La impresionante colección de tiaras de la familia real de Grecia

La cuenta atrás para la boda de Teodora de Grecia y Matthew Kumar ya ha comenzado. La pareja ya está en Atenas para celebrar su enlace y está todo listo para su gran día. Una boda que ha tenido que ser pospuesta por varios motivos en diversas ocasiones y que ahora, por fin, va a llevarse a cabo.

Entre las cosas que más interés despiertan en este tipo de eventos se encuentra el vestido de la novia. Sabemos que Teodora va a llevar un diseño de la modista griega Celia Kritharioti y que lucirá un velo con una importante tradición histórica en las damas de la familia real de Dinamarca, a la que pertenece su madre, la reina Ana María. Sobre él, la novia lucirá alguna de las piezas que atesora todavía la esposa del rey Constantino de Grecia, o quizás una diadema de las que guarda la princesa Marie-Chantal o, quién sabe, si puede que prescinda de tiara o estrene alguna nueva. Hasta que se despeje el misterio, recordamos algunas de las piezas más destacadas que guarda la familia real de Grecia.

La tiara del Corsario

Es una de las piezas más especiales del joyero de la reina Ana María de Grecia, con un gran valor sentimental. Esta diadema que, originalmente pertenecía a la familia real de Suecia, llegó a manos de la cuñada de la reina Sofía como regalo de sus padres por su 18 cumpleaños. Es la tiara que eligieron las princesas Nina, Marie-Chantal y Tatiana para sus enlaces y destaca porque no es una gran joya y por su comodidad.

De hecho, Victoria de Baden, esposa del rey Gustavo V de Suecia la usaba a modo de devant corsage. La reina tenía una impresionante colección de joyas y solía experimentar mucho con ellas. Tan pronto usaba una diadema como broche o sorprendía convirtiendo un collar en tiara. La diadema acabó en manos de la princesa Ingrid, reina de Dinamarca y madre de Ana María de Grecia. Fue ella la que se la regaló a la esposa del rey Constantino.

La tiara Jedive

La diadema Jedive es otra de las piezas más importantes para la familia real de Grecia. Esta pieza fue creada por Cartier como regalo del jedive de Egipto a la princesa Margarita de Connaught por su boda con el príncipe heredero de Suecia en 1905 (Gustavo VI). Está elaborada en oro blanco, patino y diamantes y tiene un diseño muy original con volutas.

A la muerte prematura de Margarita, la tiara pasó a su hija, la reina Ingrid de Dinamarca. Ella la usó en su boda con Federico IX y, a partir de entonces, se ha convertido en una especie de tradición que las descendientes directas de Ingrid la lleven en sus bodas. Ana María de Grecia, la reina Margarita de Dinamarca y también la princesa Alexia la han llevado en sus enlaces. Es la diadema con más posibilidades de coronar a Teodora en su gran día.

Las otras opciones de Teodora

No está en ningún lado escrito que la princesa tenga que llevar forzosamente una tiara el día de su boda, aunque en los enlaces de la realeza es lo más habitual. Teodora podría recurrir a otras joyas de la familia real para convertirlas en adornos para la cabeza en su boda, siguiendo la estela de la reina Victoria de Baden, que jugaba mucho con las piezas.

De la misma manera, en el joyero de la familia real hay otras diademas de mayor envergadura y también piezas más discretas que, a lo largo de los años hemos visto llevar a Marie-Chantal, a la reina Ana María o la princesa Olympia de Grecia.

Por ejemplo, está la tiara Miller Fringe, que es una de las últimas incorporaciones al joyero, comprada por Marie-Chantal. La tiara de la princesa Alexia fue un regalo de sus padres por su mayoría de edad y la princesa Teodora la ha llevado alguna vez.

Dos de las diademas más espectaculares de la reina Ana María forman parte de un parure. Se trata del conjunto de esmeraldas y el de rubíes. Ambos son una herencia de la reina Olga. En el caso de la tiara de esmeraldas es una pieza reservada a las reinas o esposas del jefe de la casa real. La diadema fue un regalo para la gran duquesa Olga por su boda con Jorge de Grecia.

La tiara de los rubíes y las ramas de olivo también pertenecía a la reina Olga. Se cuenta que el monarca le regalaba cada año un rubí sangre de paloma por su aniversario y ella decidió encargar el conjunto del que forma parte la diadema.

La princesa Marie-Chantal ha llevado muchas veces la impresionante tiara de diamantes de la reina Sofía de Prusia. Esta diadema es una de las de mayor envergadura y con un exquisito trabajo de orfebrería. Fue un regalo de boda para la princesa Sofía de Prusia y Alemania por su boda con Constantino I.

Mención aparte la tiara Prusiana de la Reina Sofía, que ahora está en el joyero de los Borbones y que es una de las piezas más especiales para la madre de Felipe VI. Igual que la tiara de los círculos, que solamente han llevado la princesa Irene de Grecia y la infanta Elena. La hermana de la reina Sofía también ha llevado a modo de tiara un collar de la reina Federica, que no se ha vuelto a ver en público desde hace décadas.