El error que cometemos todos al comer mandarinas, según una experta: «Dos Españas»

Alimentos

El error que cometemos todos al comer mandarinas, según una experta: "Dos Españas"

Las mandarinas son una de las frutas cítricas más populares debido a su sabor dulce, fresco y su fácil consumo. Además de ser deliciosas, estas frutas están cargadas de beneficios para la salud, gracias a su alto contenido de vitamina C, fibra y antioxidantes. Sin embargo, muchas veces, cometemos errores al consumirlas, ya sea por desconocimiento o por costumbre. Veamos cuáles son los más destacados.

Un estudio de la Revista Chemistry Central determina que «los frutos cítricos, que pertenecen al género Citrus de la familia Rutaceae, son de varias formas y tamaños (de redondos a oblongos), conocidos comúnmente como naranjas, mandarinas, limas, limones, pomelos y cidras». Estos, que se cultivan en todo el mundo, han sido reconocidos como algunas de las frutas de mayor consumo en términos de energía, nutrientes y suplementos para la salud. En este contexto, las mandarinas son una de las frutas cítricas más consumidas por ser una fuente excelente de vitamina C. Sin embargo, muchas personas cometen errores al comerlas, desaprovechando parte de sus beneficios. Uno de los más comunes es pelarlas sin lavar, lo que puede transferir residuos de pesticidas o suciedad a la pulpa. Otro error es desechar completamente la parte blanca, conocida como albedo, que contiene fibra y flavonoides con beneficios para la salud. Además, muchas personas almacenan las mandarinas en lugares inadecuados, como el refrigerador, donde pierden sabor y textura más rápido. Aprender a consumir la mandarina correctamente nos permite aprovechar todos sus nutrientes y beneficios.

Los errores más comunes al comer mandarinas

Descartar el albedo (hebras y filitos blancos)

Uno de los errores más frecuentes al comer mandarinas es desechar el albedo, la capa blanca que recubre los gajos. A menudo, por su textura fibrosa y su sabor ligeramente amargo, las personas prefieren quitarlo y consumir solo la pulpa.

Cristina Lora, especialista en Seguridad Alimentaria para humanos, explica que el albedo «es la parte más saludable que tiene la mandarina. Contiene hasta 20 veces más de compuestos fenólicos que los gajos y que son antioxidantes. Y un alto contenido en pestina que es fibra que hace que se reduzcan los niveles de colesterol LDL en sangre».

Además, este componente ayuda a regular el tránsito intestinal y a mantener un peso saludable. Por lo tanto, es recomendable consumir toda la mandarina, incluyendo el albedo, para aprovechar todos sus nutrientes.

Consumirla fuera de temporada

Aunque las mandarinas están disponibles en los supermercados durante todo el año, lo ideal es consumirlas cuando están en su temporada, que generalmente es durante el invierno.

Durante esta época, las mandarinas tienen un mejor sabor, una mayor concentración de nutrientes y son más jugosas. Comprar mandarinas fuera de temporada puede resultar en frutas menos sabrosas y nutritivas.

No lavar las mandarinas antes de comerlas

Las mandarinas, al igual que muchas otras frutas, deben ser lavadas adecuadamente antes de ser consumidas. La piel de la mandarina puede contener suciedad o bacterias, por lo que es importante enjuagarla bien antes de pelarla y comerla. Aunque la cáscara no se consume, es fundamental asegurarse de que la fruta esté limpia.

Consumirla con demasiada azúcar

Aunque las mandarinas son naturalmente dulces, algunas personas tienden a añadir  azúcar, especialmente en preparaciones como zumos o ensaladas. Sin embargo, esto puede ser contraproducente, ya que se aumenta el contenido calórico de la fruta y se pierde parte de sus beneficios.

Si deseas endulzar una preparación con mandarina, es mejor hacerlo de manera natural, utilizando otros ingredientes como miel o estevia, en lugar de añadir azúcar refinada.

Exprimirlas en exceso para zumo

Muchas personas cometen el error de exprimir demasiadas mandarinas para obtener así zumo, lo que puede llevar a la pérdida de fibra. Cuando exprimimos la mandarina, gran parte de la fibra de la fruta se queda en la cáscara y el albedo, por lo que es preferible consumir la mandarina entera para obtener todos sus nutrientes.

De hecho, los expertos recomiendan mejor comer la fruta en pieza y no hacer zumos porque mantienen sus nutrientes y no hay tanta azúcar.

No guardar las mandarinas correctamente

Al igual que otras frutas, las mandarinas tienen un tiempo limitado de frescura. Un error frecuente es almacenarlas de manera inadecuada, lo que puede acelerar su deterioro.

Las mandarinas deben guardarse en un lugar fresco y seco, preferentemente en un cajón para frutas en el refrigerador o en un lugar ventilado a temperatura ambiente. Evitar el contacto con otras frutas, como manzanas o plátanos, es clave para prolongar su vida útil.

No aprovechar la cáscara para otras preparaciones

Muchas veces, la cáscara es desechada sin pensar en sus múltiples usos. Puedes utilizar la cáscara para hacer infusiones, mermeladas, aderezos o incluso rallarla para añadirla a postres, ensaladas y otros platos.

Desprender los gajos de forma agresiva

Desprender los gajos de la mandarina de manera agresiva también es un error común. Al hacerlo, no solo dañamos la fruta, sino que también podemos perder parte del jugo natural.

Lo mejor es separar los gajos con delicadeza, asegurándose de no aplastarlos ni presionarlos, para disfrutar de su sabor y textura intactos.

No disfrutarla como un snack saludable

Finalmente, muchas personas no consideran a la mandarina como una opción saludable de snack. En lugar de optar por galletas o frituras, las mandarinas pueden ser una excelente alternativa. Además de ser refrescantes, son fáciles de llevar y de comer en cualquier lugar, lo que las convierte en un snack perfecto para cualquier momento del día.

Mandarinas, siempre beneficios

La Fundación Española del Corazón recomienda introducir la mandarina en el plan de alimentación de embarazadas debido al alto contenido de ácido fólico. «Los folatos son imprescindibles para los procesos de multiplicación celular, prevenir la espina bífida del feto y evitar cualquier alteración del tubo neuronal», indican desde la Fundación.

A destacar que también posee flavonoides (hesperidina, neohesperidina, nobiletina, tangeritina). Concretamente, respecto a la hesperidina (flavanona), algunos estudios indican que posee efectos antiinflamatorios, analgésicos, hipolipidémicos, antihipertensivos y diuréticos en animales de experimentación.

También posee sustancias volátiles, que son responsables de su aroma (limonoides) localizadas en la corteza, un tipo de terpenos entre los que cabe destacar el d-limoneno, un importante agente anticancerígeno, según el Ministerio de Agricultura.

 

Salir de la versión móvil