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Ser conscientes de lo que comemos es fundamental, sobre todo si padecemos de enfermedades preexistentes que podemos agravar o reducir con la ingesta de determinados alimentos. Elegir qué comer es un acto de cuidado, de amor a uno mismo, que debe realizarse con información para cumplir con los objetivos propuestos. En ese sentido, es importante nutrirnos con una dieta variada, rica en nutrientes, pero sobre todas las cosas, cuidando de las cantidades que comemos, y cuáles son los parámetros saludables para cada caso. No es baladí descubrir el número exacto de frutas que debes tomar al día para acabar con el colesterol alto, guiado por un profesional de la salud.
Según la Fundación Española del Corazón, «las dietas inadecuadas entre la población son un factor determinante en esta hipercolesterolemia, ya que son muchas las personas que incluyen en su alimentación numerosas grasas de origen animal, grasas saturadas y alcohol, en parte por la rapidez que exige nuestra vida». Pero no es la única causa: «las enfermedades hepáticas, patologías endocrinas y renales, junto con la administración de ciertos fármacos y la predisposición genética a la hipercolesterolemia» pueden ser también influencias para desarrollar la enfermedad. Recibir información sobre los cambios que se necesitan introducir en la rutina diaria para evitar el desarrollo o incremento de la diabetes es clave. Pues no solamente y necesariamente están relacionados con lo que comemos, sino también con la realización de actividad física, un descanso adecuado, además de hidratación constante para que nuestro organismo cuente con los nutrientes y agua, básicos para su funcionamiento.
La cantidad de frutas a tomar al día para acabar con el colesterol alto
Hay que ser cuidadosos con la alimentación de las personas que cuentan con el colesterol alto y una de las principales modificaciones que deben hacer es el incremento de frutas y verduras, hortalizas, legumbres, cereales, frutos secos, aceite de oliva, y pescado.
Con respecto a las frutas y verduras, la Fundación mencionada aconseja que sean al menos “cinco raciones al día”; aunque ahora se ha rebajado porque no hace falta tomar tantas, mientras que respecto al consumo de legumbres y carne de pescado, deben ser al menos tres raciones semanales. es lo mejor para no tener el colesterol alto.
Lo mejor para reducir el colesterol alto
Por su parte, el portal especializado MedlinePlus señala que es importante que en el plan de alimentación que se diseñe a medida del paciente, se incluyan «grasas más saludables», que se pueden encontrar en aceites de «canola, oliva y cártamo», o bien en carnes magras.
A su vez, recomienda que se coma mucha fibra soluble que se encuentra principalmente en «cereales de grano entero (avena y el salvado de avena); frutas como manzanas, plátanos, naranjas, peras, ciruelas; y en “legumbres como las judías, lentejas, garbanzos, y haba».
Es decir, el cambio de hábito en la alimentación será crucial para obtener mejores resultados en los parámetros de colesterol; pero fundamentalmente, que esa modificación se centre en la calidad nutricional de lo que ingerimos será la clave. Para ello, es necesario el asesoramiento de una nutricionista que pueda indagar sobre los gustos personales de cada paciente, proponga la inserción de nuevos sabores; pero principalmente, de la información necesaria para una educación alimentaria que logre que esta modificación permanezca en el tiempo, y no sea momentáneamente hasta reducir los niveles de colesterol alto.
¿Qué otros hábitos se pueden introducir para acabar con el colesterol alto?
Mejorar nuestra calidad de vida marcará un antes y un después en nuestra salud. Sin dudas, estar expuestos a niveles elevados de estrés de manera constante, así como no realizar ejercicio físico, y descansar de manera inadecuada, pueden ser otros factores que influyen en la calidad de vida, pero principalmente, en desarrollar enfermedades que pueden acabar siendo muy perjudiciales para la salud.
Otro hábito que podemos introducir para mejorar los niveles de colesterol es la realización de actividad física que pueda ayudar a reducirlos, salir del sedentarismo, y cuidar no sólo nuestro cuerpo en un aspecto estético; sino también interiormente, previniendo el desarrollo de enfermedades, lesiones, y otras dolencias. También la hidratación será necesaria para que el organismo y los músculos respondan a este nuevo hábito.
Finalmente, reducir los niveles de estrés y desarrollar una rutina del sueño también impactarán de lleno en nuestra calidad de vida. Encontrar momentos de relajación, realizar meditaciones, recurrir a actividades como el yoga, o terapias alternativas como los masajes, o el mindfulness pueden ser claves para el cuidado de la salud, no sólo física sino también mental, pero sobre todo para poseer un mejor bienestar.
Se trata de pequeñas modificaciones que impactarán de lleno en el cuidado personal, tanto a nivel organismo como salud mental, y que sin dudas marcarán un antes y un después en la salud integral de los pacientes para lo que se recomienda que consulten a un profesional de la salud que pueda asesorarlos al respecto.