El peligro oculto: lo que los expertos advierten si ves que tu aceite de oliva tiene este aspecto

El peligro oculto: lo que los expertos advierten si ves que tu aceite de oliva tiene este aspecto

El aceite de oliva es noticia día sí y día también por su alto precio. Si bien parece que hay una tregua, y aunque los precios siguen altos, hay ciertas bajadas, hay que referirnos a este oro líquido como a un alimento realmente saludable que debe estar en nuestra dieta tanto para aliñar como para cocinar. Ahora bien, seguro que te has dado cuenta especialmente si tienes en casa una botella o garrafa más grande de este líquido y a veces ves grumos o bien un color algo blanco. Enseguida crees que el aceite se ha puesto malo y hasta lo quieres desechar. Pero no lo hagas, todavía puedes usarlo.

Por esto los expertos advierten sobre ello, entre otros, que es cuando vemos estos grumos y creemos que no es factible ni para cocinar ni tampoco para poder usarlo. Y resulta que no es así. Según Oleo Peñas, los colores del aceite de oliva oscilan entre el verde y el amarillo, otorgándonos en muchas ocasiones auténticos espectáculos visuales. Sin embargo, hay veces que nos encontramos en casa (o incluso en los supermercados) una botella de aceite de oliva de aspecto turbio con grumos blancos o incluso un aceite de oliva más bien de un color blanquecino. Y como decimos, estamos desperdiciando un aceite de oliva en buen estado por puro desconocimiento.

Qué hacer si el aceite de oliva tiene este aspecto

Oleo Peñas aclara que las temperaturas frías son responsables de alterar el aspecto del aceite de oliva. Cuando esto ocurre, el fondo de la botella tiene un aspecto muy diferente: aparecen unos grumos blancos que dan un aspecto turbio al aceite de oliva.

Esto no supone ningún problema, ya que se trata de los propios ácidos grasos del aceite de oliva, los cuales se han solidificado y, al ser más densos, van hasta el fondo del envase. En cuanto el aceite recupera su temperatura ambiente, este vuelve a su estado líquido y recupera su aspecto normal.

Del mismo modo, Miguel A. Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos, en su cuenta Twitter o X también da a conocer que no pasa nada si el aceite de oliva tiene este aspecto: “Si veis estos grumos blancos en el aceite de oliva es porque con las bajas temperaturas algunos triglicéridos solidifican (a 18°C o menos). No pasa nada. No se deteriora ni es malo para la salud. Si atemperamos el aceite, volverá a tener su aspecto original”.

Así que el resultado es que lo podemos comer igualmente ,pues no siempre lo que vemos por los ojos es malo.

La Española Aceites da también más información sobre esto: y remarca la diferencia principal es que el aceite de oliva no es tan homogéneo como el agua, pues está formado por diferentes partículas llamadas triglicéridos. Cada una de estas partículas, dependiendo de su composición de ácidos grasos, tiene su propio punto de fusión, desde los 23ºC a temperatura menores de 0ºC. Cuando el aceite de oliva se encuentra a bajas temperaturas estas partículas empiezan a solidificarse de forma progresiva. Este es el motivo por el que aparecen esos cristales sólidos de color blanquecino.

Y claro, «el aceite de oliva está en perfecto estado, de hecho, congelando el aceite conseguimos que se conserve a la perfección sin que pierda propiedades. Este proceso es totalmente natural y no tiene relación con la calidad del aceite ni influye sobre ella».

Los beneficios del aceite de oliva para la salud

Según la FEN, hay diversos tipos si bien la composición en ácidos grasos del aceite de oliva varía levemente, dependiendo del clima, suelo, variedad de la aceituna utilizada, etc. Los porcentajes en ácidos grasos saturados (AGS), monoinsaturados (AGM) y poliinsaturados (AGP) suelen oscilar en torno al 17%, 71% y 11%, respectivamente. Este perfil —rico en AGM y bajo en AGP— hace al aceite de oliva mucho más estable que otros aceites —ricos en AGP—, e ideal para la fritura en baño de aceite —técnica culinaria característica de la Dieta Mediterránea, que en los últimos años se está extendiendo por otros países gracias al conocimiento de sus ventajas tanto para la elaboración del alimento, como para su organolepsis y valor nutritivo final.

Algunos precios de aceite de oliva en la actualidad

Irlanda es el país donde se vende el aceite de oliva virgen extra (AOVE) de origen español más barato, mientras que en Hungría se encuentra el más caro de los supermercados europeos analizados por Europages, la principal plataforma B2B de contactos comerciales en Europa.

También llama la atención que, a pesar de ser un producto de importación y de tener un coste de vida general más alto, los ciudadanos de países como Bélgica y Reino Unido pueden hacerse con un litro de AOVE español a un precio prácticamente igual que el de España (8,99 y 9,02 euros, respectivamente, en Aldi).

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