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El kéfir es una bebida fermentada de origen ancestral, popularizada por sus múltiples beneficios para la salud. Proveniente de las regiones montañosas del Cáucaso, el kéfir ha sido utilizado durante siglos por sus propiedades curativas, especialmente en lo que respecta al sistema digestivo. Esta bebida se obtiene mediante la fermentación de leche o agua con «granos de kéfir», una mezcla de bacterias y levaduras que actúan como agentes fermentadores. El proceso de fermentación transforma la leche o el agua en una bebida ligeramente efervescente, de sabor ácido, y rica en probióticos. Con el auge de las dietas saludables y el creciente interés por los alimentos funcionales, el kéfir se ha convertido en un aliado de quienes buscan mejorar su bienestar general, favoreciendo tanto la digestión, reduciendo la barriga hinchada así como el sistema inmunológico.
Según el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo «en los granos de kéfir encontramos un consorcio de bacterias y levaduras cuyas especies pueden variar un poco, dependiendo del lugar donde se produzca. Esto quiere decir que encontramos diferencias entre los microorganismos que componen a los granos de kéfir; por ejemplo, de Rusia y de Marruecos». Estos microorganismos vivos ayudan a mantener un equilibrio saludable en la microbiota intestinal, bajar la barriga hinchada, promoviendo una digestión adecuada y fortaleciendo el sistema inmunológico. Además, el kéfir contiene nutrientes esenciales como calcio, vitaminas B, magnesio y proteínas de alta calidad. Dependiendo de la base utilizada, puede ser más o menos graso, pero en general, es considerado una opción baja en calorías y alta en nutrientes. Veamos cuáles son los principales beneficios del kéfir, desde sus efectos positivos sobre la digestión hasta sus ventajas para la salud ósea, la piel y el bienestar general.
El probiótico reduce la barriga hinchada
Mejora la salud digestiva
Uno de los beneficios más conocidos del kéfir es su capacidad para mejorar la salud digestiva. Es una excelente fuente de probióticos, microorganismos vivos que contribuyen a equilibrar la microbiota intestinal.
Un estudio de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo afirma que el kéfir promueve el crecimiento de bacterias benéficas, modificando la actividad y composición de la microbiota intestinal. Evidencia experimental sugiere que podría ejercer una influencia efectiva en la agregación, adhesión y supervivencia de las bacterias probióticas.
Estos probióticos ayudan a mantener una flora intestinal saludable y favorecen la digestión eficiente de los alimentos. El consumo regular de kéfir puede ayudar a tratar trastornos digestivos comunes, como el síndrome del intestino irritable (SII), la diarrea y el estreñimiento.
El kéfir puede ayudar de distintas formas a eliminar la hinchazón abdominal: por ejemplo, ayudando al proceso digestivo y a mejorar la digestión, lo que se traduce en menos gases, menos hinchazón y un mejor bienestar, a partir de equilibrar la microbiota intestinal.
Por otra parte, el kéfir también es efectivo en la disminución de la inflamación. Esto quiere decir que gracias a la acción de esos probióticos, se disminuye la hinchazón y así se mejora no sólo en apariencia sino también en bienestar.
Fortalece el sistema inmunológico
El kéfir también juega un papel importante en el fortalecimiento del sistema inmunológico. La microbiota intestinal, el conjunto de bacterias que habitan en el tracto digestivo, está estrechamente relacionada con el sistema inmunológico.
Un intestino sano y equilibrado es fundamental para una respuesta inmunitaria efectiva, ya que la mayoría de las células del sistema inmune se encuentran en el tracto intestinal. Al consumir kéfir, los probióticos favorecen el equilibrio intestinal, lo que puede mejorar las defensas del organismo frente a infecciones y enfermedades. Con esto reduces la barriga hinchada.
Promueve la salud ósea
El kéfir es una excelente fuente de calcio, un mineral esencial para la salud ósea. El calcio es fundamental para mantener los huesos fuertes y prevenir la pérdida ósea asociada con enfermedades como la osteoporosis.
El consumo regular de kéfir puede ser beneficioso para prevenir enfermedades óseas y mantener una estructura ósea saludable. Beber kéfir es una forma deliciosa y natural de asegurar una ingesta adecuada de calcio y otros nutrientes clave para el bienestar de los huesos.
Mejora la salud de la piel
Este probiótico también tiene beneficios para la piel, gracias a su contenido de antioxidantes, vitaminas del grupo B y ácido láctico. Estos nutrientes ayudan a mejorar la salud de la piel, promoviendo una mayor hidratación y reduciendo la inflamación.
Los probióticos presentes en el kéfir pueden ayudar a equilibrar la flora bacteriana en la piel, lo que puede ser útil en el tratamiento de afecciones cutáneas como el acné, la rosácea y la dermatitis.
Facilita la pérdida de peso para la barriga hinchada
El kéfir también puede ser útil para aquellos que buscan controlar su peso. Al ser una bebida rica en proteínas, ayuda a aumentar la sensación de saciedad, lo que puede reducir el apetito y las ganas de comer en exceso.
Además, el kéfir es bajo en calorías y rico en nutrientes esenciales, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes desean mantener una dieta saludable y equilibrada mientras controlan su ingesta calórica, y permite reducir la barriga hinchada.
Por otra parte, el kéfir de leche, particularmente, produce un tipo de fermentación que predigiere gran parte de la lactosa, lo que se traduce en una mejoría significativa para quienes son intolerantes a la lactosa, o bien para quienes padecen de inflamación por esta causa.
Contribuye a la salud mental
La conexión entre el intestino y el cerebro, conocida como el eje intestino-cerebro, implica que un intestino desequilibrado puede afectar el estado de ánimo y la función cognitiva. Al mejorar la salud intestinal, los probióticos del kéfir pueden ayudar a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión.
¿Cómo incorporar el kéfir en tu dieta?
Incorporar el kéfir en tu dieta diaria es fácil y delicioso. Puedes hacer varias cosas, desde beberlo, añadirlo a tus batidos, usarlo en lugar de yogur en tus recetas o incluso mezclarlo con frutas y nueces para un desayuno o merienda saludable.
Además, también puedes encontrar kéfir en versiones sin lácteos, como el kéfir de agua, perfecto para personas que siguen una dieta vegana o que no toleran los lácteos. Se incorpora a segundos platos de forma importante y también se toma como postre, así es bueno para desayunar y para cenar de manera más ligera.