Esto es lo que le pasa a tu cuerpo si tomas un chupito de aceite de oliva todos los días

Esto es lo que le pasa a tu cuerpo si tomas un chupito de aceite de oliva todos los días

El aceite de oliva, especialmente en su versión extra virgen, es uno de los alimentos más valorados dentro de la dieta mediterránea y un verdadero tesoro natural para la salud. Hoy en día, está científicamente comprobado que incorporar una pequeña cantidad de aceite de oliva extra virgen en la dieta diaria puede tener impactos positivos en el organismo, tanto por dentro como por fuera.

Este producto tan preciado tiene su origen en la cuenca del Mediterráneo, donde ha sido valorado durante siglos por sus propiedades nutricionales y medicinales. Obtenido de la presión en frío de las aceitunas, especialmente en su versión extra virgen, este aceite es una fuente rica de ácidos grasos monoinsaturados, antioxidantes y vitamina E. Su consumo diario, en cantidades adecuadas, puede aportar beneficios significativos para la salud. La Fundación Española del Corazón explica que «es rico en ácido oleico, un tipo de grasa monoinsaturada que ejerce una acción beneficiosa sobre los vasos sanguíneos». Desde la prevención de estas enfermedades hasta la mejora del metabolismo y el sistema inmunológico, el aceite de oliva es un aliado natural del bienestar. Su inclusión en la dieta diaria es sencilla y deliciosa.

Las propiedades del aceite de oliva

Especialmente el extra virgen es la forma más pura del aceite, obtenido por presión en frío y sin procesos químicos. La dietista Emma Shafqat asegura que «el extra virgen es la mejor opción, ya que es el menos procesado y conserva los niveles más altos de antioxidantes». Las principales propiedades nutricionales son:

Los beneficios de consumir aceite de oliva diariamente

Incluir una cucharada diaria de este oro líquido en tu dieta puede ofrecerte muchos beneficios:

Regula el colesterol

El consumo regular de aceite de oliva ayuda a reducir el colesterol LDL (malo) y a mantener o aumentar el colesterol HDL (bueno), favoreciendo una buena salud cardiovascular.

Controla la presión arterial

Gracias a sus antioxidantes y grasas saludables, puede ayudar a mejorar la elasticidad de las arterias y a reducir la presión arterial. «Contribuye a reducir la presión arterial en pacientes hipertensos. Su contenido en compuestos fenólicos es lo que marca la diferencia en comparación con el aceite de oliva refinado», afirma la Fundación Española del Corazón.

Mejora la digestión

Estimula la producción de bilis y facilita la digestión de las grasas, ayudando a prevenir el estreñimiento y otros trastornos digestivos.

Previene enfermedades cardiovasculares

Su consumo diario está asociado con un menor riesgo de infarto y otras enfermedades del corazón gracias a su efecto antiinflamatorio y antioxidante.

Fortalece el sistema inmunológico

Gracias a su alto contenido en antioxidantes, mejora la respuesta inmunológica frente a virus, bacterias y enfermedades crónicas.

Tiene efecto antiinflamatorio

Los compuestos fenólicos actúan como antiinflamatorios naturales, ayudando a aliviar dolores articulares y musculares. Un estudio de la revista Nutrients explica que «los polifenoles presentan múltiples actividades beneficiosas para la salud, contribuyen a prevenir la aparición y progresión de diversas enfermedades inflamatorias crónicas».

Protege el cerebro

Los antioxidantes presentes en el aceite de oliva pueden ayudar a proteger el cerebro del deterioro cognitivo, reduciendo el riesgo de enfermedades como el Alzheimer.

Favorece la salud de la piel

El aceite de oliva hidrata desde el interior, mejorando la elasticidad y firmeza de la piel. También ayuda a combatir el envejecimiento prematuro gracias a la vitamina E y los polifenoles.

Algunos consejos para el consumo de aceite de oliva

Para aprovechar al máximo sus beneficios, es importante tener en cuenta:

Incorporar el aceite de oliva en tus comidas no solo es saludable, sino también delicioso. Aquí tienes cinco ideas fáciles para hacerlo parte de tu día a día:

Tostadas con tomate y aceite de oliva

Un clásico desayuno mediterráneo: pan integral tostado con tomate rallado, una pizca de sal y un generoso chorrito de aceite de oliva.

Ensaladas frescas

Ideal para usar como aderezo junto con limón, vinagre balsámico o mostaza. Realza el sabor de verduras, frutas y proteínas.

Hummus casero

Preparado con garbanzos, jugo de limón, ajo y aceite de oliva extra virgen. Perfecto como snack o acompañamiento.

Vegetales asados con aceite de oliva

Asa zanahorias, berenjenas, calabacines o pimientos con aceite de oliva, sal, ajo y romero para una guarnición saludable.

Smoothie verde con un toque de aceite de oliva

Añade media cucharadita de aceite de oliva a tu batido de espinaca, manzana, pepino y jengibre. Le dará una textura más suave y grasas saludables.

 

 

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