Los diseñadores del mítico vestido de novia de Diana de Gales ponen fin a su guerra judicial
David y Elizabeth Emanuel han llegado a un acuerdo tras cuatro años de pleitos
El vestido de novia de Diana de Gales forma parte de la historia de la moda
La boda de Lady Di y Carlos de Inglaterra a finales del mes de julio de 1981 fue uno de los acontecimientos más importantes de comienzos de la década de los años 80. Las miradas del mundo entero se dirigieron a Londres para ver a la aristócrata convertirse en princesa de Gales. Un importante paso en su vida y el broche de oro a una historia de amor que no era en realidad el cuento de hadas que pensaba la mayoría de la gente.
La princesa eligió para su enlace un espectacular vestido de corte romántico y muy voluminoso, que ha pasado a ser uno de los modelos nupciales más icónicos de las últimas décadas. Un diseño que costó unos 12.000 euros que no dejó a nadie indiferente y que se convirtió en ejemplo para muchas novias de la época. Diana de Gales estaba radiante con él, coronada además con la diadema que pertenecía a su familia, la tiara Spencer.
Los responsables del vestido eran los diseñadores David y Elizabeth Emanuel, que ya habían confeccionado algunas prendas para Lady Di y cuya popularidad se disparó de manera sustancial a raíz de su relación con la princesa. Por ejemplo, ellos fueron quienes confeccionaron la blusa que Diana llevó en la fotografía oficial de su compromiso, de un vestido de noche negro que utilizó en su primer acto institucional como miembro de la familia real británica, o de un espectacular modelo asimétrico en color entre otras prendas. Sin embargo, siempre se les recordará por el vestido de novia de Lady Di. Una creación conjunta del matrimonio que, a pesar de todo, acabó por enfrentar a la pareja.
En 1990, David y Elizabeth decidieron separar sus caminos, tanto a nivel personal como profesional. Un divorcio que puso fin a una prolífica colaboración y que dio carpetazo a años de grandes éxitos. En principio se trató de un punto y aparte en términos amistosos, pero, con el tiempo, ambos acabaron enfrentados en los tribunales.
En 2020, David demandó a su ex mujer por una supuesta violación de los derechos de autor de los bocetos de los diseños que se realizaron para Diana de Gales. Según las declaraciones de David, Elizabeth había reproducido los bocetos, incluso el del vestido de novia de la anterior princesa de Gales, y que los había puesto a la venta sin el consentimiento de su ex.
La guerra judicial entre la ex pareja se ha prolongado durante los últimos cuatro años y ha llegado incluso hasta el Tribunal Supremo, donde el ex matrimonio ha conseguido resolver la cuestión de manera amistosa. Tal como se ha confirmado, Elizabeth se ha mostrado satisfecha de haber dejado atrás las diferencias con David. No han trascendido los detalles del acuerdo pero, según medios británicos como el Daily Mail, el ex matrimonio está muy contento de haber resuelto el conflicto y ambos han hablado muy bien el uno del otro.