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Espirulina: ¿qué es y cuáles son sus beneficios para la piel?

La espirulina es el 'súperalimento' de la piel

Beneficios de la espirulina para la piel
Espirulina

El cuidado de la piel con ingredientes naturales es tendencia, aunque no se trata de una simple moda. Es una verdadera filosofía que se basa en el uso de materias primas de origen vegetal que contienen principios activos naturales. En el océano hay un gran número de microorganismos y algas que tiene propiedades «mágicas» para la piel, como la espirulina. Se trata de un microalga de color verde que tiene forma de espiral, de ahí su nombre. Los beneficios de la espirulina para la piel son muy amplios, de ahí que sea considerada el ‘súperalimento’ de la piel.

¿Qué es la espirulina?

La espirulina es un alga de tipo unicelular de color verde. Es muy apreciada en todo el mundo por ser una excelente fuente de minerales, proteínas y vitaminas. Cada vez son más las personas que la consumen en ensaladas o en forma de cápsula por su gran valor nutritivo y su efecto saciante.

Es muy utilizada como complemento nutricional, sobre todo por deportistas y personas que siguen una dieta de pérdida de peso. Tiene una proporción de proteínas muy por encima de otras fuentes naturales, y es muy fácil de digerir porque no tiene celulosa.

La espirulina se compone de ácidos grasos esenciales, así como de minerales que son importantes para el buen funcionamiento del organismo y el buen aspecto de la piel: magnesio, zinc, calcio, potasio, fósforo, hierro y selenio.

Los pigmentos tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Y, por último, cabe señalar que contiene una cantidad muy alta de vitaminas, de ahí que los beneficios de la espirulina para la piel sean tan amplios. Destaca especialmente su contenido en vitamina E.

¿Cuáles son sus propiedades y beneficios?

Descubre cuáles son los beneficios de la espirulina en la piel.

Limpiador y tonificador

La piel del rostro está continuamente expuesta a numerosos radicales libres que la dañan, y hacen que tenga un aspecto apagado y sin vida, como la contaminación o los rayos UV del sol.

Cuando utilizamos determinados productos limpiadores, en muchos casos únicamente eliminamos la suciedad y las impurezas acumuladas en la superficie de la piel.

Sin embargo, la piel se compone de tres capas, de forma que necesitamos ingredientes como la espirulina para limpiarlas todas en profundidad. De esta manera desobstruimos los poros y conseguimos que la piel pueda oxigenarse.

Además, esta microalga acelera la renovación celular, así que además de limpiar la piel también hace que recupere su tono saludable a una velocidad de vértigo.

A esto hay que sumar que, gracias a su alto contenido en minerales y vitaminas, es un excelente tonificador natural. ¿El resultado? Una piel con un aspecto mucho más saludable y radiante.

Antiedad

Si por algo es bien conocida la espirulina es por su alto contenido en vitamina E, selenio y tocoferol. Tiene propiedades antioxidantes, de forma que crea una especie de escudo protector en la piel para evitar el daño de los radicales libres, principales responsables del envejecimiento prematuro.

Antiojeras

Se tiende a creer que las ojeras sólo aparecen por la falta de sueño. Aunque esta es la causa principal, además hay muchas otras, como la mala alimentación o la genética. La espirulina, gracias a sus propiedades desintoxicantes, aporta mucha luz y energía al contorno de ojos.

¿Cómo aplicar la espirulina en la piel?

La espirulina se vende tanto en tabletas como en formato polvo. Para aplicarla en la piel, tienes dos grandes opciones: preparar una mascarilla casera o comprar una crema con espirulina.

Mascarilla casera de espirulina

Para lucir una piel radiante y llena de vida esta es una mascarilla casera que funciona muy bien. Puedes aplicarla dos veces por semana, y es perfecta para todo tipo de pieles. Los ingredientes que necesitas son sencillos: 1 cucharada de espirulina en polvo, 1 cucharadita de miel y agua mineral.

Mézclalo todo hasta formar una pasta homogénea. Cuando la tengas lista, lávate la cara con agua tibia y jabón pH neutro. Luego, sécatela con una toalla de algodón. Debes hacerlo dando suaves toquecitos, sin frotar para que no se irrite la piel. Aplica la mezcla con las yemas de los dedos o con una brocha. En cualquier caso, debes hacerlo de dentro hacia fuera.

Deja que la mascarilla actúe durante 15 o 20 minutos y, una vez transcurrido el tiempo, aclara con abundante agua tibia. Para finalizar la rutina, utiliza un sérum facial para cerrar los poros abiertos y la crema hidratante que suelas usar normalmente.

¿Para quiénes está contraindicado el consumo de espirulina? Personas que tomen medicamentos que aumenten el riesgo de hemorragia, y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

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