procesos es el que mejor le sienta al cuerpo y cómo llegar a consumir ese agua para contar con todos los beneficios de la hidratación.
Según el Instituto de Investigación Agua y Salud, «el agua mineral natural es un agua de origen subterráneo, protegida de todo tipo de contaminación, microbiológicamente sana y con una composición constante en minerales que, en ocasiones, le confieren propiedades favorables para la salud». Esta agua puede encontrarse mayormente en las góndolas de supermercados y tiendas; y es muy elegida por los usuarios que buscan un refresco liviano y que hidrate.
Se trata de un agua de origen natural, por lo que “no requiere de ningún tratamiento químico ni microbiológico para su consumo” y «están libres de cualquier riesgo de contaminación». Esto quiere decir que no necesitan de complementos que puedan ayudar a la asimilación de minerales y sales, manteniendo sus propiedades naturales intactas.
Por otro lado, están las aguas con una mineralización débil o las de mineralización muy débil, que es cuando reciben tratamientos que nos aportan otro tipo de nutrientes, y que por ello no dejan de ser saludables como la mineral.
Últimamente, debido a las dietas deficientes y a la poca variedad nutricional de algunas personas, puede que éstas últimas mencionadas sean las más aconsejadas para reponer en el cuerpo aquello que no logramos hacerlo si no es de esta manera.
Las aguas de mineralización son aquellas que requieren de un proceso externo a su extracción para conseguir los minerales y sales necesarios para el organismo. Existen distintos tipos de agua mineralizada entre los que se encuentran el agua mineralizada muy débil, con menos de 50 mg/l de residuos secos y la débil, con menos de 500 mg/l de residuos secos.
Cabe destacar que el residuo seco en el agua hace referencia a la cantidad de sales y minerales disueltos que contiene debido a las características del terreno en el que está ubicada el manantial del que procede.
Qué agua es mejor comprar en el supermercado
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) «el agua de grifo es la mejor opción: una alternativa económica, sostenible y de calidad», ya que para poder acceder a un agua mineralizada, de mineralización débil o muy débil generalmente se requiere de dinero que no toda la población cuenta.
Además, se debe considerar que la OMS señaló que, en los adultos, el nivel de consumo de agua diario debe ser de al menos dos litros, por lo que se puede concluir que si toca comprar a diario dos litros de agua mineral, puede ser muy algo complicado para el ecosistema. Y eso sólo si pensamos que hay un adulto, sin contar si hay más de un integrante en la familia, y que no posea requerimientos adicionales como bajar los niveles de sodio, entre otros.
Una alternativa a este consumo de agua es la posibilidad de colocar en el grifo un purificador, que aportará a que todo sea más saludable; sin embargo puede requerir de una inversión inicial a la que no todos pueden acceder.
Finalmente, es importante concienciar sobre el cuidado en el uso del agua, ya que se trata de un recurso natural finito, y que haciendo un uso desmesurado y continuar creando factores de contaminación, puede poner en riesgo su conservación y también la posibilidad de que en un futuro todos tengan acceso a ella.