Frank Cuesta rompe su silencio tras quedar en libertad: "Oficialmente soy un delincuente"

Frank Cuesta ya está en libertad. El leonés conocido por su pasión por los animales y, en especial, los exóticos, se ha visto envuelto en una serie de acontecimientos que le han llevado a ser detenido en Tailandia. El televisivo ha tenido que pasar la noche entre rejas y enfrentarse a varios interrogatorios para responder a todas las preguntas e hipótesis que la justicia planteaba.

Ahora está preparando a un equipo de personas acostumbradas a estar con animales para supervisarlos y asegurarse de que estén bien, sanos y alimentados. Asimismo, expresó que: «No se van a quedar en malas condiciones. Hice este sitio para que vivan tranquilos y en paz, esté o no esté yo. Y eso es lo que voy a hacer». Unas palabras contundentes que pueden aplicarse a él, quien ya ha añadido en su último vídeo de su canal de Youtube que «Oficialmente soy un delincuente», por lo que todavía no sabe si podrá hacer como los animales que tanto quiere, vivir tranquilo y en paz.

El interrogatorio se ha llevado a cabo en la comisaría de Lao Khwan junto a su abogado tailandés, Mettapon Suwancarern. Junto a ellos también estuvo una intérprete para hacer más llevadero y cómodo el proceso. No ha sido una buena velada para el herpetólogo, sino todo lo contrario. Tanto que algunos conocidos de Frank han relatado que ha estado en condiciones pésimas, durmiendo incluso en el suelo de la celda.

Más allá de las preguntas y la complicada situación, Cuesta se encuentra ya en libertad bajo fianza a la espera de ser trasladado ante el Tribunal Provincial de Kanchanaburi para evaluar su situación legal. Por lo que es pronto para saber si tendrá que volver a prisión o si finalmente todo queda en un malentendido. «Hay posibilidades de ir a la cárcel», ha señalado el propio Frank, y es que, a pesar de estar ya libre, la investigación sigue abierta y se desconoce todavía toda la información sobre el caso o la cantidad solicitada para la puesta en libertad de este, pero ¿Cómo empezó todo?

La denuncia anónima

«Puede que este sea uno de los últimos paseos por el santuario. Va a haber varios cambios, ya sabéis que estamos metidos en líos judiciales, llevamos días preparando todo en caso de que haya que hacer cambios drásticos», fueron las palabras de Frank hace unos días. Palabras de una crónica anunciada que el aventurero se estaba temiendo.

La denuncia llegó a la justicia el 14 de febrero. En ella se exponía que «un extranjero estaba en posesión de animales salvajes protegidos sin permiso». Además concretaba de cuáles se trataba, añadiendo que eran «nutrias, loris perezosos y otros». Esta información se ha hecho pública por el Departamento de Parques Nacionales de Tailandia y ha sorprendido a todos los que conocen al youtuber, y es que Frank muestra las especies que tiene en su Santuario Libertad, en Tailandia, y tal y como ha asegurado contundente, él adquirió los animales en «mercados de pulgas en diferentes momentos».

Pese a mantener su versión y no cambiar nada de ella, parece que su denunciante, del que todavía se desconoce su identidad, y la justicia tailandesa no piensan lo mismo. Tanto es así que han incautado varios animales, 10 para ser exactos, nueve nutrias pequeñas y una pitón de pico de pato, ya que, al parecer carecían de la documentación oficial necesaria.  Con esto, los animales acabaron en la División de Conservación de Vida Silvestre y Frank en un proceso judicial que le llevó a prisión el 27 de febrero.

¿Qué pasará ahora?

Su puesta en libertad deja ver que hay algo de esperanza para el santuario del naturalista, pero no será bajo su supervisión. Se desconoce si Frank se enfrentará prisión prolongada, una eventual deportación o si se llegará a un acuerdo que le permita gestionar el santuario desde fuera de Tailandia. Por el momento, sólo queda esperar a la decisión que tome el Tribunal Provincial de Kanchanaburi, pero Cuesta ya se ha adelantado y, tal y como contó en su canal de YouTube no tiene intención de sacar a los animales del santuario, ni tampoco dejarlos solos, sino todo lo contrario.