La clave oculta para perder grasa: estos dos alimentos son los que no te dejan bajar de peso

La clave oculta para perder grasa: estos dos alimentos son los que no te dejan bajar de peso

Un descanso adecuado, la práctica de actividad y las consultas médicas para realizar controles de rutina son acciones claves para el cuidado del cuerpo y el peso. A estos hábitos se les debe sumar la fuente principal de energía que es la alimentación, mediante la cual obtenemos la energía fundamental que requiere el organismo en sus funciones básicas como respirar, dormir, digerir, pensar y movilizarse. Debemos centrarnos en comidas que sean nutritivas, sanas, equilibradas y variadas ofrece grandes ventajas y beneficios en el desarrollo muscular, óseo y articular para lograr mayor coordinación, fuerza y vitalidad. A su vez, es importante conocer y dimensionar aquellos alimentos que no son tan saludables para evitar un consumo excesivo que aumente la probabilidad de causar efectos secundarios. Por esto debes saber que estos dos alimentos son los que no te dejan bajar de peso.

En ocasiones, elegimos ciertos alimentos porque consideramos que sus características son sumamente saludables y aportan múltiples beneficios al organismo. Sin embargo, es crucial conocer la totalidad de sus aportes porque es frecuente que presenten determinadas condiciones que pueden resultar contraproducentes para algunas funciones de corporales. Un ejemplo muy común son los alimentos que presentan un alto índice de valores calóricos y nos enfrentamos a la posibilidad de padecer problemas en los niveles de sodio en sangre, así como también inconvenientes digestivos como hinchazón, malestar estomacal y diarrea. Una referencia en el tema la brinda el asesor nutricional y entrenador Adrián Muria, quien sostiene: “El aguacate y los frutos secos no nos van a dejar bajar de peso. Son saludables, pero no hay que olvidar la cantidad de calorías que tienen”. El entrenador añade en su cuenta de TikTok que van a dar beneficios en nuestro organismo, pero si te preparas una tostada con aguacate, semillas de chía y lino, aceite de oliva y arriba le tiras unos frutos secos, el balance calórico diario es ya muy superior. Y si quieres bajar de peso tienes que comer 1.500 calorías al día.

Estos dos alimentos son los que no te dejan bajar de peso

Las opciones de aguacate y frutos secos se encuentran siempre dentro de una dieta  nutricional por determinados beneficios que aportan al organismo. Sin embargo, “un inconveniente de los frutos secos es que algunos pueden ser ricos en calorías y por eso es importante limitar las porciones”, según profesionales de la Clínica Mayo.

Además, desde la Clínica Universidad de Navarra mencionan que hay que tener cierta precaución a la hora de elegir el fruto seco y de tener cuidado con la sal que muchas veces se les añade y que exagera excesivamente el aporte de sodio, lo cual puede producir problemas de salud como tensión arterial.

«Además, habitualmente son de difícil digestión, con lo cual un abuso puede originar trastornos digestivos, como sensación de pesadez, mala digestión o incluso meteorismo y flatulencia», explican las autoridades de la institución médica y académica.

Respecto al aguacate y las contraindicaciones que se pueden generar, en el Instituto Nutrigenómica recomiendan que «la valoración de los alimentos no es absoluta, sino que depende de diversos factores como la frecuencia y la cantidad de consumo, así como las circunstancias fisiológicas de cada individuo, como su edad, sexo y condición física».

«El aguacate, aunque se reconoce como un alimento saludable, contiene sorbitol en pequeñas cantidades. Este compuesto, un alcohol derivado del azúcar, puede causar problemas de digestión en algunas personas, como diarrea o dolor abdominal, debido a dificultades en su absorción intestinal», afirman en el Instituto Nutrigenómica. También advierten que las personas con insuficiencia renal deben evitar el aguacate debido a su elevado contenido en potasio, lo que podría ser perjudicial para su salud.

Qué beneficios tiene el consumo de aguacate y frutos secos

La Escuela de Salud Pública de Harvard informa que el perfil nutricional del aguacate lo convierte en un alimento básico en varios planes de alimentación saludable. En este sentido, explican que los aguacates son una buena fuente de fibra y contienen más grasa (la buena) que carbohidratos, por lo que son populares en dietas bajas en carbohidratos, como las de los diabéticos.

«Sus grasas beneficiosas para el corazón no aumentan el colesterol en sangre, lo que puede proporcionar satisfacción en una dieta tradicional para reducir el colesterol. Son fuente de grasa, fibra, vitaminas b, vitamina c, vitamina e, vitamina k, folato potasio, magnesio y carotenoides», explican los profesionales de la Escuela de Salud Pública de Harvard.

Soy cardiólogo y este es el fruto seco que debes tomar cada día para mejorar tu salud

Ahora bien, la Academia Española de Nutrición y Dietética informa que no engorda por sí solo: el tamaño estándar de un aguacate está entre unos 170-300 gramos (con el hueso y la piel). De ellos, unos 100-150 gramos aproximadamente son la porción comestible. El valor energético es de unas 140 kilocalorías por cada 100 gramos de porción comestible. “Si tomamos medio aguacate, estaremos ingiriendo entre 8 y 10 gramos de grasa (el equivalente a una cuchara sopera de aceite), una cantidad que no tiene por qué descompensar la dieta de una persona que se encuentre controlando las calorías de su alimentación diaria”.

Una ventaja de este alimento es que no hay que perder de vista es que esta fruta es muy saciante. «Y esto puede ser una estrategia para las dietas de adelgazamiento bien planificadas».

En cuanto a los frutos secos, en la Clínica Mayo mencionan que comer frutos secos de manera frecuente disminuye los niveles de inflamación relacionada con las enfermedades cardíacas y la diabetes.

Seguir una dieta saludable regular que incluya frutos secos puede ayudar a:

En conclusión, más allá del aporte a la salud cardiovascular, los aguacates y frutos secos representan alimentos que quizás frenan que podamos bajar de peso porque incrementan los valores de las calorías y aumentan la probabilidad de padecer problemas digestivos.

 

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