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Beber cerveza es una práctica común en muchas culturas, y para muchos, disfrutar de una cerveza al final del día es casi una rutina. Sin embargo, cuando el consumo de esta bebida se convierte en una práctica diaria, pueden surgir importantes problemas para la salud, tanto físicos como psicológicos. Aunque la cerveza, cuando se consume con moderación, puede tener algunos beneficios potenciales, el consumo excesivo o diario tiene efectos negativos que pueden afectar a tu cuerpo y tu mente.
La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más consumidas en todo el mundo, y su historia se remonta a miles de años. Esta bebida se elabora a partir de la fermentación de cereales, principalmente cebada, y contiene alcohol etílico, que es el componente responsable de sus efectos en el cuerpo. Aunque en ocasiones el consumo de cerveza puede ser parte de una rutina social y recreativa, beberla a diario puede tener efectos negativos tanto en la salud física como mental. La Universidad de Murcia explica que «el consumo medio de cerveza debe ser moderado ya que un exceso de ingesta de alcohol puede provocar problemas muy variados, aparte de los terribles derivados de la dependencia alcohólica: el alcohol es muy energético, 7 kilocalorías por gramo, comparadas con las cuatro de los hidratos de carbono o proteínas».
Los efectos físicos de beber cerveza a diario
Vamos a explorar y a detenernos sobre lo que sucede cuando el consumo de cerveza se convierte en un hábito diario y sus consecuencias para el organismo y la psique.
Aumento de peso y problemas metabólicos
La cerveza es una bebida bastante calórica. Una lata de cerveza estándar puede contener alrededor de 150 calorías, lo que puede sumar rápidamente si se consume todos los días.
Si una persona consume una cerveza diaria y no compensa las calorías con actividad física, el resultado puede ser un aumento de peso progresivo. Así, aumentar de peso, en particular en la zona abdominal, está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades metabólicas.
Daño hepático
El hígado es el principal órgano encargado de metabolizar el alcohol en el cuerpo. Beber cerveza todos los días sobrecarga este órgano, lo que con el tiempo puede causar una serie de trastornos hepáticos.
La Clínica Alemana explica que «el desarrollo de la enfermedad es amplio, desde hígado graso, hepatitis alcohólica, cirrosis y cáncer al hígado. Casi el 90% de los pacientes con consumo excesivo de alcohol tienen, al menos, hígado graso. Posteriormente, se produce inflamación con desarrollo de hepatitis alcohólica, luego viene fibrosis y se establece la cirrosis, condición que es irreversible».
Problemas cardiovasculares
El consumo excesivo de alcohol tiene efectos negativos sobre el sistema cardiovascular. Beber cerveza a diario aumenta el riesgo de hipertensión (presión arterial alta), arritmias cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
La Fundación Cardiológica Argentina afirma que «el consumo de más de 100 gr de alcohol por semana (más de 1 litro de vino, más de 3 litros de cerveza, más de 300 ml de bebida blanca semanal), aumenta el riesgo de arritmias, dislipemia (aumento de grasas en sangre) e hipertensión arterial. Es importante tener presente que el consumo excesivo de alcohol causa enfermedad cardiovascular». Así que siempre lo haremos con moderación.
Trastornos digestivos
Beber cerveza todos los días puede provocar diversos problemas gastrointestinales. El alcohol irrita el revestimiento del estómago, lo que puede causar gastritis, úlceras gástricas y otros trastornos digestivos.
Además, es de resaltar que el consumo excesivo de alcohol afecta la flora intestinal, alterando el equilibrio de bacterias beneficiosas en el intestino.
Efectos psicológicos del consumo diario de cerveza
No solo la salud física se ve afectada por el consumo diario de cerveza; la salud mental y emocional también puede verse comprometida.
A continuación, exploramos algunos de los impactos psicológicos del consumo excesivo de cerveza:
Dependencia y adicción
El consumo frecuente de cerveza puede llevar al desarrollo de dependencia o adicción. Beber todos los días puede alterar la química cerebral, aumentando la necesidad de consumir más para sentir los mismos efectos.
Esto sucede con otras bebidas alcohólicas. Para hablar de ello, la Asociación Psicológica Estadounidense explica que «la dependencia del alcohol se caracteriza por la tolerancia (la necesidad de tomar más para lograr la misma euforia) y el síndrome de abstinencia si la bebida se interrumpe bruscamente. No importa qué tipo de alcohol uno tome y ni siquiera la cantidad: las personas dependientes del alcohol a menudo no pueden dejar de tomar una vez que comienzan».
Alteraciones del estado de ánimo y ansiedad
El alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central, lo que significa que, aunque inicialmente puede inducir una sensación de relajación o euforia, con el tiempo puede alterar el estado de ánimo y provocar ansiedad, depresión o irritabilidad.
La razón detrás de esto es que el alcohol afecta los niveles de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que son responsables del bienestar y la felicidad.
Deterioro cognitivo y de la memoria
El consumo constante de alcohol, incluso en cantidades moderadas, puede afectar la función cognitiva. En especial, el consumo excesivo de cerveza puede llevar a problemas de memoria a corto plazo, dificultad para concentrarse y pérdida de habilidades cognitivas.
El Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo indica que «las lagunas mentales inducidas por el alcohol pueden resultar en no recordar lo que sucedió cuando estaba intoxicado y en un riesgo drásticamente mayor de sufrir lesiones y otras consecuencias nocivas. Cualquier persona que bebe alcohol puede tener lagunas, no importa su edad o su experiencia con el alcohol».
A largo plazo, el consumo crónico de alcohol también está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como la demencia o el alzhéimer.
Beneficios del consumo de cerveza
Sus posibilidades preventivas, gracias a ciertos componentes, son innumerables contra enfermedades óseas y circulatorias y cáncer. Desde este trabajo y siempre con una ingesta moderada, se quiere abordar el posible beneficio de la cerveza desde una nueva perspectiva: de regular el sueño, gracias a la acción sedante principalmente del lúpulo que posee esta bebida, según el estudio Cerveza y Salud, beneficios en el sueño.