La IA y dos expertas de moda recrean el vestido soñado de Bárbara Mirjan para su boda con Cayetano
Las asesoras de imagen Carmen Corral y Laura de Vicente nos adelantan cómo podría ser el look nupcial
La elección no es casual: al frente está Cristina Martínez Pardo, creadora de vestidos tan icónicos como Belén Corsini
Toda novia guarda un instante que sueña una y otra vez: su entrada, el murmullo expectante, la música que empieza… y una frase que resuena, eterna, sencilla y luminosa: «Guapa y radiante va la novia». Ese momento está cada vez más cerca para Bárbara Mirjan, quien este otoño caminará hacia el altar del brazo de Cayetano Martínez de Irujo. La cuenta atrás ha comenzado para una de las bodas más esperadas del año, que se celebrará el sábado 4 de octubre y que poco a poco va desvelando algunos de sus secretos mejor guardados.
La ceremonia tendrá lugar en el Santuario-Iglesia de los Gitanos, en Sevilla —sede de la Hermandad de los Gitanos—, y la posterior celebración se desarrollará en el Cortijo de La Motilla, finca familiar del duque de Arjona, ubicada en ‘Las Arroyuelas’, un enclave andaluz lleno de historia, raíces y belleza natural. Pero si hay un elemento que ya se ha convertido en un acontecimiento por sí solo, ese es el vestido de novia. Y no es para menos.
Tal y como ha adelantado en exclusiva la revista ¡Hola!, será vestida por el renombrado atelier Navascués, y su fundadora, Cristina Martínez Pardo, está detrás de la creación de este diseño que ya se perfila como uno de los más analizados del año. Cristina, tal y como nos han asegurado las fuentes consultadas, está guiando a Bárbara “en las primeras fases del vestido, en las que primero se dibuja el boceto, se eligen las telas y tejidos y se monta la toile que servirá de patronaje del vestido final”. Se trata de un proceso artesanal, íntimo y delicado, que implica entre seis y doce pruebas, dependiendo de la complejidad del diseño. El objetivo: que todo esté perfectamente alineado con el estilo, el cuerpo y la personalidad de la futura duquesa.
“Es un proceso que va despacio para que todo salga perfecto. Ella ha podido expresarse libremente y conforme a lo que ella quería, se ha construido un vestido a la altura de una futura duquesa. Está encantada”, confiesan desde el entorno de Bárbara al citado medio. Según ha trascendido, el vestido contará con detalles clásicos y atemporales, sin perder ese toque actual que lo conecta con las tendencias contemporáneas. Una creación pensada para pasar a la historia. Porque la futura duquesa de Arjona, joven y de elegancia natural, está lista para convertirse en una de las novias más observadas y comentadas de la temporada.
Recto, discreto y con un secreto en la espalda: así podría ser su vestido nupcial
La joven, hija del empresario de origen libanés Javier Mirjan, se prepara a sus 29 años para dar uno de los pasos más significativos de su vida. Su prometido, Cayetano, conde de Salvatierra e hijo de la inolvidable duquesa de Alba, tiene 62 y vivirá su segundo matrimonio. Para ella, en cambio, será el primero. La pareja lleva una década construyendo su historia desde la discreción y la estabilidad emocional, lejos del foco mediático constante. Esa misma reserva ha marcado también el estilo de la futura esposa del aristócrata. Siempre sobria, de elegancia contenida y con un gusto que responde al entorno tradicional en el que se desenvuelve, su forma de vestir ha sido coherente con su carácter y su posición.
Por ello —y ante la creciente expectación que genera su vestido nupcial—, hemos querido consultar a nuestras estilistas de confianza, Carmen Corral y Laura de Vicente, para imaginar cómo será el diseño que acompañará a la novia hasta el altar. “Esperamos un diseño de líneas muy rectas, sin escotes frontales —en consonancia con su sobriedad— aunque probablemente algo más escotado en la espalda, aportando un pequeño toque de sofisticación clásica. Una apuesta segura, sin riesgos, que mantendrá la línea de discreción a la que nos tiene acostumbrados.”
Hemos creado una recreación generada con inteligencia artificial que representa cómo podría ser el vestido, basada en las pistas estéticas aportadas por las expertas en estilo. Por supuesto, el diseño final lo veremos el día de la boda.
El análisis va más allá de lo estético: pone el foco en cómo la cuñada de Eugenia Martínez de Irujo ha creado una imagen coherente, aunque a veces excesivamente comedida. “Su estilo es marcadamente conservador, muy acorde con su entorno».
«Siempre correcta, sobria, con una elegancia discreta. Sin embargo, en ocasiones, esa contención ha restado fuerza a su imagen, como si la moda no fuera para ella un canal de expresión personal», apuntan Corral y de Vicente. También contamos con una versión menos escotada.
Vestir sin gritar: la línea silenciosa del estilo de Bárbara Mirjan
Prendas holgadas, colores oscuros, tejidos fluidos y calzado cómodo —con las cuñas como seña de identidad— definen su armario habitual. Un estilo funcional y señorial que, sin embargo, no siempre resalta su juventud. De hecho, su apariencia tiende a proyectar más años de los que realmente tiene. “Tiene mucho a su favor. Únicamente falta que empiece a sacarse más partido, porque puede hacerlo sin renunciar a su esencia”, subrayan nuestras asesoras.
En los últimos meses, sin embargo, se ha percibido una evolución. En ocasiones como la Feria de Abril, sorprendió gratamente con un look más fresco y rejuvenecedor, que realzaba su figura y suavizaba sus rasgos. Un pequeño gesto con gran impacto, que dejó claro su potencial estilístico. Y es que posee una belleza serena y poderosa: melena espesa de tono chocolate, ojos oscuros e intensos, cejas marcadas y facciones equilibradas. Un físico con aire marcadamente español, aunque con sutil influencia libanesa por parte paterna. Hasta ahora, ha apostado por la naturalidad: peinados lisos con raya al medio, maquillaje neutro y poco invasivo, sin buscar protagonismo.
Pero su boda puede suponer un punto de inflexión. Un nuevo comienzo. Una oportunidad para redefinir su imagen sin perder autenticidad, y para que su estilo —como su historia— empiece a brillar con luz propia.