Así debes actuar si descubres un aceite de oliva con este aspecto en el supermercado

Si alguna vez has observado que en la botella de aceite de oliva hay grumos y tiene un aspecto blanquecino o turbio, esto es lo que debes hacer

Aceite de oliva

Taza de aceite de oliva. Foto: Freepik

El aceite de oliva es uno de los pilares de la dieta mediterránea, famoso por sus múltiples beneficios para la salud y por su versatilidad en la cocina apto para consumir en crudo y como ingrediente en diversas preparaciones culinarias. ¿Alguna vez te has fijado en el color o en la textura de este producto que compras en el supermercado? Los consumidores se suelen fijar en el precio y en la calidad.

Hay una situación que echa para atrás a muchos. Se trata de cuando a través de la botella ves que en el aceite aparecen como grumos o bolas y tiene un aspecto blanquecino o turbio. Muchos clientes pueden pensar que eso se debe a que el producto está en mal estado, pero no es así. ¿A qué se debe esto?

Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos explicaba en su red social X (antiguo Twitter) que estos grumos blancos se deben a que con las bajas temperaturas «algunos triglicéridos (solidifican a 18º o menos)». El experto afirma que no pasa nada. «El aceite de oliva se deteriora ni es malo para la salud«, admite. Por otra parte, informa de que si atemperamos el aceite, éste «volverá a tener su aspecto original».

¿Cómo reconocer un aceite de oliva de calidad?

Hay varias claves para reconocer un aceite de oliva de calidad en el supermercado. Los expertos de la página Mundo Aceite de Oliva te dan algunos para que compres un buen producto. Estos son algunos de ellos:

Beneficios del aceite de oliva

Son numerosos los beneficios que tiene el aceite de oliva para la salud. Según los expertos de Mejor con Salud, estos son algunos de ellos: rebaja la presión arterial, reduce el colesterol LDL (el ‘malo’), protege la salud cardiovascular, tiene efectos antiinflamatorios, previene algunos tipos de enfermedades, ayuda en el control del peso corporal, contribuye a la buena salud cerebral, apoya el sistema inmune y mitiga la incidencia de diabetes tipo 2, entre otros.

La variedad virgen extra siempre es la mejor opción. El aceite de oliva se puede usar en frío y en caliente, para aliñar ensaladas y otros ingredientes o para hacer distintas cocciones: guisos, sofritos, frituras, salteados, etc.

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