Máxima de Holanda tras la muerte de su hermana: «Por fin ha encontrado la paz»

«Mi pequeña hermana Inés no encontraba la felicidad y no podía curarse. Para mí, es un consuelo que haya encontrado un poco de paz». Con la voz entrecortada y casi entre sollozos, estas han sido las primeras palabras de Máxima de Holanda apenas diez días después de perder a una de las prsonas más importantes de su vida, su hermana Inés. La Reina ha querido dar las gracias por los gestos de cariño que ha recibido en un momento tan complicado para ella y su familia. «Quiero aprovechar la ocasión para agradecer las innumerables cartas de pésame recibidas estos días. Han sido de mucha ayuda. También  a los medios de comunicación por respetar el dolor de nuestra familia», ha aseverado.

Queen Máxima spoke about the loss of her beloved, gifted little sister Inés Zorreguieta.
(with English subtitles) pic.twitter.com/OjLw6K5Jc6

— Rick Evers (@RickEversRoyal) June 19, 2018

La esposa del rey Guillermo ha reaparecido en la ciudad de Groningen apenas doce días después del fallecimiento de su hermana pequeña. Cabizbaja y con el semblante serio, Máxima  ha retomado su agenda con la visita al Centro de Terapia de Protones del Hospital Universitario de la localidad holandesa.

Se trata del primer acto de la argentina desde que regresase de Buenos Aires, donde acudió para asistir a las exequias de su hermana pequeña, que apareció muerta en su apartamento de la ciudad porteña el pasado día 7. Inés, de tan solo 33 años, estaba atravesando una fuerte depresión cuando decidió poner fin a su vida. La Familia Real al completo se trasladó hasta la capital argentina para acompañar a la Reina y al clan Zorreguieta en este duro trance.

A pesar de que Máxima ha tenido que cancelar varios actos de su agenda, la monarca ha preferido retomar su actividad oficial lo antes posible. Sin embargo, la Máxima que ha reaparecido hoy en Groningen no es la Máxima de siempre. El prematuro fallecimiento de su hermana ha marcado claramente un antes y un después en su vida.

La reina holandesa es mundialmente conocida por su arrolladora simpatía y naturalidad, características que hoy no la han acompañado. Máxima estaba ausente y triste y aunque no ha descuidado en ningún momento su profesionalidad, no ha habido rastro de la sonrisa con la que se ganó al mundo entero desde que se hiciera pública su relación con el entonces heredero holandés.  Son momentos duros para la Reina, solo esperamos que recupere pronto su mágica sonrisa.