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La cultura, historia y tradición de los países es una muestra de sus identidades, hábitos y las costumbres milenarias de sus pueblos y comunidades. Entre las manifestaciones más legendarias se encuentran los platos y comidas típicas que se comparten de generación en generación para mantener vigente la esencia de todas las regiones. Una de las comidas más destacadas por sus sabores, método de preparación y el sentido de reunión que convoca es el caldo gallego. Esta preparación está llena de colágeno y además fortalece la memoria, un manjar gallego por excelencia. Por lo tanto, veremos la información y los detalles de qué lleva, cómo se hace y cuáles son sus beneficios para que puedas prepararlo y disfrutarlo en familia o con amistades frente a las bajas temperaturas.
Desde Camino de Santiago aseguran que la sopa gallega es un plato perfecto para los meses más fríos del año y es uno de los más saludables y sencillos de preparar dentro de la cocina gallega. «Este plato típico de la gastronomía es en realidad una nutritiva sopa de verduras de la zona que se toma en un plato hondo o cuenco de barro, se sirve muy caliente y como plato único. Es perfecta para reconstituir el cuerpo cuando hace frío después de un largo día caminando o trabajando», afirman. A su vez, sostienen que el caldo gallego es un guiso que pide ser cocinado a fuego lento y que se prepara para tomar durante varios días de la semana en una olla grande, con la particularidad de que se considera que a partir del segundo día el caldo está mejor para servir, ya que los sabores se afianzan y potencian.
Qué ingredientes lleva el manjar gallego con antioxidantes
Para quienes integran Camino de Santiago, el calo gallego se trata de un guiso de verduras locales cocidas que se compone de grelos, coles, berzas, así como patatas, mientras que la sustancia del caldo se obtiene a través de la manteca de cerdo de la cerca (también se puede añadir tocino o salchicha).
«Según la contundencia que se le quiera dar al plato, lo encontraremos preparado con alubias blancas o sin ellas, con carne o simplemente cocinado con verduras. De la misma forma que ocurre con la olla gallega o el cocido gallego, existen multitud de recetas en torno a este tradicional guiso, ya que tradicionalmente se echaba lo que había en casa», afirman.
Por su parte, respecto a la historia y la elaboración del caldo gallego, los referentes de Gourmet de Galicia aseguran que el caldo gallego se trata de una sopa típica de Galicia, la cual consiste en un cocido de carne de cerdo combinado con hortalizas.
«Es común que en época de invierno los caseríos gallegos entren en calor deleitando su paladar con este preparado tradicional gallego cuya fusión de gustosos sabores, deja entrever un ligero toque amargo, producto del gusto que aportan al guiso, las hojas de nabo (Grelos en gallego) que son parte esencial de su elaboración», afirman desde Gourmet de Galicia.
También se destaca de este clásico plato su vigencia y trascendencia en la cocina gallega desde hace mucho tiempo, convirtiéndose en uno de los más solicitados a la hora de querer aliviar los efectos del frío y disfrutar de un sabroso y nutritivo plato.
Entre las grandes ventajas y beneficios están los nutrientes que contienen los ingredientes que se usan para su preparación, los cuales hacen de este peculiar asopado un plato muy completo con numerosas propiedades de aportes calóricos. Un perfecto manjar gallego.
En cuanto al aspecto histórico y las costumbres de la preparación, el sabor del caldo gallego fue variando al psar el tiempo, ya que era preparado con los ingredientes que los granjeros cultivaban en sus huertas. Además, era muy habitual que los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago disfrutasen de esta exquisita sopa, sobre todo durante la temporada fría para recuperarse del esfuerzo del día.
Cómo preparar el caldo gallego
Entre los ingredientes de esta tradicional preparación se destacan una gran cantidad de hortalizas y verduras que te aportan mucha energía a tu organismo. Al paso del tiempo, comenzaron a sumarse chorizo y carne de cerdo, lo que resaltó los sabores y aromas.
Según el Gourmet de Galicia, una de las particularidades es que además de las verduras y hortalizas que lo componen, a estas se les añade el famoso unto gallego, que consiste en la grasa de color blanco que envuelve las costillas del cerdo.
«La manera de conservar esta grasa es salándola por su parte interior y enrollándose alrededor de sí misma, para posteriormente ponerla a secar colgada en las chimeneas hasta quedar totalmente curada y tornarse amarillenta. Luego, era troceada para añadirla al caldo», explican los especialistas culinarios.
En lo que respecta a la receta para preparar el caldo gallego, se trata de una preparación versátil que puede contener una gran variedad de verduras, hortalizas y carnes. Por lo general, se le añade brotes de nabo, repollo blanco, col, grelos, patatas y batatas, carne de cerdo, ternera y pollo.
Más nutrientes del caldo gallego
Aceites la Solana nombra que este manjar puede elaborarse con aceite de oliva virgen extra, por lo que se obtiene un alto contenido de nutrientes, antioxidantes y ácidos grasos saludables. Estos nutrientes ayudan a mejorar la salud cardiovascular, reducir el colesterol y prevenir enfermedades crónicas.