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El magnesio es un mineral esencial que debemos obtener a través de la alimentación o suplementación para evitar que haya una deficiencia. Su función más importante es como electrolito, siendo usado por el cuerpo para la regulación de diversas reacciones químicas, es decir, aquellas que ayudan a las células a convertir los nutrientes en energía. Pero, ¿cómo saber si tengo déficit de magnesio, y si la transformación de nutrientes en energía corre peligro?
Es clave que estés atento a una posible carencia de este mineral en tu organismo, ya que no sólo estarán en riesgo estas reacciones químicas sino otros procesos en los que participa. Por ejemplo, las funciones musculares y nerviosas, el control de azúcar en la sangre, el control del ritmo cardíaco y más.
¿Cómo saber si tengo déficit de magnesio?
La Central Lechera Asturiana, en su artículo «La deficiencia de magnesio y los lácteos como opción«, indica que «existen estudios que revelan que, en esta última década, tanto en España como en Europa, la población no llega a cubrir las ingestas recomendadas de magnesio», por lo que debemos estar pendientes de una posible carencia de este mineral y las consecuencias que ésta tendría en nuestra salud. Entre ellas, la posibilidad de desarrollar algunas enfermedades graves.
Lo interesante es que el magnesio es bastante abundante en los alimentos que comemos, y se encuentra naturalmente en muchos de los cereales integrales, productos lácteos y fuentes de proteínas magras que consumimos, por lo que si llevas una dieta variada y equilibrada no deberías tener ninguna carencia.
Incluso, aunque no es tan conveniente como el magnesio natural, algunos de los cereales típicos para el desayuno son enriquecidos con magnesio.
Otro dato positivo es que, si la ingesta de magnesio es menor a la que debería, el metabolismo es capaz de almacenarlo en los huesos. Ahora bien, esto dependerá en parte del estado de tus riñones. Ellos participan en el almacenamiento y la eliminación del magnesio por lo que, si tienes problemas renales, probablemente la gestión de este mineral que hace tu cuerpo no sea la más correcta.
Por todo ello, la mayoría de jóvenes no requieren suplementos de magnesio. Si vas a tomarlos porque estás entrenando o porque tienes deficiencia, siempre debes consultar a un profesional antes de hacerlo.
¿Cuáles son los síntomas de la deficiencia de magnesio?
Si bien basta con un simple análisis de sangre para comprobar los niveles de magnesio en un paciente, debes saber que normalmente no se contempla esta información como parte de los exámenes sanguíneos. Si dudas sobre la presencia de magnesio en tu organismo, deberás pedir que lo añadan a los análisis.
¿Cuándo los añade el propio médico? Cuando nota que los niveles de otros electrolitos, en particular potasio o calcio, están bajos; ya que suelen guardar relación directa con el magnesio. De lo contrario, tienes que ser tú mismo el que se ocupe de que contemplen para poder sacar algunas conclusiones.
Los principales síntomas de una carencia metabólica de magnesio son la fatiga o cansancio, la debilidad muscular inexplicable, los calambres o espasmos permanentes en las piernas. La enciclopedia médica MedLinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, cita otros síntomas menos frecuentes pero habituales, como movimientos extraños de los ojos, o nistagmo, el entumecimiento muscular y las convulsiones.
De combinarse dos o más síntomas de los citados, se debe acudir de inmediato al doctor para que realice las pruebas que confirmarán esa deficiencia de magnesio en el paciente.
¿Qué causa el nivel bajo de magnesio?
Podríamos imaginarnos, en primera instancia, que los niveles bajos de magnesio son el resultado de una alimentación poco variada y en absoluto equilibrada. Curiosamente, ésta no es la causa más común sino que la deficiencia de magnesio es un síntoma en sí mismo de otros problemas de salud, y de la ingesta de medicamentos para contrarrestar esas patologías, trastornos y afecciones. Ciertos fármacos alteran la forma en la que el cuerpo absorbe el magnesio, por lo que no es raro que los pacientes medicados muestren niveles irregulares de magnesio a lo largo de su tratamiento de salud.
¿Cómo se trata la deficiencia de magnesio?
Los suplementos orales son el tratamiento más popular para la carencia de magnesio, y debes enfrentar este déficit porque, si no lo haces, puedes acabar desarrollando enfermedades como cardiopatías, hipertensión, diabetes tipo 2 u osteoporosis. ¡Pide que añadan el magnesio en tu próximo análisis de sangre!
Tal como establece la National Institutes of Health, el magnesio es un nutriente que el cuerpo necesita para mantenerse sano. El magnesio es importante para muchos procesos que realiza el cuerpo. Por ejemplo, regula la función de los músculos y el sistema nervioso, los niveles de azúcar en la sangre, y la presión sanguínea. Además, ayuda a formar proteína, masa ósea y ADN (el material genético presente en las células).