Alcachofas: beneficios, propiedades y usos

Las alcachofas son uno de esos vegetales con los que no tenemos una relación tan cercana. Esta verdura, que se consume en forma de corazones o bien como extracto de la planta, aporta diversos nutrientes esenciales al metabolismo; pero, ¿sabes cuáles son los beneficios, las propiedades y los usos de la alcachofa?

Entre sus principales contenidos destacan la fibra, las vitaminas y los antioxidantes, que son clave para el funcionamiento del organismo en general, y de ciertos sistemas en particular. Los aparatos inmune y cardiovascular son los principales beneficiados de los nutrientes de la alcachofa. Sin embargo, muchas personas tienen dudas sobre cómo pueden utilizarla en sus platos y recetas, y cuáles son las potenciales contraindicaciones de la utilización de las partes de la planta.

Hablamos de un alimento que tiene su origen en el antiguo Egipto. En nuestro país fueron introducidas por los árabes, que la llamaron all-karcguff. Su cultivo pronto se extendió por todos los países mediterráneos

Su temporada de recolección y mejor época de consumo se produce de septiembre a mayo, pero ahora podemos comprarla en cualquier momento.

Valor nutricional de la alcachofa

De media, una porción de 100 gramos de alcachofas proporciona estos nutrientes:

La Fundación Española de la Nutrición añade, por su lado, que la alcachofa cuenta con «proteínas, fibra, fósforo, potasio, esteroles y cinarina». Esta fuente afirma que «tras el agua, los aportes más relevantes de las alcachofas son los hidratos de carbono, entre los que están la inulina y la fibra», mientras que los minerales mayoritarios «son el potasio y el fósforo».

Del potasio aseguran que «contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos». Asimismo, obtener fósforo es clave porque ayuda al mantenimiento en buen estado de los huesos y los dientes. Son minerales muy importantes para todos.

Además es un alimento con muy pocas calorías (44 kcal/100 g alcachofas). Una ración de alcachofas cubre el 20% de las ingestas recomendadas de fósforo para la población de estudio.

Pero más allá, la FEN sostiene que lo más sobresaliente de su composición «son una serie de sustancias que se encuentran en pequeña cantidad». Hacen alusión a los esteroles y la cinarina, que están «dotadas de notables efectos fisiológicos positivos» para el cuerpo.

Estas sustancias son componentes vegetales indispensables para los procesos vitales, y no pueden recibirse de tantos elementos como nos gustaría. Por eso deberías comer alcachofas gracias a la cantidad de nutrientes que llevan.

Beneficios de las alcachofas

Control del peso

Consumir la cantidad diaria recomendada de fibra favorece el control del peso y promueve las deposiciones regulares. La fibra juega un papel clave en la natural regulación de los niveles de azúcar e insulina en sangre, algo que los diabéticos deberían considerar.

También nutre las bacterias intestinales, aumentando con ellas la capacidad de respuesta inmune, mejorando el estado de ánimo y disminuyendo la inflamación que es causa de toda clase de enfermedades severas.

La Facultad de Farmacia de la Universidad de El Cairo ha concluido, en sus investigaciones, que el compuesto vegetal cinarina aumenta la capacidad que tenemos de descomponer las grasas. La acción hipoglucémica de los extractos de Cynara scolymus, nombre científico de la alcachofa, produce avances significativos en los parámetros metabólicos y se vincula con un menor perímetro de la cintura.

Si te preocupa la grasa acumulada en esa zona, comer regularmente alcachofas, acompañándolas de otras frutas, verduras, cereales y carnes magras, y entrenando, hará que bajes de peso rápidamente.

Los estudios, citados por la revista Science Direct, explican que la alcachofa puede ser parte de una alimentación sana tanto como verdura como siendo aprovechada a modo de «planta medicinal hepatoprotectora». Así, «puede ser un posible ingrediente en suplementos adelgazantes».

De hecho, se venden numerosos suplementos basados en el extracto de alcachofas para quienes tienen deficiencia de estas sustancias y no las incorporan mediante la comida.

Evita la oxidación celular

Las alcachofas además aportan antioxidantes que protegen las células del envejecimiento prematuro y de las disfunciones que son consecuencia de la edad. Detiene o retrasa el daño celular, y facilita la recuperación luego del entrenamiento.

Al reducir la oxidación celular, elimina uno de los factores desencadenantes detrás de patologías que podrían ser graves. Un claro ejemplo es el de la hipertensión. Suelen ser beneficiosas para que la presión arterial no se vaya a disparar.

Acción hepatoprotectora

En el estudio de Elsevier: Uso farmacéutico de las hojas de alcachofa, el extracto de hojas de alcachofa es un protector hepático, debido a la acción captadora de los radicales libres que producen la oxidación celular.

En pruebas experimentales se ha constatado que la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad resulta inhibida como consecuencia de la administración del extracto de hojas de alcachofa. A pesar de ello, y de sus cualidades antitóxicas, no está comprobado que la alcachofa favorezca la regeneración de las células hepáticas, como es el caso del cardo, pero sí es recomendable su empleo en caso de insuficiencia hepática y hepatitis.

Además, el extracto de hojas de alcachofa es una buena opción fitoterapéutica por sus propiedades coleréticas, hipocolesterolemiantes, antidispépticas, antieméticas y espasmolíticas.

Combate el estreñimiento

Los prebióticos nutren a las bacterias intestinales que se encargan de la inmunidad, la salud digestiva y el estado de ánimo.

Contraindicaciones de las alcachofas

No debemos olvidar que las alcachofas tienen un alto contenido de FODMAP -Oligosacáridos fermentables, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles-. Todos estos azúcares pueden causar inconvenientes digestivos, incluida la hinchazón en personas con síndrome del intestino irritable.

Asimismo, aunque es poco común, pueden provocar reacciones alérgicas. Algunos informes, como los de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, explican ciertas reacciones alérgicas inesperadas en niños al consumir alcachofas. En esos casos, la ingesta de este vegetal debe entonces pararse.

Por lo demás, se pueden hervir, asar, freír o cocinar al vapor. Esto, sin obviar que el proceso de cocción influye directamente sobre sus propiedades y beneficios. Intenta comer las alcachofas crudas o hervidas, que son las dos maneras de hacerlo en las que estas verduras pierden una menor cantidad de ingredientes.

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