La higiene y conservación de los alimentos requiere prácticas seguras para prevenir la contaminación que puede producir riesgos en tu salud. La Universidad de Harvard explica cómo lavar una manzana y no es cómo creías. Con ello puedes eliminar las bacterias y los residuos de pesticidas presentes.
Según la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, las manzanas son una fuente de fibra (insoluble y soluble), fitoquímicos (quercetina, catequina, ácido clorogénico, antocianina) y Vitamina C. Una porción de una manzana mediana proporciona aproximadamente 95 calorías, 0 gramos de grasa, 1 gramo de proteína, 25 gramos de carbohidratos, 19 gramos de azúcar (natural) y 3 gramos de fibra. Se trata de una fruta rica en quercetina y pectina con beneficios para tu salud. La quercetina es un flavonoide, un tipo de sustancia química vegetal natural con efectos antioxidantes y antiinflamatorios. En cuanto a la pectina, es un tipo de fibra soluble que puede ayudar a prevenir el estreñimiento y tiene un efecto moderado en la reducción del colesterol LDL (el colesterol «malo»). «La pectina también es fermentada por bacterias beneficiosas en el colon, que producen ácidos grasos de cadena corta que pueden contribuir a la prevención de enfermedades crónicas, como cáncer y trastornos intestinales», según miembros de Harvard.
¿Cómo de lavar una manzana según Harvard?
Agua corriente
La Escuela de Salud de Harvard recomienda lavar bien todos los productos agrícolas (incluidos los orgánicos) con agua corriente antes de prepararlos o consumirlos. «Los productos agrícolas firmes, como las manzanas, pueden frotarse con un cepillo limpio. No se deben lavar los productos agrícolas con jabón, detergente ni productos comerciales», aseguran los profesionales de la institución de salud.
Bicarbonato de sodio
Otro método para lavar correctamente las manzanas es emplear bicarbonato de sodio. Es un producto eficaz para eliminar bacterias y descomponer los residuos de pesticidas, lo que facilita su enjuague.
Sin embargo, este método requiere algunos pasos adicionales. El proceso consiste en remojar la manzana en una solución de bicarbonato de sodio (una cucharadita y dos tazas de agua) durante 10 minutos y luego enjuagarlas bien.
La recomendación es remojar varias manzanas, limpiarlas con abundante cantidad de agua y secarlas bien con una toalla antes de guardarlas en el refrigerador. Es clave evitar el exceso de humedad porque puede favorecer la formación de moho o el deterioro.
¿Cómo aprovechar las propiedades de las manzanas?
Desde Harvard recomiendan, tras lavar las manzanas, consumirlas frescas y enteras para aprovechar la mayor cantidad de nutrientes.
«Al desechar la piel se elimina gran parte de la fibra y la mayoría de los flavonoides. Deshidratar o secar las manzanas elimina la vitamina C, que se encuentra predominantemente en la pulpa», explican los profesionales.
Además, los miembros de la institución académica explican que a las manzanas deshidratadas se les suele añadir azúcar junto con calorías adicionales. Otro proceso que altera las propiedades es la elaboración de zumo de manzana que se filtra y pasteuriza, lo que elimina la mayoría de los flavonoides y las fibras de la fruta.
¿Por qué deben limpiarse las frutas antes de su consumo?
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) advierte que en el medio ambiente puede haber microorganismos patógenos y elementos químicos que en ocasiones pueden contaminar las frutas y verduras a través de la tierra, el polvo y el agua de riego.
Por este motivo, es importante una manipulación adecuada de frutas y verduras en las diferentes etapas para un consumo seguro.
En la compra
Se debe evaluar que la superficie esté limpia, con el color propio del tipo de fruta y la pulpa intacta. Al transportarlas a tu hogar debes colocarlas separadas de carnes, pescados, mariscos y productos de limpieza.
En casa
Por lo general, se aconseja conservarlas en la nevera. Dentro de ella deben separarse del resto de los alimentos cocinados y crudos, y almacenarse en los cajones que son la zona menos fría.
Hay frutas que, por su naturaleza y grado de maduración, se pueden conservar a temperatura ambiente, pero siempre por periodos cortos.
En la cocina
Si vas a consumir manzanas, deben estar separadas de otros alimentos, en especial de aquellos que estén crudos como las carnes.
La higiene
Antes y después de consumir una manzana, es importante que te laves las manos. Además, los utensilios y superficies de cocina que vayas a utilizar deben estar limpios y secos.
Si la manzana presenta partes dañadas, es preferible cortarlas y si hay presencia de hongos se recomienda descartar toda la fruta.
La buena manipulación previene la contaminación de alimentos
Al lavar esta fruta debajo del grifo es importante que la piel se mantenga intacta. Si prefieres pelarlas para consumirlas, lavarlas correctamente evitará que el riesgo de contaminación superficial se transfiera al interior del alimento durante el corte o pelado. Por último, debes secarla con papel de cocina o un paño de cocina limpio y seco.