La OMS advierte: el condimento que usas todos los días y que puede ser cancerígeno

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Los alimentos que consumimos son la fuente principal de energía para brindarle al cuerpo las calorías necesarias que nos permiten realizar las diferentes tareas y actividades como trabajar, estudiar, dormir y caminar. Necesitamos obtener todos los grupos de nutrientes principales: proteínas, hidratos de carbono, grasas saludables y antioxidantes. Uno de los factores principales que se deben tener en cuenta es el momento de la preparación, cocción y agregado de condimentos, especias y aderezos empleados para saborizar las comidas. Por lo tanto, veremos a continuación el condimento que usas todos los días y no es nada sano, sus perjuicios y las desventajas para el organismo.

Según la Escuela de Salud Pública de Harvard, la sal conocida como cloruro de sodio está compuesta por un 40% de sodio y un 60% de cloruro. Entre las funciones y usos más frecuentes se encuentra el de darle sabor a los alimentos y también se utiliza como aglutinante y estabilizador. «Es un conservante de alimentos, ya que las bacterias no pueden prosperar en presencia de una gran cantidad de sal», explican los profesionales de la Escuela de Salud Pública de Harvard. A su vez, mencionan que el cuerpo humano necesita una pequeña cantidad de sodio para conducir los impulsos nerviosos, contraer y relajar los músculos y mantener el equilibrio adecuado de agua y minerales. En este sentido, se estima que necesitamos unos 500 mg de sodio al día para el desarrollo eficiente de estas funciones vitales. Sin embargo, a pesar de los aportes que brinda en algunas funciones del organismo, es importante tener en cuenta las consecuencias que se generan cuando hay un exceso del condimento que no es nada sano si sus valores superan las cantidades sugeridas.

El condimento que usas todos los días y que puede ser cancerígeno

Según concluye el informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la hipertensión arterial constituye el principal factor de riesgo para la carga mundial de morbimortalidad. Según los cálculos realizados, se estima que causa unos 9,4 millones de muertes por año, lo que representa más de la mitad de los 17 millones de muertes anuales atribuidas a las enfermedades cardiovasculares.

«El consumo elevado de sodio (más de 2 g por día, equivalentes a 5 g diarios de sal) aumenta la tensión arterial tanto en las personas normotensas como en las hipertensas; contribuye, pues, a la hipertensión arterial e incrementa el riesgo de padecer cardiopatías y accidentes cerebrovasculares», afirman en el informe publicado por la Organización Panamericana de la Salud.

El organismo especializado en estudios, investigaciones y desarrollo de políticas sanitarias promueve una herramienta pedagógica a través de la guía SHAKE. «Se trata de un material concebido para ayudar a los Estados Miembros a elaborar, implementar y monitorear diversas estrategias encaminadas a reducir el consumo de sal en la población», advierten en la OPS.

Qué dice la OMS sobre el consumo de sodio

Sobre este condimento, que comemos cada día y está en todas las cocinas y alimentos, la OMS advierte que hay 1,89 millones de muertes anuales están asociadas con el consumo excesivo de sodio, una causa bien establecida del aumento de la tensión arterial y de un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Por esto, en 2013, la Asamblea de la Salud acordó nueve metas voluntarias mundiales para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles, entre las que figuraba una detención del aumento de la diabetes y la obesidad y una reducción relativa del 30% en la ingesta de sal para 2025.

Qué consecuencias produce este condimento en el organismo

Las personas que muestran un excesivo consumo de sal son propensas a padecer ciertas consecuencias en el mediano y corto plazo. «Los efectos secundarios comunes a corto plazo del consumo excesivo de sal incluyen hinchazón de manos y pies o hinchazón de la cara. Algunas personas se hinchan debido a la retención de líquidos o sienten una sed excesiva después de una comida salada», afirman los profesionales del Hospital Internacional Bumrungrad.

Los efectos suelen ser de corta duración y la acción principal que beneficia la mejora del organismo es beber varios vasos de agua y reducir deliberadamente la ingesta de sodio en las comidas siguientes. Así, el cuerpo elimina el exceso de sodio y vuelve a un estado menos hinchado.

Las autoridades del Hospital Internacional Bumrungrad expresan que los efectos secundarios más graves ocurren cuando los consumidores ingieren grandes cantidades de sal durante largos períodos de tiempo. Al respecto, sostienen que el aumento del nivel de sodio en el torrente sanguíneo reduce la capacidad de los riñones para eliminar agua, lo que aumenta el volumen sanguíneo general y genera tensión en los vasos sanguíneos del cuerpo.

«La presión arterial alta puede eventualmente provocar accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca congestiva. Como los riñones trabajan constantemente horas extra para eliminar el exceso de sal, pueden desarrollar enfermedad renal», advierten los médicos del centro sanitario.

Cómo prevenir el exceso de sodio en el organismo

La información precisa, clara y de fuentes oficiales es uno de los primeros pasos para mantener un nivel saludable de consumo de sal. De esta manera, saber qué alimentos tienen un alto contenido de sodio te permite organizar tus esquemas de alimentación y preparar tus comidas de manera más natural, saludable y consciente.

Según la Escuela de Salud Pública de Harvard, los snacks como las patatas fritas, los mariscos o carnes secas y los frutos secos salados tienen un alto contenido de sodio. A su vez, los alimentos enlatados como verduras y sopas tienen sal añadida en forma de potenciadores del sabor o conservantes, al igual que los alimentos envasados.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos informan que las 10 principales fuentes de sodio en nuestra dieta incluyen: panes/panecillos; pizza; sándwiches; fiambres/carnes curadas; sopas; burritos, tacos; bocadillos salados (papas fritas, palomitas de maíz, pretzels, galletas); pollo; queso; huevos y tortillas.

En conclusión, el condimento que no es nada sano es la sal, cuyo consumo elevado presenta efectos perjudiciales a nivel cardíaco y renal.

Para reducir la ingesta de sal, la OMS recomienda:

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