Cafeína: pará que sirve, beneficios y propiedades

El café tiene cantidad de efectos como activos principales, tanto positivos como negativos. Hablamos de la cafeína. ¿Qué otros usos tiene más allá de ser uno de los componentes de esta bebida?

En general, la cafeína es un alcaloide xantina, un estimulante natural que se encuentra en los granos de café, las hojas de té, los granos de cacao, entre otros alimentos. Químicamente, la cafeína es una sustancia purina cristalina blanca amarga e inodora.

En los últimos años, se está volviendo popular entre los consumidores gracias a sus propiedades estimulantes que ayudan a estar alerta y promover la función cerebral, particularmente las que realiza el sistema nervioso central.

¿Cómo actúa la cafeína en el organismo?

Cuando la cafeína entra en el metabolismo, se absorbe rápidamente desde el estómago y el intestino delgado al torrente sanguíneo. Luego viaja al hígado, donde se convierte en compuestos que estimulan el sistema nervioso central y otros órganos, como el cerebro y la médula espinal.

La cafeína actúa impidiendo que la adenosina, un neurotransmisor que relaja la mente y causa somnolencia, se una a su receptor. Como resultado de ello, aumenta el estado de alerta y estimula todos los órganos relacionados con la atención provocando una liberación de adrenalina. En paralelo también produce serotonina, y por eso nos hace felices.

Por supuesto que esta parte positiva o beneficiosa de la actuación de la cafeína está sujeta a la cantidad de sustancia que sea introducida al cuerpo humano.

¿Cómo metaboliza el cuerpo la cafeína?

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece que si se ingiere por vía oral, el cuerpo humano la absorbe rápida y completamente. Los efectos estimulantes pueden comenzar desde 15 hasta 30 minutos tras la ingestión y duran unas horas.

En los adultos, la vida media de la cafeína, es decir, el tiempo que el cuerpo tarda en eliminar el 50 % de la cafeína, varía considerablemente, en función de factores como la edad, el peso corporal, el embarazo, la ingesta de medicamentos y el estado de salud del hígado. En adultos sanos, la vida media es de aproximadamente cuatro horas, con una variación de entre dos y ocho horas.

¿Cuáles son las dosis diarias recomendadas de cafeína?

La ingesta diaria recomendada de cafeína no supera los 400 mg, lo que equivale a beber cuatro tazas de café preparado. Beber una taza de café preparado tarda aproximadamente 20 minutos en entrar al torrente sanguíneo y aproximadamente una hora para que la cafeína surta efecto por completo.

Ese efecto continúa de tres a cuatro horas. Si se beben dos cafés seguidos o se superan estas cantidades, el consumo excesivo puede estimular las secreciones ácidas propias del estómago y generar acidez estomacal, indigestión, palpitaciones y, en última instancia, problemas de insomnio.

La AESAN, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, confirma que «un consumo regular de cafeína puede causar dependencia física moderada a partir de 100 mg/día y tolerancia a esta sustancia, creando la necesidad de consumir una dosis mayor que la inicial para conseguir un efecto similar al original». Eso, en un informe en el que los expertos muestran su preocupación por las elevadas cifras de ingesta de bebidas energéticas por parte de los adolescentes.

Igualmente, hay importantes diferencias entre los países en relación con la contribución de las diferentes fuentes de alimentación a la ingesta total de cafeína entre adolescentes. El chocolate constituye la principal aportación de cafeína en seis encuestas, el café en cuatro, las bebidas de cola en tres y el té en dos. En la mayoría de países, el chocolate es la fuente predominante de cafeína en niños de entre 3 y 10 años, luego está el té y las bebidas de cola cola.

Síntomas del exceso de consumo de cafeína

Como estimulante, algunos de los síntomas de un consumo excesivo de cafeína son varios, entre ellos los dolores de cabeza, las palpitaciones, los temblores, la ansiedad y el insomnio. Esto no actúa por igual en cada personal hay a quienes les sienta peor y otros no notan efectos.

A largo plazo, además, el consumo excesivo de cafeína se ha relacionado con problemas cardiovasculares y, en las mujeres embarazadas, con retraso en el crecimiento del feto.

De igual manera, cuando notes que sufres alguno de ellos, deja de beber café de inmediato,  reduce su ingesta diaria y consulta a un especialista para que pueda realizar chequeos si es algo que te pasa ya muchas veces y con poca cafeína.

En dosis recomendadas, ¿cuáles son los beneficios de la cafeína?

Promueve el estado de ánimo y la función cerebral

La cafeína inhibe la acción de la adenosina al mismo tiempo que aumenta la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina, sustancias que favorecen sentimientos como la felicidad y la satisfacción.

Al mismo tiempo despierta el cuerpo y contribuye en la función de procesamiento cerebral, multiplicando la concentración y la cognición. A corto plazo disminuye la fatiga, por lo que se aconseja tomar, con moderación, cuando preparamos exámenes.

Acelera el metabolismo y la quema de grasas

Según un informe de la Universidad Francisco de Vitoria, la cafeína mejora la oxidación de grasas. En los experimentos, que involucraron tanto a hombres como a mujeres, los investigadores concluyeron que dosis bajas y medias de cafeína llevan a un incremento significativo en la tasa de oxidación de grasa.

Combinando una dosis moderada de cafeína, como la que representan un par de tazas al día, con un entrenamiento intenso, se acelera el metabolismo basal y la quema de calorías.

Minimiza el riesgo de desarrollar diabetes

Beber una taza de café con cafeína puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. No obstante, los entusiastas de la cafeína deben ser muy cuidadosos con el azúcar que le añaden para no tener posibles complicaciones. Busca siempre variedades de café que no tengan azúcares añadidos en su elaboración.

¿Quiénes deben evitar o limitar la cafeína?

La cafeína es un ingrediente común en una variedad de bebidas y comidas industriales, más de las que imaginarías. El consejo es que, si te identificas con alguno de los grupos que vamos a citar, mires con atención el etiquetado y dejes de beber o comer cualquier clase de producto con cafeína: embarazadas, madres que están amamantando, pacientes con inconvenientes para dormir, pacientes con migrañas o dolor de cabeza y pacientes con trastornos de ansiedad.

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