Los Echevarría y los Bustamante, la cara y la cruz de una historia de amor truncada

Siempre han estado a la sombra y zaga de sus hijos una vez que han alcanzado estos su época de mayor esplendor mediático. Para lo bueno, pero también para lo malo han sido el principal baluarte en que se ha apoyado la hasta ahora envidiada pareja del ‘cuore’, Paula Echevarría y David Bustamante.

Se trata de sus padres, Elena Colodrón y Luis Manuel Echevarría en el caso de la actriz de ‘Velvet’; y Gervasio Bustamante y Ada Hoyos por parte del artista cántabro. Ambas familias están viviendo estos días un seguimiento mediático sin parangón con motivo de la ruptura sentimental de sus hijos.

Actualmente, los respectivos padres de la pareja se encuentran volcados en el bienestar de esta y han optado por trasladarse a Madrid y estar al lado de sus hijos en estos difíciles momentos. Paula, por su parte, ha decidido rodearse de sus padres y encargarles todos aquellos recados que supongan enfrentarse a la prensa después de la amarga presentación de su perfume. Son sus padres quienes asumen los asuntos cotidianos del día a día, como llevar a su hija al colegio o ir a por el pan. Con respecto a David, sus progenitores -en concreto su padre Gervasio- se encargan de capear el seguimiento de la prensa mientras él prefiere mantener silencio y ocuparse del cuidado de su hija, al parecer el único cordón emocional que continúa uniendo a sus famosos padres.

En esta coyuntura, LOOK ha querido analizar el modo en que se enfrentan a ser los protagonistas involuntarios de los vericuetos de sus hijos y si su vida actual ha cambiado mucho de la que llevaban cuando Paula Echevarría y David Bustamante eran anónimos.

Los padres de ella

Elena Colodrón y Luis Manuel llevan una vida tranquila en Caldás. Poco se conoce de ellos por el municipio, tan discretos como quieren pasar. El padre de la actriz fundó una empresa y ha trabajado hasta hace muy pocos años. «Ahora están jubilados los dos, por lo que tengo entendido. Ella lleva años dedicándose a la casa», desvela una fuente consultada por LOOK.

De cara a la galería, la relación entre David Bustamante y sus suegros ha sido hasta el momento cordial rayando el cariño. Sin embargo, fuentes cercanas al entorno de la pareja apuntan a este medio que de un tiempo a esta parte los progenitores de la actriz se habrían distanciado del cantante para posicionarse del lado de su hija. «Yo sé que por Caldás lleva tres años sin venir Bustamante, cuando antes raro era el mes que no veían Paula y él con la pequeña», cuanta una vecina de Elena Colodrón. Este testimonio asegura que los padres de la actriz llevan «más de dos semanas haciendo vida en Madrid con su hija». Esta vecina matiza que la relación del cantante con sus suegros ha sido «correcta, simplemente cordial» y que el cántabro nunca hizo «buenas migas» con Luisma, el hermano de Paula. Por lo que ha sabido estos días en exclusiva este portal, tampoco hay una estrecha relación entre Luisma y su famosa hermana, ya que el asturiano ha confesado no saber nada de la actriz desde hace algún tiempo.

Si algo ha caracterizado a Elena Colodrón y Luis Manuel Echevarría es su firme intención de quedarse en un segundo plano del foco. Nunca han concedido declaraciones públicas acerca de su hija y solo han sido coprotagonistas en contadas ocasiones como en las vacaciones de verano, en actos locales de Mieres -lugar de nacimiento de Elena Colodrón- o cuando falleció la abuela de la ‘it girl’, Olivia Muñiz.

Los padres de él

Gervasio Bustamante y Ada Hoyos han apoyado a su hijo incluso en los momentos más complicados para él, cuando su imagen pública se empañaba con sucesos escabrosos. Hace años la vida de los Bustamante copó algunos titulares que quizás nunca quisieron protagonizar.

LOOK ha tenido acceso a un testimonio, el de Magdalena, que asegura, sin pelos en la lengua, que la madre, los hermanos y dos primos de David Bustamente la agredieron e insultaron en una discoteca de San Vicente de la Barquera. «Fue en el año 2004, cuando David no era conocido aún. En ese pueblo mandaban ellos, eran unos chavales de 17 años, pero imponían la ley del golpe en todo aquel que se tropezara con ellos», manifiesta esta persona.

Según las palabras de esta fuente, en San Vicente de la Barquera todo el mundo encubría a los hermanos y primos de Bustamante: «La primera que siempre les dejaba que hicieran lo que quisieran era la madre. Se lo consentía todo a los chavales. Ella ha presenciado peleas fuertes de ellos y no ha movido un dedo». Eso sí, Magdalena deja claro que el cantante nunca se vio envuelto en nada: «Él tenía la misma actitud que su padre, siempre pacífica  y conciliadora». Sin embargo, en las últimas semanas hemos podido ver a un Gervasio a punto de perder los nervios con la prensa gráfica y tratando de mantener su genio a raya.

Actualmente, pasados los años, los hermanos de Bustamante, Igor y Manuel, tienen una vida reconducida y con éxito profesional. Por ejemplo, el último es economista y director desde 2009 de una oficina de Santander. Este hecho no ha reducido el «respeto» que se le tiene a la familia en San Vicente. «Ellos han crecido y se han hecho mayores, pero a día de hoy en el pueblo es sabido el mal genio que se gasta el padre. Insulta cuando le da la gana y a quien quiere», asegura esta fuente a LOOK.

Sobre la relación que mantenía la actriz Paula Echevarría con sus suegros, otro fuente aporta: «Nunca ha habido sintonía. Ten en cuenta que los Bustamante vienen de una familia humilde y han considerado a Paula como una pija». Incluso, el propio David Bustamante se sinceró con Bertín Osborne en Telecinco: «La relación de Paula y mis padres es simplemente cordial, no son los mejores amigos, pero se respetan».

La complicada relación que mantienen entre ellos los respectivos padres -una vez que el amor de sus hijos se ha acabado y han cerrado filas en torno a ellos- también ha minado de algún modo el amor de la pareja. Un dato: los padres de Paula Echevaría se instalan en la casa familiar cuando vienen a Madrid, mientras que los de David Bustamante residen en un piso cercano que tiene el cantante para no provocar encuentros incómodos.