Laura Madrueño desmiente los rumores que han surgido sobre su matrimonio con Álvaro Puerto

Laura Madrueño ya ha puesto rumbo a Honduras. La presentadora encargada de presentar el programa Supervivientes desde Cayo Cochinos ya ha hecho las maletas y cogido el avión que la lleva directamente a la isla que será su hogar los próximos meses. Su aventura ha comenzado hace apenas 24 horas y ha querido aprovechar la semana previa para poner todo en orden antes de irse. Tanto es así que ha zanjado con una sola publicación en Instagram los rumores que aseguraban que ella y su pareja, Álvaro Puerto, estaban en crisis.

«Como dice un libro que me encanta, las despedidas cortas y las bienvenidas largas», ha escrito Laura en su Instagram. Unas palabras con las que se despide ante sus seguidores de sus seres queridos, mostrando cómo han sido sus últimos días en España antes de partir hacia el Caribe. «Gracias a toda mi familia y amigos del alma por estar tan cerca este año y antes de partir a mis Honduras», ha concluido la televisiva en el pie de foto.

La sucesión de imágenes plasman lo que más representa a la periodista: momentos en familia, rodeada de naturaleza, acompañada de sus mascotas, su chico y disfrutando de buenos platos de comida y una lectura en cuyo título también se podría ver reflejada, «La chica salvaje» de Celia Owens.

Su publicación ha servido para calmar los comentarios, dejando claro que ella y su marido están estupendamente. El fotógrafo y la presentadora se casaron en 2022 y lo hicieron con dos bodas, una en la playa y otra en la montaña. Dos escenarios idílicos que hicieron que su matrimonio también lo fuera. Pese a las dudas que han envuelto su romance los últimos días, Laura ha querido presumir de su marido y también aprovechar para felicitarle. Lo ha hecho esta vez en sus historias de Instagram de ellos dos junto a su amigo canino y con una canción de Simon and Garfunkel, concretamente Mrs. Robinson.

La copresentadora de Supervivientes no acostumbra a entrar en detalles en lo que a su vida personal se refiere, pero en esta ocasión, más que hablar de ello, lo ha enseñado. Planes caseros que distan mucho de lo que tiene por delante durante la nueva edición del extremo formato de Mediaset. Esta será la tercera vez que la madrileña pise la isla y sienta el sol y el agua del Caribe, pero no todo son cosas buenas, sino que, al igual que para los concursantes de esta nueva temporada del concurso, para ella también es todo un reto.

Si bien es cierto, Laura disfruta de la naturaleza y está cómoda en ese tipo de parajes, pero no es lo mismo estar en ellos por placer y ocio a hacerlo por trabajo. Pese al esfuerzo que supone para Madrueño, ha reconocido en una entrevista concedida para El Confidencial que este año lo vive de un modo diferente a los anteriores. Esto puede deberse a la experiencia con la que ya cuenta o al modo en el que quiere tomarse su trabajo esta vez, pero tanto si es por un motivo u otro, la joven ha confesado que este proyecto le encanta porque la permite ser ella misma.

Ha reconocido que lo que le resulta más complicado es decir adiós a sus seres queridos, ya que con la diferencia horaria es complicado coincidir con su familia y poder hablar con ellos. Además, ha explicado que «te vas alejando cada vez más de la vida de aquí porque el reality te va absorbiendo» y que esto es algo inevitable, porque se enfrentan a duras y largas jornadas de trabajo.

Un trabajo que, aunque sea exigente y sacrificado, le apasiona; así lo ha reconocido en el medio citado: «Puedo presentar un programa de televisión estando descalza y viendo peces aguja en el agua. Para mí, eso es un regalo. Es durísimo, pero esa adrenalina me engancha mucho». Y puede que sea esa adrenalina la que haya conseguido que, como dice la canción que le ha dedicado a su marido por su cumpleaños, y aplicándola a su estancia en Honduras… «Paseando por Cayo Cochinos hasta sentirse como en casa».