El alimento que no paramos de comer con el que ponemos nuestra salud en peligro

El alimento que no paramos de comer con el que ponemos nuestra salud en peligro

Uno de los propósitos que debemos plantearnos en nuestra dieta es reducir la probabilidad de que aquello que comemos pueda causarnos alguna enfermedad. Ciertos alimentos son menos sanos de lo que parecen, y otros los consumimos aun conociendo sus efectos secundarios. Son muchas las muestras de ello, como el alimento que no paramos de comer y resulta que estamos poniendo en riesgo nuestra salud.

Efectivamente, la ciencia ha avanzado en torno a la interacción existente entre la alimentación y el desarrollo de algunos de los tipos de cáncer más comunes. Este progreso nos ha permitido saber, entre otras cosas, que hay sustancias o componentes de los alimentos que nos hacen más propensos a determinadas patologías.

Una investigación de la Universidad Nacional de Singapur -NUS-, junto a la Agencia de Ciencia, Tecnología e Investigación -A*STAR-, estableció que el metilglioxal, un metabolito de la glucosa, podría provocar cáncer incluso en aquellos pacientes sin antecedentes familiares.

¿Cuál es el alimento que no paramos de comer nada saludable?

¿Por qué el metilglioxal puede causar cáncer?

El cáncer se produce como consecuencia de una interacción entre nuestros genes y factores de nuestro entorno, como la dieta, el ejercicio y la contaminación. Quienes comen mal o hacen poca actividad física están más expuestos a esta afección. Y si bien aún no está claro cómo se genera esa interacción cuando hablamos de la dieta, ya se ha probado largamente que una alimentación rica en alimentos ultraprocesados aumenta las probabilidades de sufrir cáncer.

Este informe, publicado en la revista Cell, se basa en las mujeres que heredaron una copia defectuosa del gen BRCA2 de sus padres. Estos pacientes resultaron especialmente sensibles al metilglioxal, un compuesto o sustancia química creada por las células descomponen la glucosa para obtener energía.

El problema es que el metilglioxal se usa como saborizante en la industria alimentaria, y casi nadie está al tanto de su vínculo tan estrecho con la posibilidad de padecer cáncer.

En cantidades excesivas, el metilglioxal puede alterar el funcionamiento de nuestro ADN. Representa una advertencia temprana del inicio de la carcinogénesis. Independientemente, esto, de que haya una vulnerabilidad hereditaria. Si no has heredado una copia defectuosa del gen BRCA2 de tus padres, pero sueles comer alimentos ultraprocesados con alto contenido de metilglioxal, el peligro es prácticamente el mismo que si hubieras heredado esos genes sensibles.

En el cuerpo, el metilglioxal se acumula por la disfunción metabólica que hace que la glucosa no sea absorbida correctamente. Hay una resistencia y tolerancia a la insulina, cuyo resultado es que los metabolitos de la glucosa no llegan a ser metabolizados como deberían. Por eso el metilglioxal puede provocarnos cáncer.

¿Cómo saber si tienes exceso de metilglioxal en sangre?

Según explicaron los integrantes de la Universidad Nacional de Singapur y la Agencia de Ciencia, Tecnología e Investigación, «este metabolito se puede detectar fácilmente mediante un análisis de sangre para HbA1c, que podría utilizarse como marcador». De confirmar un exceso de metilglioxal en el organismo, estos niveles elevados «son controlables con medicamentos y una buena dieta, lo cual crea vías para tomar medidas proactivas contra la aparición del cáncer».

La Docta Complutense, de la Universidad Complutense de Madrid, comenta una posible solución al exceso de metilglioxal en sangre. En sus estudios, comprobaron que el ácido clorogénico ejerce una acción protectora frente a la toxicidad inducida por el metilglioxal en las células neuronales.

Evidentemente hay que profundizar más en el tema, pero es una de esas medidas proactivas contra la aparición del cáncer.

¿Qué alimentos contienen más metilglioxal?

Tal sustancia está identificada en una amplia gama de ultraprocesados, tanto bebidas como comidas. Entre ellos podemos citar algunos básicos como el pan, las tostadas, las salsas y pastas de soja, el vino, la cerveza, el alcohol de caña de azúcar, los cafés -más allá de su proceso de elaboración- y el cacao.

Todos ellos son mencionados por la IARC –Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer– en una publicación acerca de la presencia de dicho metabolito.

En sus ensayos, la IARC advierte especialmente del café por ser la bebida que contiene la mayor cantidad de metilglioxal. Se calcula que, si se beben varias tazas al día, una media de dos o tres, se incorpora al metabolismo aproximadamente 1 mg de metilglioxal. En la medida de lo posible, debes intentar beber menos de esta cantidad de tazas de café al día.

Lo tomamos a diario: el alimento que no paras de comer y no es saludable

Ya no sólo por esta sustancia sino por otros de sus compuestos que, en exceso, son contraproducentes. Hablamos de la cafeína y del azúcar, que aunque no lo añadas tú mismo muchas veces es añadida durante el proceso de elaboración de esta bebida.

En cualquier caso, más allá de todo lo que hemos aprendido sobre el metilglioxal, lo importante es que la dieta y el control del peso siempre han sido esenciales para minimizar el riesgo de desarrollar un tumor. Y estas pruebas no hacen más que confirmar que, si nos alimentamos saludablemente, viviremos más y mejor.

 

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