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La alimentación consciente y equilibrada es un hábito que debemos inculcar desde la infancia. Es importante incorporar a tus comidas los cuatro grupos principales de alimentos: proteínas, carbohidratos, grasas saludables y antioxidantes. De esa manera, adquieres la energía y las calorías que te permiten realizar tus funciones elementales y contar con la fuerza necesaria que demandan tus tareas, actividades y proyectos. En la actualidad, con los ritmos dinámicos y ágiles de compromisos laborales y familiares, es muy común que muchas personas no tengan una dieta sana en sus comidas y elijan alimentos rápidos y procesados. ¿Te has preguntado por qué tienes antojos de comida basura?
La Fundación Nacional del Corazón de Nueva Zelanda sostiene que los alimentos ultraprocesados como las patatas fritas, los pasteles, las galletas, el chocolate, los caramelos y las bebidas azucaradas son alimentos ricos en energía y bajos en nutrientes. «Desafortunadamente, estos alimentos y bebidas no aportan ningún valor añadido, solo una gran cantidad de azúcar añadido, grasas saturadas y sal», afirman. En este sentido, sugieren dejar la comida basura ya que te permitirá ahorrar dinero y te ayudará a sentirte con energía, más feliz y motivado para estar más saludable. A su vez, el consumo de comida rápida no solo influye en la obesidad y los niveles de colesterol. Según una investigación llevada a cabo por las Universidades de Las Palmas de Gran Canaria y Navarra, publicada en la Cambridge University Press, la denominada fast food también parece afectar a nuestra salud mental y propicia un mayor riesgo de depresión.
¿Cómo evitar la comida basura?
Organizar comidas
Hay múltiples formas de abordar el hábito del consumo de comida rápida. Una de ellas es a través de la planificación de tus comidas. Para eso, la Fundación Nacional del Corazón de Nueva Zelanda aconseja tener una pieza de fruta, yogur, frutos secos o unas galletas y queso en el bolso o en la nevera (en casa o en el trabajo) para evitar que consumas algo menos sano debido a los tiempos acelerados.
Beber agua
La hidratación y el consumo de agua es fundamental para tu cuerpo. En este sentido, lleva una botella de agua y cuando tengas sed, bebe agua en lugar de refrescos, zumos de frutas, bebidas deportivas o energéticas.
Proteínas
Otra forma de evitar la comida basura es con una base de alimentos que integren el grupo de las proteínas. Entre las opciones, tienes las legumbres (por ejemplo, garbanzos, frijoles, alubias, lentejas, etc.), los frutos secos, el tofu, la carne magra, el pollo, los huevos, el pescado, el queso, el yogur y la leche.
Son alimentos que ayudan a sentirse lleno durante más tiempo y a tener menos ganas de comer comida menos sana entre comidas.
Desayuno nutritivo
El comienzo del día es fundamental para brindarle a tu cuerpo los primeros alimentos que te aporten la energía necesaria para el inicio de tu jornada. Desde la Fundación sugieren que un desayuno nutritivo te ayudará a mantenerte en forma y evitará que tengas antojos de alimentos poco saludables durante el resto del día.
Control del estrés
La Universidad de California también sugiere una serie de pautas para evitar la comida basura. Una es a través de identificar tus desencadenantes de antojoso para registrar los momentos en los que comienzan y averiguar qué los desencadenó.
El control del estrés es fundamental ya que, bajo estrés, las personas suelen recurrir a alimentos reconfortantes con alto contenido de azúcar y grasa. «El estrés cambia la forma en que metabolizamos los alimentos Para contrarrestar esos efectos, debes comer de manera consciente, medita, haz ejercicio y descansa con regularidad», recomiendan.
¿Por qué es importante evitar la comida basura?
La directora del Laboratorio de Ciencia y Tratamiento de la Alimentación y las Adicciones, Ashley Gearhardt, afirma que el cerebro está programado para favorecer los alimentos ricos en calorías. “El olor o el sabor de algo dulce o graso inunda el cuerpo de sustancias químicas que nos hacen sentir bien, como la dopamina”, explica.
Según la profesional, esto se debe a que los carbohidratos refinados y la grasa que se encuentran en los alimentos altamente procesados, que a menudo se combinan, desencadenan una liberación de dopamina a niveles que superan lo que se observa cuando, por ejemplo, se digiere una manzana.
La directora Gearhardt destaca que la velocidad a la que una sustancia llega al organismo es la clave para determinar su potencial adictivo. Y, a su vez, como muchos alimentos ultra procesados carecen de proteínas, fibra y agua, pueden consumirse y digerirse rápidamente, dando antes nuestra recompensa.
Conocer los detalles de por qué y cómo evitar la comida basura te permiten adoptar un estilo de alimentación más saludable, nutritivo y consciente para comer más sano y sin riesgos de desarrollar lesiones ni enfermedades.