Contenido
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- 0.2 José Luis Górriz, nefrólogo, resuelve la duda sobre el consumo excesivo de proteínas: «Problemas de…»
- 0.3 Revelan la verdad sobre la chía: el efecto real que produce en tu organismo y que sorprende a expertos
- 1 Qué comida rápida suele ser más saludable
- 2 Cómo hacer más sanas estas comidas rápidas
Tanto el kebab como la pizza forman parte del universo de la comida rápida: recetas muy calóricas, ricas en grasas saturadas, sal, azúcares añadidos y con un valor nutricional bastante pobre. Pero cuando comparas ingredientes, los métodos de cocción y las salsas, una de las opciones puede ser más favorable.
Aquí nos centraremos en lo que explica la tecnóloga de alimentos Silvia Fernández, que ha analizado hamburguesas, kebabs y pizzas en distintos estudios. Según ella, la pizza puede ser la alternativa menos perjudicial siempre que no vaya cargada de salsas, embutidos o masas gruesas. Veámoslo en detalle.
Qué comida rápida suele ser más saludable
Cuando comparas pizza y kebab, lo primero que debes mirar es el tipo de ingredientes. La pizza parte con cierta ventaja porque puedes controlar mejor lo que lleva encima: verduras frescas, champiñones, pollo o pavo y una base fina de masa.
Si eliges productos frescos, el contenido calórico baja y la proporción de grasas saturadas también. El problema llega cuando añades pepperoni, bacon, salsas densas o demasiada mozzarella. Ahí la balanza se mueve hacia un plato muy pesado, con más grasa que un kebab estándar.
El kebab, en cambio, suele dar la impresión de ser más ligero porque incluye ensalada y la carne se asa girando en un grill vertical. Pero la pieza de carne suele mezclarse con otras carnes y aditivos.
A esto se suma que la carne acostumbra a llevar un contenido alto de sal, y que las salsas —especialmente las de yogur o las tipo mayonesa— elevan las calorías de forma notable. Si eliges pan de pita y añades patatas fritas, la ración completa supera con facilidad lo que esperas consumir en una comida normal.
En conjunto, la pizza gana si la mantienes sencilla: base fina, verduras, una proteína magra y poca salsa. Es más fácil controlar el aporte total y evitar los excesos que vienen en kebabs preparados con carne muy salada y mezclas de origen incierto.
Cómo hacer más sanas estas comidas rápidas
Si te apetece una de estas opciones pero quieres reducir el aporte calórico, o quieres evitar preparar una comida muy pesada, puedes hacer algunos ajustes que cambian bastante el resultado.
- Elige siempre masas o panes integrales cuando sea posible. Te ayudará a sentir saciedad durante más tiempo.
- Prioriza las verduras frescas por sobre las carnes procesadas. Intenta que la base de tu plato sean los vegetales.
- Cambia el pepperoni, bacon o kebab mixto por pollo o pavo. Las carnes procesadas suelen tener más grasas saturadas, sal y aditivos.
- Pide las salsas aparte para controlar la cantidad o sustitúyelas por tomate natural triturado.
- Evita las masas gruesas y las raciones gigantes. Una pizza fina o media ración de kebab ya sacian.
- Sustituye los refrescos por agua para no añadir exceso de azúcar a tu comida.
- Evita acompañamientos fritos como patatas, que aumentan el aporte calórico.
Si aplicas estos cambios, tanto la pizza como el kebab pueden encajar en una dieta que no comprometa tu nutrición. La clave está en elegir ingredientes reconocibles, moderar las grasas y no convertir este tipo de comida en algo habitual.






