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La ‘Madrugá’ de los Alba: complicidad entre Tana Rivera y Sofía Palazuelo y una ausencia significativa

La 'Madrugá' de Sevilla de 2025, celebrada la noche del jueves 18 de abril, fue una velada cargada de emoción

La familia Alba continúa siendo uno de los pilares más destacados de la Semana Santa sevillana

Eugenia Martínez de Irujo tuvo el honor de dar la 'Levantá' al paso del Cristo de los Gitanos

  • Marta Menéndez
  • Televisión, Moda y Corazón. Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Lleida. Antes, redactora y locutora de informativos en la 'Cadena SER' y redactora de Cultura y nuevas tendencias en 'El Independiente'.
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La Madrugá de Sevilla de 2025, celebrada la noche del jueves 18 de abril, fue una velada cargada de emoción, con un protagonismo especial para la familia Alba, que continúa siendo uno de los pilares más destacados de la Semana Santa sevillana. Este año, la tradición se vivió con una intensidad particular, marcada no sólo por la devoción religiosa, sino también por la presencia de personalidades de la realeza y la aristocracia, entre las que destacó la Reina Sofía, quien estuvo en el epicentro de las celebraciones. Sin embargo, fue la familia Alba la que, una vez más, se adueñó del protagonismo, reafirmando su lugar como una de las grandes defensoras y continuadoras de esta tradición tan profundamente arraigada en Sevilla.

En esta ocasión, Eugenia Martínez de Irujo, la duquesa de Montoro, tuvo el honor de dar la Levantá al paso del Cristo de los Gitanos, un momento simbólico y profundamente emocional para ella. Esta tradición que su madre, la duquesa Cayetana, tan intensamente cuidó, sigue viva gracias al legado de sus hijos. A Eugenia, acompañada por su marido, Narcís Rebollo, y su hija, Cayetana Rivera, no solo le tocó vivir este momento especial, sino también sentir el calor y la unidad familiar, algo que marcó esta edición de la Madrugá de una manera única.

Eugenia Martínez de Irujo en la Semana Santa sevillana. (Foto: Gtres)

Acompañando a Eugenia, se encontraban igualmente los duques de Huéscar, Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo, quienes también tienen una conexión especial con la procesión. Este año, la espera de su tercer hijo hizo de esta celebración un evento aún más emotivo. La duquesa de Huéscar, embarazada, compartió el entusiasmo y la alegría de la ocasión con su marido y su familia. Además, se supo que esperan un niño, que llevará el nombre de Fernando, siguiendo la tradición familiar.

La relación entre Tana Rivera y Sofía Palazuelo, cuñada de la primera, es otro de los aspectos que destacó en esta Madrugá. Ambas, además de compartir momentos de complicidad y sonrisas, continúan siendo un gran apoyo en la familia. A pesar de los años complicados que la familia ha vivido, con distanciamientos y conflictos, la hija en común de Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera siempre ha sido un elemento de unión, tejiendo puentes entre los distintos miembros de la familia. Su relación con Sofía es prueba de ello, ya que ambas, al igual que sus respectivos maridos, Fernando y Manuel Vega, disfrutaron de la noche sevillana juntas, en perfecta armonía.

Los duques de Huéscar en la Semana Santa sevillana. (Foto: Gtres)

Este año, la Madrugá también tuvo un toque especial con la presencia de Bárbara Mirján, la prometida de Cayetano Martínez de Irujo. Bárbara, quien será parte de la familia Alba en octubre, no dejó de compartir confidencias con Eugenia y Tana durante la procesión. De hecho, los planes de su boda, que se celebrará en octubre en Sevilla, es muy probable que se convirtieran en uno de los temas principales entre las mujeres de la familia mientras disfrutaban del ambiente religioso y familiar. La joven, que se encuentra muy volcada en los preparativos del enlace, está deseando que llegue el día de su boda, un evento que marcará el broche de oro a una historia de amor de 10 años con Cayetano, a quien no se vió en la velada.

En cuanto a la vestimenta, Sevilla mantiene un protocolo muy estricto para las mujeres en la Madrugá. Como manda la tradición, todas las mujeres lucen luto riguroso, con un vestido negro sobrio, mantilla de encaje y peineta, una muestra de respeto y recogimiento por la Pasión de Cristo. Este año, la duquesa de Huéscar, Sofía Palazuelo, deslumbró con un estilismo elegante, combinando un vestido negro con una capa larga de terciopelo, que le otorgó un aire majestuoso a su presencia.

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