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Ana María Lajusticia, química de formación y destacada nutricionista española, reconocida por su enfoque práctico y accesible en el ámbito de la salud y la nutrición, falleció hace unos días a la edad de 100 años. A lo largo de su carrera, defendió una dieta equilibrada basada en alimentos frescos y naturales, complementada con la suplementación adecuada para optimizar el bienestar. Su principal objetivo era promover una vida saludable, prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida de las personas a través de hábitos alimenticios sencillos pero efectivos. Lajusticia se convirtió en una figura de referencia, no solo por su amplia trayectoria, sino por su longevidad y vitalidad, que atribuía en gran parte a los principios de su propia dieta.
«La alimentación saludable regula el metabolismo, la digestión, el ánimo, la concentración y el rendimiento, mantiene en adecuadas condiciones el sistema inmune, la visión, los huesos, la piel, el cabello y en general todos los órganos y su adecuado funcionamiento», asegura la Clínica Universidad de La Sábana. A través de sus libros y conferencias, Lajusticia promovió un estilo de vida saludable, evitando los procesados y reduciendo el consumo de azúcares refinados. Además, enfatizaba la importancia de la suplementación con minerales y vitaminas, una recomendación que, según ella, era fundamental para garantizar una nutrición completa y equilibrada. Asimismo, la hidratación es otro pilar de su dieta: el consumo adecuado de agua es esencial para el funcionamiento del cuerpo, para la digestión, y para la eliminación de toxinas. En este artículo, analizaremos los principios de la dieta de Ana María Lajusticia, sus características y por qué sigue siendo relevante hoy en día.
Principales características de la dieta de Ana María Lajusticia
Alimentos naturales y frescos
Uno de los pilares fundamentales de la dieta de Lajusticia es el consumo de alimentos frescos y naturales. Esta dieta promueve una alimentación rica en frutas, verduras, hortalizas, legumbres, y proteínas magras.
En esta misma línea se encuentra la dieta saludable NICE que, según la Clínica Universidad de Navarra, también «enfatiza el consumo de alimentos frescos, naturales y mínimamente procesados, como frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables. Además, promueve la reducción en la ingesta de alimentos procesados, grasas saturadas, grasas trans y azúcares añadidos».
En lugar de alimentos procesados, que suelen estar llenos de azúcares añadidos, grasas saturadas y conservantes, Lajusticia aconseja optar por productos de temporada y, siempre que sea posible, de origen orgánico.
Eliminación de azúcares refinados y comida procesada
Otro aspecto clave de la dieta de Ana María Lajusticia es la eliminación o reducción de los azúcares refinados ya que el consumo excesivo de estos productos no solo favorece el aumento de peso, sino que también contribuye al desarrollo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y trastornos cardiovasculares. En su lugar, recomienda optar por alternativas como la miel o el azúcar de coco, en cantidades moderadas.
Proteínas de alta calidad
La dieta de Lajusticia pone un fuerte énfasis en el consumo de proteínas de alta calidad, esenciales para la regeneración celular y la reparación de los músculos. Entre las fuentes recomendadas están el pescado, las carnes magras, los huevos, las legumbres y los frutos secos.
En esta misma línea de alimentos proteicos, existen otras dietas similares como la Dieta Paleolítica que, según la Clínica Mayo, también «incluye frutas, verduras, carnes sin grasas, pescado, huevos, frutos secos y semillas. Estos son alimentos que en el pasado las personas podían encontrar mediante la caza y la recolección».
Estos alimentos no solo proporcionan proteínas, sino también una buena cantidad de vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales.
Suplementación nutricional: Ana María Lajusticia
Uno de los aspectos que más destacan en la dieta de Ana María Lajusticia es su enfoque en la suplementación nutricional. A pesar de que la nutricionista recomienda una alimentación equilibrada y variada, también enfatiza que, en muchos casos, la dieta por sí sola no es suficiente para cubrir todas las necesidades nutricionales del cuerpo.
Por ello, Lajusticia recomendaba la incorporación de suplementos específicos, como el magnesio, el calcio, las vitaminas D y B12, o los ácidos grasos omega-3, para garantizar un aporte adecuado de estos nutrientes esenciales.
Un estudio de Los Institutos Nacionales de Salud, afirma que cuando una persona toma algún suplemento de multivitaminas y minerales aumenta la cantidad de nutrientes que consume cada día. Esto puede ayudar a que la persona consuma las cantidades recomendadas de vitaminas y minerales cuando no puede ingerirlas con los alimentos solamente o, si las ingiere, la cantidad no es suficiente.
Los suplementos se convierten en una herramienta para optimizar la salud, prevenir carencias nutricionales y mejorar el rendimiento físico y mental.
Además esta química siempre destacaba las bondades del magnesio como mineral en la dieta de todos. Por esto Lajusticia ha vivido durante 100 años gracias a una alimentación buena y sus determinados suplementos.