Cómo ensalzar tu sonrisa: tenemos los tips necesarios

Tener una bonita sonrisa es algo que todo el mundo desea. De alguna manera, la sonrisa es una especie de «carta de presentación» frente a los demás y por suerte existen hoy en día infinidad de tratamientos dentales que nos permiten lograr la mejor de las sonrisas. Por ello, queremos explicaros a continuación, cómo ensalzar tu sonrisa con los tips necesarios para lograrlo y con ello que cambie no sólo tus dientes y que sonrías más, sino que también para que cambie tu autoestima.

Tips para ensalzar la sonrisa

Tener buenos hábitos de higiene bucal y acudir al dentista u odontólogo de forma regular son quizás las dos grandes claves para poder mantener una bonita sonrisa. Sin embargo a veces no es suficiente. Depende de cómo tengamos la dentadura, o de si por ejemplo, tenemos un problema de encías. Ponerse en manos de un profesional será esencial para reparar todo ello, de modo que vamos a enumeraros las distintas situaciones que pueden darse con respecto a nuestros dientes y qué hacer al respecto.

Dientes mal alineados

Puede que hayas llevado aparato de pequeña/o y que en su día tuvieras la sonrisa perfecta, pero lo cierto es que con los años esa alienación puede perderse ligeramente. Por este motivo, primero de todo debes saber que existen tres tipos de mordida:

• Clase I, cuando la oclusión es perfecta;
• clase II cuando el maxilar superior queda por delante del maxilar inferior;
• clase III, cuando la mandíbula queda por delante del maxilar.

A medida que pasan los años la oclusión se acentúa cada vez más y más si comienzan a faltarnos piezas que evidentemente provocan que los dientes se muevan y que incluso acabemos sufriendo de problemas como el bruxismo que a su vez afecta a la mordida y a la alienación de los dientes.

Una especie de «pez que se muerde la cola» para la que existe una solución que no es otra que las férulas de descarga nocturnas, sin olvidarnos además de la opción de ponernos ortodoncia siendo adultos y también los retenedores que ayudan a que los dientes vuelvan a estar alienados y que nuestra sonrisa se vea no solo realzada sino también, rejuvenecida.

Esmalte amarillento

Por mucho que nos empeñemos en tener un blanco perlado como color de esmalte lo cierto es que cada persona tiene un ph que hace que el esmalte sea más o menos blanco o que incluso tienda al amarillo. Algo que puede ir a más si le sumamos fumar o tomar bebidas que realmente afectan al color del esmalte como por ejemplo el café o los refrescos dado que no dejan de ser sustancias ácidas que erosionan nuestro esmalte.

De este modo debemos procurar evitarlas y acudir al dentista para hacernos una buena higiene que elimine esas manchas en el esmalte, pero a veces dichas manchas son también internas y afectan a la dentina. Suele ocurrir a medida que pasan los años o también si nos faltan vitaminas. Para solucionar este problema puede que nuestro odontólogo nos recomiende un blanqueamiento dental o también, el uso de carillas.

Recesión de encías

La recesión de encías es un problema muy común a medida que envejecemos (como el resto de huesos del cuerpo, los de debajo de las encías también pierden densidad ósea) pero también de personas que tienen enfermedades como la gingivitis o por otros factores como padecer bruxismo, e incluso cepillarse los dientes demasiado fuerte. Dependiendo de cada caso, es necesario someterse a un tratamiento u a otro ya que en casos límite puede ser necesario hacer un injerto de modo que si notas las encías inflamadas o que de repente tus dientes parecen verse más grandes, debes acudir de inmediato al dentista.

Pérdida de colágeno

La pérdida de colágeno que se sufre a medida que pasan los años, hacen que el rostro pierda firmeza pero es también algo que afecta a la sonrisa. Para remediar esta pérdida es importante procurar una  buena alimentación, así como el uso de suplementos alimenticios. También será necesario evitar los rayos ultravioletas.

Por otro lado, podemos acudir a un centro de estética para que nos corrijan defectos como  el hundimiento de la zona de las mejillas, las líneas de expresión alrededor de la boca y el código de barras, que al fin y al cambo también afectan a nuestra sonrisa.