La mayoría de los españoles consume snacks, al menos una vez por semana. Sin embargo, no todos están informados de los efectos nocivos que puede tener para la salud. Es por ello que el pasado abril, la Unión Europea tomó una dura decisión para las empresas fabricantes de este tipo de alimentos, con el objetivo de proteger la salud de la población en general. Y es que, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), y las evaluaciones científicas pertinentemente realizadas, los aromas de humo que se implementan en las patatas fritas pueden ser perjudiciales para la salud, por lo que fueron prohibidos. ¿Qué pasa con las patatas con sabor jamón?
Los Estados miembros respaldaron la propuesta de la Comisión para que, de manera paulatina, y en el periodo de dos años de tiempo, se retiren del mercado de la Unión Europea aquellos productos que están confeccionados con los ocho aromas de humo para alimentos mencionados por la normativa, ya que está científicamente comprobado que cuentan con problemas de genotoxicidad o no pueden ser evaluados con una calificación exitosa, debido a su condición. En ese sentido, destacaron que no se trata de un problema en el alimento en sí mismo, sino en los productos añadidos que se hacen a los mismos para obtener otras variantes del mismo alimento. Esta eliminación no será de un momento al otro, sino que desde abril y durante dos años los fabricantes tendrán tiempo de quitar del mercado el stock existente, según lo develado por el artículo Los Estados miembros respaldan la retirada de los aromas de humo del mercado de la UE.
Modificaciones en la reglamentación: ¿Qué pasa con las patatas fritas con sabor jamón?
Según esta prohibición de la UE de ocho aromas de humo en los alimentos, las patatas fritas con sabor jamón desaparecerán del mercado de la Unión Europea, por tratarse de alimentos modificados con aromas de humo nocivos para la salud.
Tras un extenso debate entre fabricantes y representantes de los Estados miembros, habrá un período de eliminación de este tipo de alimentos, que en el caso de las patatas fritas será de cómo máximo dos años. Respecto a otros alimentos, como queso, jamones o pescado, el tiempo será de cinco años; con el objetivo de que tanto operadores como productores se adapten a la normativa vigente.
La medida de prohibir estos ocho aromas de humo: Zesti Smoke Code 10 (SF‐002); Fumokomp (SF‐009); SmoKEz C‐10 (SF‐005); Smoke Concentrate 809045 (SF‐003); proFagus Smoke R709 (SF‐008); proFagus Smoke R714 (SF‐001); SmokEz Enviro‐23 (SF‐006); y Scansmoke SEF7525 (SF‐004), tiene como objetivo principal proteger la salud de los ciudadanos en general de este tipo de ingredientes cuya calidad no puede ser comprobada por la ciencia.
En ese sentido, quedan excluidos de la prohibición aquellos alimentos que obtengan el ahumado por el método de cocción con el que se fabrican, por ejemplo, el salmón. Es decir, se trata de un problema con los aditivos, y los saborizantes; y no con el alimento en sí mismo.
Como consecuencia, los fabricantes podrán implementar otros métodos para obtener el sabor deseado, no recayendo la prohibición en las patatas en sí mismas, sino en los ocho aromas de humo mencionados. Si no se incluyen en la receta de fabricación, las patatas fritas con sabor jamón podrán continuar en el mercado, según la normativa vigente.
Cabe destacar que este tipo de alimentos no son aconsejados para consumir todos los días, y en cantidades excesivas, ya que pueden causar graves problemas de salud, como por ejemplo, exceso de sal, de grasas malas, tienen pocos nutrientes de calidad, entre otras deficiencias.
Sustitutos más saludables a las patatas fritas con sabor jamón
Según la Academia de Nutrición y Dietética española, los snacks que sí conviene consumir son el gazpacho, los frutos secos, aperitivos a base de legumbres, cereales y granos, o frutas y hortalizas, que cuentan con mejores nutrientes, pero sobre todo, son aptos para todo tipo de personas, cuenten con patologías de base o no, y no hacen daños significativos a la salud en general.
«Fuera de esta lista hay que dejar todo tipo de bollería industrial, las patatas chip y otros productos fritos, las barritas de chocolate y los embutidos y fiambres en general», sostiene la entidad mencionada.
De hecho, los fritos en sí, como las patatas de bolsa no son nada buenos para la salud. De hecho, la Agencia Española de Consumo , seguridad alimentaria y nutrición destaca que las patatas fritas pueden llevar acrilamida, una sustancia química que se crea de forma natural en productos alimenticios que contienen almidón durante procesos de cocinado cotidianos a altas temperaturas (fritura, tostado, asado y también durante procesos industriales a 120ºC y a baja humedad).
Los resultados de los estudios en humanos proporcionan pruebas limitadas e inconsistentes en cuanto al aumento del riesgo de desarrollo de cáncer (en el riñón, el endometrio y los ovarios) relacionado con la exposición a la acrilamida a través de la dieta.