Si navegas por las redes sociales, y te interesa el ámbito gastronómico, habrás notado que la burrata es una de las estrellas de TikTok e Instagram. Son variadas las publicaciones en las que podemos ver a los influencers mostrando cómo disfrutan de este alimento lácteo que suele confundirse con otros.
Pero, ¿qué es la burrata y cuál es su origen? ¿Cuáles son las principales diferencias que existen entre la «nueva» burrata y la mozzarella de toda la vida?
Origen de la burrata
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Este plato típico de la cocina italiana no es un clásico de hace siglos. No está del todo claro cuando apareció, pero la mayoría de los investigadores coinciden en que fue entre 1900 y 1950, en concreto en la región de Puglia, en Italia. Al igual que otras recetas italianas, fue creada en el sur -la parte pobre del país- a fin de aprovechar todos los ingredientes.
Específicamente, lo que pretendían los ganaderos y agricultores de la zona era evitar el desperdicio del principal alimento que producían en estas regiones. Estamos hablando de la mozzarella, claro está, de la que es prima lejana.
Para la década de los 60, la burrata se había convertido en todo un éxito, aunque entonces no estaba relacionada con los más prestigiosos restaurantes como ahora. Era un modo de utilizar los restos de la elaboración de mozzarella.
Lo que no se sabe a ciencia cierta es el porqué de su nombre, palabra que asociamos al burro, ya que no tiene en realidad nada que ver con el animal. Algunos dicen que alude al vocablo italiano «burro», que significa mantequilla, dado que la consistencia del queso es suave y cremosa como la de ese alimento.
¿Cómo se elabora la burrata?
Está elaborada con leche de vaca y es, como la mozzarella, un queso de pasta hilada. Incluso, es una especie de variante rellena y cremosa de la mozzarella. Su exterior destaca por una fina lámina que se moldea y amasa hasta conseguir que quede como un saquito.
La cuajada se estira durante unos minutos. Pero en este caso se rellena con stracciatella o pasta hilada mezclada con nata, lo que le da la consistencia cremosa.
Sin embargo, es importante dejar en claro que la burrata no es un tipo de mozzarella. A pesar de su parentesco, es un queso totalmente distinto.
¿Cuáles son las diferencias entre la burrata y la mozzarella?
Un poco lo explicamos con el proceso de elaboración. Mientras que el queso cuajado es toda la composición de la mozzarella, el queso cuajado de la burrata es simplemente una envoltura de lo que hay dentro.
Al abrir la burrata, lo que emana de su interior es esa stracciatella o pasta hilada mezclada con nata deliciosa.
Este proceso de elaboración tan cuidadoso hace que la burrata resulte un producto más sabroso e interesante, pero también un producto algo más caro.
Como vemos es un alimento interesante y sabroso. Entre sus propiedades nutritivas, a destacar su cantidad de vitaminas del grupo B, también la vitamina A, E y D, que es fantástica para la vista, posee calcio y antioxidantes.
¿En qué ocasiones se usa la burrata?
Más allá de su reciente popularidad en las redes sociales, la burrata no es un plato que se pueda comer a diario ni una receta para preparar todas las noches. Debe reservarse para ocasiones especiales. Una de las tradiciones italianas es degustarla como aperitivo. Eso permite apreciar bien sus aromas y sabores.
Puedes colocarla sobre tus ensaladas o tus tostadas. Al cortarla, la stracciatella o pasta hilada mezclada con nata caerá igual que la yema de un huevo.
Por lo tanto, es un acompañamiento magnífico para esos alimentos que absorben la stracciatella o pasta hilada mezclada con nata. Como el pan. Además es un plato excelente a la vista, en color blanco que parece nata y que contrasta con el rojo del tomate o el verde de la lechuga o ruccula con la que se suele mezclar para poder comer.
¿Cuáles son las contraindicaciones de la burrata?
Otra razón para no abusar de la burrata es su contenido calórico y de sodio. De acuerdo al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, 100 gramos aproximadamente de este queso contienen unas 250 calorías y unos 215 mg de sodio.
Si estás a dieta o eres hipertenso, éstos son dos muy buenos motivos para comer burrata de vez en cuando y no incorporarla regularmente a tu dieta. Somos conscientes de que es difícil por su sabor, pero debes priorizar tu salud.
Al contrario de lo que se puede pensar, las mujeres embarazadas pueden comer este alimento. Pero siempre es mejor consultar al médico para que nos especifique si es factible, siempre que no abusemos de ella, no tengamos hipertensión y nos comamos este capricho muy de vez en cuando.