Éstas son las personas que no deberían consumir semillas de chía: comprueba si te afecta

Pérdida de peso y energía sin sacrificar el sabor: este pudín de chía te ayudará a controlar tu apetito

El cuerpo requiere de una amplia variedad de nutrientes, vitaminas, minerales y proteínas para obtener la fuente de energía necesaria que permita realizar diferentes tareas, movimientos y actividades. Existen múltiples propuestas de alimentos que se consideran saludables para el organismo pero, debemos tener precauciones en las personas que no deberían consumir semillas de chía.

La salvia hispánica, comúnmente conocida como chía, es originaria de México y la tradición histórica cuenta que la cultivaban los aztecas. Esto se debe a que la semilla es una de las fuentes principales de ácidos grasos omega-3 para el cuerpo. A su vez, posee fibra dietética que, junto a los omega-3, pueden incidir en minimizar los factores de riesgo ante enfermedades cardíacas.

Qué personas no deben consumir semillas de chía

A pesar de los aportes nutricionales y su inclusión en preparaciones de alimentos como desayunos y ensaladas, hay personas que no deberían consumir semillas de chía. Las razones radican en que su ingesta puede ocasionar efectos contraproducentes que afecten el organismo.

Uno de los grupos de personas que no es mejor que no consuman tal ingrediente son aquellas que padecen de problemas digestivos. Al recurrir a estas semillas de manera frecuente, trabaja la fibra soluble que absorbe el agua y expande su peso hasta 12 veces.

Por lo tanto, las personas que tienen úlceras, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn e intestino irritable es conveniente que no recurran a la chía en sus preparaciones.

También deben prestar atención las personas que sufren estreñimiento, gases, dolor abdominal e hinchazón. Si no llevan a cabo una rutina de hidratación frecuente, pueden presentarse inflamaciones en el tracto gastrointestinal y hemorragia que deriven en situaciones de mayor gravedad.

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) declaró que el uso de chía debería limitarse a alimentos no tratados térmicamente por la posible formación de contaminantes de procesos químicos, como acrilamida y compuestos furánicos.

En general, y según Medline Plus, las semillas de chía son ricas en fibra, grasas saludables y antioxidantes que ayudan a prevenir el daño celular. Son buena fuente de fibra insoluble. Las semillas se expanden un poco y forman un gel cuando entran en contacto con agua. Este gel le agrega volumen a las heces, lo cual mantiene las deposiciones regulares y ayuda a prevenir el estreñimiento. El volumen agregado también puede ayudarle a sentirse más lleno así comer menos.

Qué riesgos genera consumir semillas de chía

Una de las consecuencias que puede presentar el consumo de semillas de chía es generar peligro de asfixia. Esto se debe a que es un tipo de semilla que logra una gran absorción de agua y se hinchan. Por eso, si son incorporadas en seco, al estar en contacto con la saliva o beber luego un vaso de agua, puede producirse hinchazón del esófago.

«Las semillas se expanden en el esófago y provocan una obstrucción. Debido a que se hinchan rápidamente después de absorber líquido, se recomienda que sean remojadas en líquido o que se sirvan con un alimento húmedo, como avena o yogur. No comas semillas de chía secas solas. Las personas que padecen disfagia, una afección que provoca dificultad para tragar u otros problemas digestivos, deben comer semillas de chía con cuidado», recomiendan desde la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.

Frente a esta condición, si su consumo es para niños o personas que tienen inconvenientes para tragar alimentos, se ven frente a un riesgo de padecer problemas respiratorios.

Qué efectos pueden producirse al combinar semillas de chía y medicamentos

Otro grupo de personas que no deberían de consumir semillas de chía son quienes llevan a cabo tratamientos con medicamentes para la diabetes y la presión arterial. En cuanto a la diabetes, una de las propiedades presentes en la chía es la reducción de la glucosa en la sangre.

Por lo tanto, tienen que prestarle especial atención en las dosis de sus medicamentos y el consumo de tales semillas para evitar que se genere hipoglucemia, es decir, un nivel bajo de azúcar en la sangre, y mareos.

Debido a la composición de ácidos grasos omega-3 y los efectos de reducir la presión arterial y ser anticoagulante, las semillas de chía pueden alterar el trabajo de los medicamentos. En este sentido, existe un riesgo considerable de que la persona experimente hipotensión, es decir, presión arterial baja.

Qué otras alteraciones pueden generar el consumo de semillas de chía

Entre las razones más frecuentes se encuentra los desequilibrios de nutrientes que pueden provocar. Debido al ácido fítico que contienen estas semillas, se inhibe la absorción de hierro y zinc.

Otra consecuencia pueden ser las alergias. En algunos casos, se dan reacciones como picazón de lengua, labios, diarrea y vómitos. A su vez, hay posibilidad de sufrir anafilaxia, que consiste en una opresión a nivel del pecho y la garganta como también un descenso de la presión arterial.

En conclusión, las personas que no deberían de consumir semillas de chía son quienes padecen problemas de úlceras, intestino irritable, gases, hinchazón y estreñimiento. También, aquellos pacientes que deben realizar un tratamiento con medicación para la diabetes y la presión arterial.

 

 

 

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