Rotura de menisco: causas, síntomas y ejercicios

rotura de menisco

Un portero con dolor en la rodilla

Nuestras rodillas, esas articulaciones que a menudo damos por sentadas, son las responsables de nuestra movilidad y de disfrutar de una vida activa y plena. Caminar, correr, saltar, bailar… todas estas actividades que tanto disfrutamos dependen en gran medida de la salud de nuestras rodillas. 

Un elemento crucial en la biomecánica de esta compleja articulación es el menisco, una estructura cartilaginosa en forma de “C” que actúa como amortiguador, distribuyendo las cargas y estabilizando la rodilla. 

Sin embargo, este pequeño, pero vital componente puede sufrir daños, siendo la rotura de menisco una lesión relativamente común, especialmente entre deportistas y personas mayores. 

Esta lesión puede causar dolor, inflamación, rigidez e inestabilidad, limitando considerablemente nuestra capacidad de movimiento y disminuyendo nuestra calidad de vida. En este artículo profundizaremos en este tema.

¿Qué causa la rotura del menisco?

Comprender qué puede causar una rotura de menisco puede ayudarte a ser más consciente de la salud articular y tomar medidas preventivas. Las causas pueden variar, pero podemos agruparlas en tres categorías principales:

1. Movimientos bruscos y traumáticos

Estos movimientos pueden deberse a la práctica del algún deporte o incluyo en un giro repentino que se realice:

2. Desgaste por la edad

La vejez conlleva un desgaste de los huesos y eso incluye el menisco, por eso las personas de la tercera edad son más susceptibles a sufrir esta rotura.

3. Factores de riesgo

Hay varios factores que pueden ser la causa de esta lesión, los mencionamos a continuación:

Síntomas comunes de una rotura de menisco

Si te preguntas dónde duele cuando se rompe el menisco, quienes lo han experimentado han dicho que se siente dolor en la rodilla, pero hay otros síntomas claros que evidencian esta lesión:

Tratamiento para la rotura de menisco

El tratamiento para una rotura de menisco depende de la gravedad de la lesión y del estado de la persona.  

Opciones conservadoras

En casos leves o moderados, el tratamiento inicial se basa en el reposo, hielo, compresión y elevación (RICE). 

Medicamentos antiinflamatorios pueden aliviar el dolor e inflamación. La fisioterapia también es esencial en la recuperación, mejorando la movilidad, fuerza muscular y estabilidad de la rodilla.

Cirugía

En roturas complejas o cuando el tratamiento conservador no ha sido efectivo, se puede optar por la cirugía. 

La cirugía consiste en reparar o extirpar la parte dañada del menisco. La recuperación tras la cirugía requiere rehabilitación física para recuperar la funcionalidad de la rodilla. 

El médico es el que analizando la lesión determinará cuál es el mejor tratamiento.

Ejercicios para la rehabilitación de una rotura de menisco

Una rotura de menisco exige un proceso de rehabilitación cuidadoso para recuperar la movilidad, fuerza y estabilidad de la rodilla. 

Es esencial realizar los ejercicios bajo la supervisión de un fisioterapeuta, quien diseñará un programa adaptado a tu caso particular y te guiará durante todo el proceso. Se puede recomendar estos ejercicios:

Ejercicios de rango de movimiento

Ejercicios de fortalecimiento

 Ejercicios de estabilidad y propiocepción

Estos son tan solo algunos de los ejercicios que un profesional de la salud puede recomendar como parte del tratamiento frente a un desgaste o lesión del menisco.

Bibliografía

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