Contenido
La hidromiel es una bebida alcohólica fermentada que se elabora tradicionalmente con miel, agua y cultivos de levadura o bacterias. A veces llamada «la bebida de los dioses», la hidromiel se ha producido y consumido en todo el mundo desde hace miles de años. ¿Cuáles son sus propiedades y beneficios para la salud? ¿Por qué debes tener cuidado y medir tu ingesta diaria de hidromiel?
Éstas son dos de las preguntas más comunes que se hacen quienes tienen un primer contacto con esta bebida alcohólica clásica. Se cree que es la bebida alcohólica más antigua de todos los tiempos. Los primeros datos de su existencia son del año 8.000 a. C., por lo que probablemente hayas tenido la posibilidad de probarla. Si no es así, hay diversas razones para darle una oportunidad.
¿Qué es la hidromiel o «vino de miel»?
Al ser el proceso de fermentación uno de los primeros descubiertos y adoptados por el ser humano, civilizaciones de todo el mundo hallaron en la hidromiel una bebida espirituosa para acompañar los momentos de ocio.
Se conoce de su adopción en sociedades distantes como las de Asia, África y Europa. Y, en cierta forma, es antecesora del vino, la sidra y la cerveza.
Al contrario de estas bebidas, su principal azúcar fermentable es la miel. Y eso incide en sus ventajas y desventajas.
La producción de hidromiel se ha extendido tanto a lo largo del último siglo que no es nada raro encontrarse con variedades que incorporan ingredientes como frutas, hierbas o especies. Los más intrépidos hasta se animan a añadirle cereales, raíces y flores.
Cualquiera que sea la variedad, el contenido de alcohol del hidromiel va de 5% al 20%. Puede ser seca o extremadamente dulce. Finalmente, es posible seleccionar variedades con o sin gas. Es decir, un gran abanico de opciones para los consumidores.
¿Cuáles son los beneficios de la hidromiel?
Están íntimamente ligados a los de su ingrediente primordial, la miel y han sido largamente estudiados.
Beneficios terapéuticos de la miel
La miel se ha utilizado por sus aplicaciones culinarias y terapéuticas desde que tenemos memoria. Las investigaciones indican que la miel tiene propiedades antioxidantes y antimicrobianas, las cuales han impulsado su uso aún en la medicina moderna para tratar una serie de dolencias físicas.
El estudio «Miel: su propiedad medicinal y actividad antibacteriana» dice que se trata de un «antimicrobiano tópico muy prometedor contra la infección de bacterias resistentes a los antibióticos y para el tratamiento de infecciones crónicas de heridas que no responden a terapia con antibióticos». Eso explica por qué a menudo es visto como medicamento de último recurso.
Probióticos y salud intestinal
Como todas las comidas y bebidas fermentados, la hidromiel tiene una acción probiótica. Cuando hablamos de probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, pueden tener un impacto positivo en la inmunidad y la salud de los intestinos.
Dado que este factor es clave para reducir las probabilidades de sufrir enfermedades crónicas, incluidas enfermedades cardíacas, cáncer, alergias y trastornos gastrointestinales, es imprescindible obtener probióticos de alimentos saludables como la hidromiel.
Son varias las manifestaciones científicas, como esta denominada «Probióticos en la prevención y el tratamiento de enfermedades«, donde se aborda el rol de los probióticos en la prevención de diversas patologías. No sólo eso, sino que estos microorganismos son capaces de combatir la diarrea asociada con antibióticos -un mal que padecen muchas personas-.
¿Cuáles son los efectos adversos de la hidromiel?
Por supuesto, los beneficios dependen de la variedad de hidromiel, su contenido de alcohol y los ingredientes con que se produce. Hay hidromieles más sanas que otras, y lo conveniente es descartar aquellas con azúcares añadidos o elevado contenido de alcohol.
Los expertos advierten que el contenido de alcohol de la hidromiel puede contrarrestar cualquier posible beneficio, y eso se debe a que el consumo excesivo de alcohol se asocia con cambios negativos en las bacterias intestinales. Esta relación obliga a comprar hidromiel de bajo porcentaje alcohólico y, asimismo, a complementar su consumo con el de otros alimentos ricos en probióticos.
Por eso, a pesar de que usualmente se promociona la hidromiel por promover la salud porque la miel con la que está elaborado aporta nutrientes y la fermentación proporciona probióticos, hay que ser precavidos con ella. Lo ideal es reservar este ingrediente solamente para ocasiones especiales, e intentar obtener los nutrientes directamente de la miel y los probióticos del yogur.
El mayor riesgo de no controlar el consumo de hidromiel es su alcohol. La ingesta descontrolada de bebidas alcohólicas genera afecciones hepáticas, inflamación sistémica y deterioro de la función del sistema digestivo e inmunológico, entre otros problemas.
Por último, hay quienes experimentan reacciones alérgicas al probar este fermentado. Casi siempre, eso se debe al gluten que algunos productores le añaden durante el proceso. Por eso, si eres alérgico a esta proteína, consume variedades sin gluten.