Deja de comer avena: el motivo por el que debes eliminarla de tu dieta diaria

La ciencia lo confirma: éste es el cereal que tienes que comer si quieres reducir el azúcar en sangre

La alimentación es un hábito de vital importancia para el crecimiento, desarrollo y fortalecimiento del organismo. Es clave que sea variada, sana, equilibrada, regular y acorde al peso, las necesidades, actividades y ritmo de vida. Sin embargo, pueden existir contraindicaciones en algunos alimentos y veremos por qué no debes comer avena en tu rutina diaria, aunque en general es un alimento realmente saludable.

Por lo general, en numerosas publicaciones de cocina, alimentación, salud y nutrición recomiendan incorporar la avena. Esto se debe a que se la considera saludable y beneficiosa, pero a un gran número de personas puede generarles efectos adversos en su organismo. Así que, presta atención, por eso veremos a continuación todos los detalles y las razones.

Por qué motivos hay que dejar de comer avena

Los alimentos se dividen en diferentes categorías según sus aportes nutricionales, ya sean hidratos de carbono, proteínas, antioxidantes o grasas saludables. Respecto a los hidratos de carbono que están presenten en la avena, resulta que puede ocasionar algunas desventajas o contraindicaciones en tu salud.

Una de las complicaciones que genera el consumo frecuente y regular de avena son los problemas digestivos. A pesar de ser un alimento que no posee gluten, entre los efectos más frecuentes muchas personas manifiestan hinchazón estomacal, gases y eructos.

En el caso de personas celíacas o que manifiesten sensibilidad al gluten, puede suceder una contaminación cruzada.

Según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España es importante tener presente que existe la posibilidad de que alimentos libres de gluten puedan, en algún momento, mezclarse con otros que contengan esta proteína. Al suceder esto, los alimentos dejan de ser aptos para personas celiacas.

«Algunos ejemplos de contaminación cruzada son la contaminación de avena sin gluten por emplear mismos campos de cultivo, mismos almacenes o misma maquinaria que para recolectar cereales con gluten. De ahí que desde FACE siempre se recomiende consumir avena certificada», según la Federación en su sitio web.

Qué efectos produce el consumo de avena

Otra consecuencia por la cual no debes comer avena se debe a que aumenta los niveles de azúcar en la sangre. Si eres diabético, el cuerpo no cuenta con la capacidad y la condición de absorber y descomponer la fibra y esta puede generar un retraso en el vaciado de tu estómago.

Para la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), los celíacos necesitan seguir una dieta sin gluten de por vida, lo cual supone eliminar de su alimentación el trigo, la cebada, el centeno y los alimentos derivados.

Existe un cuarto cereal que ha suscitado controversias entre la comunidad celíaca y médica: la avena. Hay estudios clínicos que demuestran un considerable número de celíacos que son sensibles a este cereal.

«Además de evitar su contaminación por los cereales más tóxicos, hay que controlar que el contenido en proteínas inmunogénicas presentes en la avena sea indetectable por las técnicas analíticas de última generación. Los celíacos deberían tener, en cualquier caso, cierta cautela y precaución ante el consumo de avena», afirman desde SEDCA.

Las reacciones alérgicas también son una consecuencia posible ante el consumo de este alimento. Por lo tanto, conforma otra razón por la que debes reducir el consumo de este alimento.

Además del trigo y el gluten, hay un componente conocido como avenina y es la encargada de generar problemas estomacales y respiratorios, y también reacciones alérgicas en la piel.

Los efectos físicos que indican que es no comer avena

Las personas que presentan dificultades a nivel renal y transitan un proceso de tratamientos médicos deben evitar rotundamente la ingesta de avena. Esto se debe a que su alto contenido de fósforo (mineral) produce un incremento en los índices de creatinina. En este sentido, el fósforo cumple la tarea de contribuir en el filtrado de la sangre y el mantenimiento de los riñones.

Sin embargo, si un paciente con problemas renales consume avena, el mineral retiene el calcio presente en los huesos. Entonces hay mayor debilitamiento óseo, huesos más delgados y posibilidades de fracturas e inconvenientes en las articulaciones.

A nivel muscular también se hay motivos por los que se recomienda no comer avena, como posibilidades de desnutrición y pérdidas de masa muscular.

Una de las sensaciones que despierta el consumo de avena es la saciedad, que desactiva las señales que mandan el organismo sobre la necesidad de alimentarse.

Por lo tanto, las personas que recurren a la avena como una opción frecuente y constante se ven expuestas a reducir las cantidades de comidas que cumplen durante el día. Esto puede provocar una alteración en la capacidad de concentración y, además, consecuencias en las funciones cognitivas.

En síntesis, es vital prestarles atención a los esquemas de alimentación. El objetivo es tratar de elaborar opciones saludables, variadas y nutritivas para aportar al organismo toda la energía necesaria para desarrollar las actividades, rutinas y tareas de la vida diaria.

 

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