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En el desayuno, para merendar, de niños, adolescentes y también de mayores. El pan de molde parece ser aquel recurso que nos salva cuando no sabemos qué comer, y resulta que no es nada bueno, según los expertos. Lo tostamos, lo comemos en forma de tentempié, el sándwich de toda la vida, y hasta añadiendo manjares algo distintos. Sin embargo, es un pan repleto de azúcares y grasas, si es procesado, por esto hay que saber elegir cuál es el mejor.
En este episodio del #podcast El Pulso con el Doctor Alberto Rojas, los expertos se adentraron en el controvertido mundo del pan natural con @ichiaragon_ cofundadora de Masa Amiga, que contó las claves sobre cómo elegir un pan auténtico y saludable. Desde la experiencia de Itziar con Masa Amiga hasta los conocimientos nutricionales del @doctorrojass: un episodio lleno de consejos prácticos sobre cómo incorporar el pan natural en nuestra dieta de forma saludable. El pan de molde procesado suele contener una larga lista de ingredientes perjudiciales. El cardiólogo Rojas asegura que estos alimentoss llevan aceites como el de girasol que sabemos que son proinflamatorios y que el cuerpo no lo puede eliminar. También pueden incluir azúcares añadidos, emulsionantes y conservantes que alteran la salud digestiva y metabólica.
El pan que es mejor que no comamos, según Aurelio Rojas
En este mismo podcast, el doctor especifica que, aunque el pan de molde especialmente de supermercado realmente lleve cantidad de ingredientes nada saludables, no quiere decir que un día no podamos comernos un sándwich. «Pero todos los días no, imagínate que le das cada día un sándwich a tu hijo de pan de molde procesado que además lleva embutido que casualmente también lleva aditivos que se han relacionado con muchos tipos de cáncer».
El cardiólogo señala que este procesado suele contener aceites vegetales refinados como el de girasol, palma o colza. Estos aceites, cuando se consumen frecuentemente y en exceso, pueden tener un efecto proinflamatorio en el cuerpo y estar relacionados con enfermedades metabólicas.
La propia Itziar, cofundadora de Masa Amiga, relata en el podcast que el pan de molde no suele durar tanto, no más de una semana, especialmente si se hace como corresponde, de verdad «el que no lleva conservantes». Además, es fundamental que tengas en cuenta que la mayoría cuenta con sal, aunque hay versiones sin este ingrediente.
En este caso, si comes este alimento, que en general no es tampoco bien visto por los expertos, lo ideal es que reduzcas la cantidad que consumes. Mantén un control de las porciones y combínalo con otros alimentos saludables, como vegetales, proteínas magras o aguacate, para mejorar tu dieta.
¿Qué pan podemos elegir entonces?
Para una alimentación más saludable, se recomienda elegir artesanales, preferiblemente integrales, elaborados con masa madre, y evitar aquellos con ingredientes difíciles de pronunciar. Leer las etiquetas y optar por productos con pocos y naturales componentes es un buen comienzo para mejorar la dieta diaria.
El de masa madre, al contrario que el pan de molde procesado, al ser un producto artesanal, no contiene estos aditivos, lo que lo hace más natural y limpio. Por el contrario, los de molde industriales están diseñados para tener una larga vida útil, e incorporan conservantes, estabilizantes y otros químicos que pueden afectar la salud intestinal a largo plazo. De ahí que nos duren más tiempo y esto quiere decir entonces que no es un pan realizado sin conservantes.
Pan fresco Vs el de molde
Según la FEN, la composición nutricional del fresco depende de diversos factores, entre los que destacan:
- El tipo de harina utilizada (trigo, maíz, centeno, etc.).
- El grado de extracción de la harina, es decir, la cantidad de harina que se obtiene de 100g de cereales. Cuanto más elevado sea el grado de extracción, “más integral” es la harina. Un 82% de extracción corresponde a una harina integral y con la harina del 72% de extracción se obtiene lo que se denomina pan blanco.
- La fortificación o enriquecimiento de la harina con algunos nutrientes, especialmente calcio y hierro, que incrementa el valor nutritivo del producto final, adición muy poco frecuente en nuestro país.
- La adición de otros ingredientes en la preparación de otras variedades de pan.
Mientras que una diferencia importante entre el blanco y el integral es el contenido en fibra, 2 a 6 veces mayor en este último, contribuyendo significativamente a la ingesta total y con las repercusiones positivas en la salud, antes comentadas.
El pan de molde tiene la particularidad de que se le añaden grasa para conferirle sus especiales características organolépticas, incrementando su rendimiento energético (274 kcal/100 g).
Y, según la FEN, el contenido de grasa del pan de molde es sensiblemente mayor: 5.2 g, grasa que puede ser de distinta procedencia (vegetal, hidrogenada o animal) y, por tanto, de muy diferente calidad.