Las claves para saber si estás perdiendo grasa cuando haces ejercicio: no falla

Las claves para saber si estás perdiendo grasa cuando haces ejercicio: no falla

Una de las principales motivaciones para muchas personas al hacer ejercicio es la pérdida de grasa. Este objetivo, además de estar relacionado con la estética, tiene un impacto directo en la salud general, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, a veces puede ser difícil saber si realmente estás perdiendo grasa o simplemente perdiendo peso de manera general. Es crucial entender que perder peso no siempre significa perder grasa, ya que el peso puede fluctuar debido a la pérdida de agua, masa muscular o incluso por cambios en la retención de líquidos.

El primer signo de que estás perdiendo grasa al hacer ejercicio es la reducción en la circunferencia de ciertas áreas del cuerpo, como la cintura, las caderas y los muslos. Estas zonas suelen acumular una cantidad significativa de grasa subcutánea, y su disminución es un claro indicador de que el cuerpo está utilizando sus reservas de grasa como fuente de energía. A diferencia del peso corporal, que puede fluctuar diariamente debido a factores como la ingesta de líquidos, el consumo de sal o los ciclos hormonales, esto se manifiesta a través de una reducción más estable y constante en estas medidas corporales. Según un artículo de Eat This, Not That!, si notas que tu ropa te queda más holgada, especialmente en las áreas mencionadas antes, o necesitas ajustar el cinturón con más frecuencia, es un buen indicativo de que estás quemando grasa y no solo perdiendo agua o masa muscular.

Cómo saber si perdiendo grasa al hacer ejercicio

Además de la reducción de medidas, otro signo clave de pérdida de grasa es la mejora en la composición corporal. Esto se refiere al cambio en la proporción de grasa respecto a la masa muscular.

A medida que haces ejercicio, especialmente entrenamiento de fuerza, es posible que la báscula no muestre una gran diferencia en el peso total, pero tu cuerpo puede estar perdiendo grasa y ganando músculo.

Este fenómeno es conocido como «recomposición corporal» y es uno de los mejores indicadores de que estás progresando hacia una composición más saludable. Según la Sociedad Española de Cardiología, la recomposición corporal es esencial para mejorar la salud cardiovascular y metabólica.

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Energía, rendimiento y reducción de grasa visceral

Otro aspecto a considerar es la energía y el rendimiento durante los entrenamientos. Si sientes que tu resistencia y fuerza han mejorado con el tiempo, es un signo positivo de que tu cuerpo está utilizando eficientemente las reservas de grasa como fuente de energía. Esto se debe a que el cuerpo, al adaptarse a un régimen de ejercicio regular, se vuelve más eficiente en la oxidación de grasas, lo que se traduce en un aumento de la energía disponible durante las actividades físicas.

Un indicador menos visible pero igualmente importante es la reducción en los niveles de grasa visceral. Es la que se acumula alrededor de los órganos internos y está asociada con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Aunque no es posible medir la grasa visceral directamente sin técnicas médicas especializadas, estudios han demostrado que una disminución en el perímetro abdominal suele correlacionarse con una reducción de esta. La European Association for the Study of Obesity recomienda la medición de la circunferencia de la cintura como un método práctico y efectivo para monitorear la pérdida de esta zona visceral.

Por último, un signo más evidente y motivador de la pérdida de peso es la mejora en la definición muscular. A medida que la grasa subcutánea (la que se encuentra justo debajo de la piel) disminuye, los músculos empiezan a ser más visibles y definidos.

Esto es particularmente notable en áreas como los brazos, los abdominales y las piernas. La European College of Sport Science sugiere que el seguimiento visual y fotográfico del progreso corporal es una herramienta útil para evaluar la reducción de peso y la ganancia muscular.

Otros signos de pérdida de grasa

En conclusión, saber si estás perdiendo grasa al hacer ejercicio se observa entonces una combinación de señales físicas y mejoras en la salud general. La reducción de medidas corporales, la recomposición corporal, el aumento en la energía y el rendimiento, la disminución de la grasa visceral y la mejora en la definición muscular son todos signos claros de que estás en el camino correcto.

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Recuerda que la pérdida de grasa es un proceso gradual que requiere consistencia y paciencia, pero con la dedicación adecuada, los resultados serán visibles y, lo más importante, sostenibles a largo plazo.

Mejores de nivel de salud metabólica

Además de los indicadores mencionados, otra señal de que estás perdiendo grasa es la mejora en los niveles de salud metabólica, particularmente en la regulación de la glucosa en sangre.

Estudios indican que la pérdida de grasa, especialmente la visceral, está asociada con una mejor sensibilidad a la insulina y un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Monitorear estos cambios a través de análisis de sangre periódicos puede proporcionarte una visión más detallada de cómo el ejercicio está impactando tu salud a nivel metabólico. La International Diabetes Federation recomienda combinar la actividad física con una dieta equilibrada para maximizar estos beneficios sobre todo en diabetes tipo 1.

Por último, es importante mencionar que la calidad del sueño también puede mejorar a medida que pierdes grasa y te mantienes físicamente activo. Un sueño reparador es crucial para la recuperación muscular y la regulación hormonal, ambos esenciales para una pérdida de grasa efectiva.

La European Sleep Research Society concluye que las personas que pierden grasa corporal tienden a experimentar una mejora en la calidad del sueño, lo que a su vez facilita un ciclo positivo de energía y rendimiento durante el día. Este es un beneficio adicional que no solo contribuye a la pérdida de grasa, sino también a un bienestar general.

«Factores como la genética, constancia, alimentación y actividad física son relevantes ya que con una vida sedentaria y entrenando poco es complicado conseguir el objetivo. Además de entrenarlo con ejercicios globales es recomendable añadir ejercicios específicos al final de cada entrenamiento», explica Francisco del Águila, director técnico de JG fitness.

 

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