Contenido
El quitosano, también conocido como chitosán, es un polisacárido derivado de la quitina, una sustancia abundante que se halla en el exoesqueleto de crustáceos e insectos, y en las paredes celulares de ciertos hongos. El quitosano es muy popular y su valor de mercado mundial se ha disparado al ser utilizado como un efectivo agente de tratamiento de aguas y en industrias como la farmacéutica, la biomédica y la cosmética.
Sin embargo, es quizás su uso suplementario alimenticio el que mayor fama le ha dado. ¿Conoces cuáles son las propiedades, los beneficios y las contraindicaciones del consumo de chitosán?
Lo primero que debes saber es que más allá de que se cree que es una sustancia beneficiosa para los seres humanos, los resultados de las investigaciones sobre su eficacia parecen más contradictorios que concluyentes. Aunque no se descarta que pueda ayudarnos a bajar de peso y controlar la presión alta, probablemente debemos ser cuidadosos en cuanto a los efectos secundarios de este polisacárido. No debes ingerirlo sin consultar antes a un profesional.
¿Qué es el chitosán y cómo funciona?
Tras la celulosa, la quitina es el segundo polisacárido más abundante del mundo. Los polisacáridos son carbohidratos complejos que suelen incluir fibra dietética. A su vez, la quitina proporciona estructura a los exoesqueletos de crustáceos, insectos y paredes celulares de hongos. En nuestro organismo, reacciona con el ambiente ácido del estómago para formar un gel que se une a compuestos grasos y bloquea su absorción en el tracto gastrointestinal.
Si fuera así resultaría exitoso para la eliminación de estos compuestos grasos a través de las heces ya que eso evitaría que se almacenen en el metabolismo, produciendo la obesidad.
De este fenómeno que se genera al introducir suplementos de chitosán en el cuerpo humano es que surgen sus supuestos beneficios para la salud.
Varios estudios como este han confirmado el efecto fungicida in vitro e in situ del quitosano en diversas familias de hongos fitopatógenos: Mucoraceae, Pleosporaceae y Glomerellaceae. Además, Alternaria alternata, Rhizopus stolonifer, Colletotrichum gloeosporioides, Fusarium oxysporum, Aspergillus flavus y varias especies de Penicillium también pueden ser afectados por este polímero.
Al respecto, hay otras indicación que concluyen que la actividad antimicrobiana de este compuesto depende de diferentes factores, incluyendo la cepa, el peso molecular, la concentración, el grado de desacetilación, el tipo de quitosano, entre otros
Beneficios del chitosán
Reducción del alto nivel de azúcar en sangre
El quitosano se ha propuesto como terapia complementaria para la glucosa elevada, un síntoma común del síndrome metabólico como de la diabetes tipo 2. Estudios en animales y de laboratorio han encontrado un vínculo entre el quitosano y una mejor regulación del azúcar en sangre al favorecer una menor resistencia a la insulina. Los científicos demostraron que el chitosán es capaz de disminuir el azúcar en sangre en ayunas y la hemoglobina A1c.
Disminución de la presión arterial alta
Los ensayos clínicos a pequeña escala han evidenciado la relación entre el quitosano y la presión arterial. Se especula que el quitosano reduce la presión arterial al unirse a las grasas y transportarlas a través de todo el tracto digestivo para eliminarlas por medio de las heces. Al aumentar la excreción de grasas conduce a una baja de los niveles de grasas en la sangre, un factor de riesgo de presión arterial alta. Dicha asociación entre chitosán y tensión debe seguir siendo investigada, pero, de confirmarse, podría ser uno de los beneficios más importantes del quitosano para aquellos que están intentando adelgazar.
Pérdida de peso
Posiblemente la afirmación más repetida sobre el chitosán es que puede ayudar a perder peso. Si bien podría contribuir, como acabamos de comentar, realmente no se puede asegurar que sea tan efectivo para adelgazar como en el tratamiento de aguas. El Instituto Médico Europeo de la Obesidad advierte que «no es un producto milagro», ya que «las grasas que ya tenemos acumuladas, no las vamos a reducir, y si comemos muchos hidratos de carbono o azúcares, el chitosán no nos ayudará a que no los absorbemos».
Es decir, en otras palabras, que «sólo funciona con las grasas que comemos». Por eso mismo, consideran que una buena idea es recurrir a los suplementos «cuando vayamos a salir a comer fuera, o cuando no podamos resistirnos y nos vayamos a saltar la dieta».
¿Cuáles son los efectos secundarios del chitosán?
Los suplementos suelen conllevar riesgos de efectos secundarios y el quitosano no es una excepción. Todo indica que los peligros del chitosán son mínimos, pero los expertos señalan que puede ser causante de anomalías en el sistema digestivo. Podría provocar náuseas, vómitos o estreñimiento, y no hay estudios sobre cuáles son sus efectos al pasar las 12 o 13 semanas de consumo de estos suplementos.
Por lo tanto, un especialista debe hacer un seguimiento de tu evolución si estás ingiriendo quitosano. Las dosis sugeridas suelen oscilar entre los 0,3 g por día y los 3,4 g por día en adultos.